¿Y qué ocurre si la seguridad de los habitantes de un pueblo se pone en riesgo por el avance del narcoterrorismo? Indiscutiblemente hay que mejorar la capacidad logística del servicio policial, modernizar el servicio de inteligencia, el equipamiento tecnológico y armas a utilizar, pero todo esto será acorde a lo que permita la economía de cada nación. Mientras en Latinoamérica, países como Perú pueden adquirir 20 helicópteros para combatir el narcoterrorismo, potencias como Estados Unidos y China invierten billones de dólares en proteger el bienestar de su población.

Después del 11 de septiembre, Norteamérica reestructuró su sistema de seguridad, para lo cual creó el Departamento de Seguridad Nacional, que congrega a personal de 22 dependencias que formaban parte de diversos ministerios. Con 210 mil personas y un presupuesto de 45 billones de dólares, esta es la Agencia que más impuestos recauda para el gobierno, teniendo a su cargo el control integral de todo lo que ingresa al país. Los atentados determinaron que el rol de Aduanas sufriera drásticos cambios.

Las autoridades estadounidenses reconocen el peligro de enfrentarse al terrorismo y han redoblado la vigilancia con 56 mil efectivos en sus fronteras, sin descuidar puertos y aeropuertos. Se han adherido a nuevos protocolos de seguridad en coordinación con organismos mundiales por el volumen de sus transacciones. Según la OMC, en el 2010 Estados Unidos, China y Alemania representaron el 28 % del comercio mundial y pese a que la crisis afectó a países desarrollados y descendió el crecimiento aún prosiguen liderando las estadísticas.

Estados Unidos recibe mercancías de 700 puertos, y desde la Organización Mundial de Aduanas, que abarca 172 países, busca proteger y facilitar el comercio, recibiendo información anticipada, afinando estrategias de inspección. Para monitorear contenedores de alto riesgo, creó programas pilotos a nivel internacional que promueven al Operador Económico Autorizado, pero la exigencia de escanear la mercadería debió ser postergada hasta julio del 2014, porque todos los puertos y aeropuertos no lograron implementar este sistema para el control no intrusivo de la mercancía.

Según UNCTAD, en el 2009 se produjeron 406 incidentes de piratería que afectaron el recorrido de los barcos petroleros entre Kuwait y Rotterdam, igualmente entre Singapur y Rotterdam, ocasionando sobrecostos al comercio marítimo, pero ninguna compañía puede asegurar los riesgos en el mar. Si hablamos del movimiento de contenedores en algunos puertos norteamericanos, Los Angeles superó los 6 millones TEUS y Long Beach estuvo en más de 5 millones TEUS en 2009. Esta información revela la millonaria inversión que se moviliza por los mares del orbe.

Para referirse a armas de destrucción masiva es ineludible mencionar al terrorismo internacional, ya no podemos hablar de armas convencionales, ni siquiera de seguridad total en nuestra comunicación. Escuchamos al asesor militar de Israel, Isaac Ben, revelando que basta una oficina y 50 ingenieros informáticos para crear virus informáticos capaces de paralizar todo un programa nuclear.

La televisión española hizo un foro sobre ciberguerra. El director de Contingencia Civil en Suecia, Jon Karlung, dijo que existen 1,600 mil millones de virus informáticos a nivel mundial. El subsecretario general adjunto de la OTAN, Jaime Shea, mencionó los aviones no tripulados, mientras el ibérico Fernando Sánchez advirtió que falta protección informática; la ciber amenaza se cierne sobre nuestros ordenadores. Se roban millones de datos mediante el espionaje industrial, pueden ingresar a nuestros móviles, internet, datos financieros, obtener información privilegiada gubernamental. Quienes posean tecnología paralizarán el mundo y para ello no hay seguridad que valga.

Periodista peruana.