La excandidata Ingrid Betancourt, tres contratistas de EE.UU. y siete policías y militares dejaron de ser rehenes de las FARC tras un espectacular rescate.
Quizás lo que más sorprende es que hayan podido reconstruir sus vidas después de diez, seis, cinco años de permanecer secuestrados por lasFuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Tuvieron hijos, estudiaron de nuevo, viajaron por el mundo, la sonrisa se les sale del rostro. Como si el haber estado secuestrados en una selva les hubiera mostrado que el único bien no renovable es el tiempo. Cinco años después de haber sido liberados por las FF.AA., la revista «Semana», la de mayor circulación en Colombia, entrevistó a quienes fueron liberados en la «Operación Jaque», como se bautizó el haber rescatado de las entrañas de las FARC a Ingrid Betancourt, los tres contratistas estadounidenses y siete policías y militares.
«La supuesta misión humanitaria era un puñado de militares disfrazados»Como recordaba la revista Semana en portada, el 2 de julio de 2008 la «Operación Jaque» sacó al grupo de secuestrados de las garras de las FARC «sin regar una gota de sangre». «Jaque» es vista hoy como una de las misiones de rescate con más éxito del mundo. Es utilizada como caso de estudio en Estados Unidos, España, Francia y otros países latinoamericanos. «A bordo de un helicóptero blanco y naranja, burlaron a la guerrilla como un caballo de Troya. La supuesta misión humanitaria, que les sirvió para engañar a los guerrilleros, no era más que un puñado de militares disfrazados», explica «Semana».
Esa operación graduó a las Fuerzas Armadas de Colombia como una de las más poderosas del mundo y la puso a la altura de las más famosas como Entebbe, en la que las fuerzas especiales israelíes liberaron a 102 rehenes de un avión secuestrado por terroristas palestinos en 1976.
Teología en Oxford
Pero más importante aún. Cinco años después a los ex rehenes se les ve bien. La ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, por ejemplo, fue entrevistada por «Semana» en Inglaterra donde estudia teología en la Universidad de Oxford. «Lo que me motivó a estudiar teología fue lo mismo que me motivó a ser política. La línea de coherencia en mi vida es cómo transformamos el mundo. Hay una permanente indignación por lo que hemos hecho de este mundo que se nos ha entregado. Y así como pienso que en política las acciones son necesarias para dar respuestas concretas, creo que la teología permite reflexionar en quiénes somos para poder dar esas respuestas», explicó Betancourt. No quiere volver por ahora. Aún sana heridas. Se separó de su marido, en Colombia aún no olvidan la demanda millonaria que presentó por su secuestro.
En cuanto a los militares, todos están o estudiando, a construyendo su hogar. Es el caso del sargento del Ejército Amaón Flórez Pantoja, quien estuvo 10 años en manos de las FARC. «Estando en la selva, soñaba con tener una familia. Y desde hace cinco meses es una realidad. Su hija Valeria nació de la unión con la enfermera Jancely Betancourt, a quien conoció en Bogotá en 2010. Los tres viven en Popayán, Cauca, donde Pantoja realiza labores administrativas para la unidad de hidrocarburos de la Tercera División del Ejército», le contó a «Semana». Testimonios esperanzadores. Vale la pena leer la historia.