El alzamiento separatista en el este de Ucrania se extiende con rapidez en las últimas horas con la toma de más edificios en las provincias de Lugansk, y Donetsk, donde los hombres armados se han hecho con el control de Konstatinovka y Horlivka, ciudades al norte de la capital. Donetsk es el centro político del alzamiento contra Kiev y se prepara para una nueva tarde de tensión ya que los proucranianos han convocado una manifestación para pedir la unidad nacional y rechazar el referéndum de autodeterminación del 11 de mayo. Una marcha similar organizada el lunes acabó con decenas de heridos tras el ataque de manifestantes prorrusos con palos, cadenas y barras metálicas ante la pasividad de unas fuerzas de seguridad que miraron hacia otro lado y no detuvieron la agresión, la misma actitud que tienen cuando los paramilitares deciden tomar edificios públicos o comisarías.

“Nos sentimos abandonados, indefensos. Kiev nos ha abandonado”, confiesa un activista proucraniano que tiene miedo de salir a la calle, “pero me da más miedo que estos bárbaros puedan decidir el futuro del país por lo que no tenemos más remedio que protestar”. La cita se ha difundido a través de las redes sociales y será a las seis de la tarde en un parque de las afueras de Donetsk, lejos del edificio de la Gobernación ocupado por paramilitares prorrusos. Cada día que pasa la sensación de abandono crece entre los partidarios de la unidad nacional que sufren la impotencia de Kiev a la hora de hacer cumplir órdenes a Policía y Ejército. Los efectivos de las fuerzas de seguridad saben que pierden de todas formas y no olvidan lo ocurrido en febrero en la plaza de la Independencia cuando las autoridades del entonces presidente Víctor Yanukovich ordenaron abrir fuego contra los manifestantes y después fueron ellos quienes tuvieron que cargar con la responsabilidad y hay agentes acusados de asesinato. En el este del país no parecen dispuestos a cumplir órdenes y prefiere mantenerse en medio de la disputa.

Se acerca el 11 de mayo, fecha prevista para el referéndum, y los separatistas quieren hacerse más presentes en las calles, por lo que también han organizado patrullas nocturnas armadas que se dedican a visitar edificios oficiales para arriar la bandera de Ucrania. De momento dejan desnudos los mástiles, pero no tardarán en izar las enseñas de la República Popular de Donetsk (RPD).