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04/07/2006 | México: Nuevo mapa electoral

Alberto Aziz Nassif

Después de una jornada electoral que transcurrió de acuerdo con el libreto, la incertidumbre cubrió la elección porque las encuestas de salida anticiparon un resultado completamente empatado. El conteo rápido tampoco definió un ganador.

 

El escenario nos regresa a los presagios de riesgo: no hay un ganador, pero ya tenemos a los dos punteros que declaran su triunfo. El Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) nos da información del 97% de las actas de casilla. La diferencia entre Felipe Calderón Hinojosa y Andrés Manuel López Obrador es menor a 1 por ciento. El IFE estableció que iremos al conteo distrital que se inicia el miércoles. Ya entramos a un proceso que sólo terminará cuando el Tribunal Electoral califique la elección, para lo cual pueden pasar dos meses.

1. Una nueva geografía electoral. El país votó de forma dividida, el PAN ganó 16 estados (Aguascalientes, Baja California, Coahuila, Colima, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora Tamaulipas y Yucatán) y el PRD 15 estados (Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz, Zacatecas) y el Distrito Federal. Hay una nueva distribución geográfica de los votos que sustituye lo que hubo hasta el 2003: los formatos de partido se mueven de dos sistemas de bipartidismo, entre PRI y PRD y entre PRI y PAN, con una franja de multipartidismo, hacia un nuevo bipartidismo entre PRD y PAN, cuya distribución territorial apunta a un norte y occidente blanquiazul, y el centro y sur amarillo. El PRI pasa a ocupar el tercer lugar con un nuevo tamaño de 20%.

2. El voto diferenciado. Como en otras elecciones, ahora volvió a darse el voto cruzado. Entre los tres grandes partidos hay diferencias, la más notoria es la del mismo PRI, en donde sus diputados y senadores están seis puntos arriba de su candidato presidencial, lo cual implica que se ejerció la segunda opción del voto del los priístas entre PRD y PAN. La diferencia entre AMLO y los candidatos a legisladores de su partido es inversamente proporcional a la del PRI, el candidato a la Presidencia del PRD está seis puntos arriba; en el PAN también hay una diferencia, pero menor porque su candidato presidencial está sólo tres puntos arriba de los candidatos a diputados y senadores. En los partidos nuevos también hubo un voto diferenciado, por ejemplo, en Nueva Alianza hay más de tres puntos de diferencia a favor de sus candidatos al Congreso, lo cual implica que hay un millón y medio de votos que fueron para los disputados, pero no para Roberto Campa, sino posiblemente para Calderón. En cambio, en Alternativa el efecto es inverso porque Mercado logra más de un millón de votos, pero sus candidatos al Congreso obtienen entre 250 y 300 mil votos menos que posiblemente fueron a dar a otro partido.

3. El poder legislativo. El Congreso tendrá una nueva composición, seguiremos con un gobierno dividido, las cámaras tendrán tres fracciones y la diferencia en la composición de los grupos parlamentarios será cercana, por ejemplo entre el primero y el tercero sólo habrá 6 puntos de distancia, y entre el segundo y el tercer sólo 2 puntos porcentuales. Por supuesto que estos números se fragmentarán a la hora de hacer la distribución en las dos coaliciones, habrá nuevas coaliciones legislativas.

Un primer resultado de los 300 distritos apunta hacia unos 140 diputados para el Partido Acción Nacional, 110 para la coalición Por el Bien de Todos y sólo 49 para la Alianza por México (EL UNIVERSAL, 3 julio 2006).

4. La participación. Según los datos del Programa de Resultados Electorales Preliminares, la participación electoral ronda el 59%, con los altibajos que muestran los índices por estado, en donde los más altos son Tabasco y el Distrito Federal con más de 68 %, y en la parte más baja quedan Guerrero y Baja California con un 47%. Si comparamos con 2000, la participación bajó unos cinco puntos, pero si se compara con 2003, hay una recuperación importante, a pesar de que las campañas de guerra sucia generalmente alejan a los ciudadanos de las urnas.

¿Qué sigue? En estos días habrá muchas pistas que se cruzarán con el cómputo de los votos. En contra de los que se regresan al pasado y hablan de fraude, considero que ese tipo de maniobra ya no es posible con el sistema electoral que existe hoy en día. Sin embargo, todo indica que se acerca una fase de múltiples impugnaciones y que tendremos varias semanas en donde el litigio electoral sustituirá a las campañas, con todo el desgaste que eso vaya a implicar. De cualquier forma, entraremos a una etapa de judicialización electoral. Al mismo tiempo que se cuentan los votos, para tener un ganador hacia el fin de semana, se pondrán en práctica cálculos y estrategias para amarrar el resultado o para revertirlo. Más allá de las maniobras de corto plazo, en algún momento habrá que pasar a la siguiente etapa política del país. De esta crisis de empates que anunciaron las encuestas, puede salir una agenda de reformas que urge concretar.

La pregunta es cuándo y cómo se va a construir una agenda. Lo primero que tendrán que hacer los que ganen será una operación cicatriz de inclusión, porque el hecho de no tener segunda vuelta y mecanismos parlamentarios para formar gobierno, nos indica que los problemas de la gobernabilidad son hoy mucho más densos que antes. Si Fox tuvo el 42 % y un gobierno dividido, el próximo presidente tendrá mucho menores márgenes y un escenario más complejo. Se podrá resolver la elección, pero la gobernabilidad tendrá que asegurarse mediante pactos entre las coaliciones de fuerzas, como la única posibilidad de construir un escenario de gobernabilidad. Por lo pronto, hay que evitar una confrontación, lo cual implica legalidad y manejo político. Ya tenemos un nuevo mapa electoral, pero todavía falta construir una nueva gobernabilidad. Porque un presidente con el 36% de los votos y un Congreso partido en tres fracciones no auguran nada positivo.

Investigador del CIESAS

El Universal (Mexico)

 


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