Inteligencia y Seguridad Frente Externo En Profundidad Economia y Finanzas Transparencia
  En Parrilla Medio Ambiente Sociedad High Tech Contacto
En Profundidad  
 
30/10/2007 | Argentina - De Néstor a Cristina

Alberto Aziz Nassif

En las elecciones argentinas del domingo no hubo problemas para que la esposa del presidente Néstor Kirchner ganara en una sola vuelta con 44.9% del voto. Cristina Fernández de Kirchner será durante los próximos cuatro años la presidenta, ahora sólo tendrá que cambiarse de oficina en la Casa Rosada.

 

En Argentina es la primera vez que una mujer gana la Presidencia por voto directo. Este recambio familiar hubiera sido un escándalo en otros países, simplemente en México no habría sido posible.

Detrás de la elección de Cristina Fernández se mezclan muchos factores que explican su resultado y las razones que acompañaron esta decisión. Un proceso electoral permite ver la perspectiva de un país, lo que ha pasado en los últimos años con Argentina. A finales de 2001 el país entró a una de sus peores crisis, sólo basta recordar la historia del corralito financiero que despojó a los argentinos de sus ahorros y la caída de un presidente tras otro. En este contexto llegó Néstor Kirchner a la Presidencia en 2003. El desprecio de los ciudadanos por los políticos se demostró en una famosa frase que expresaba el estado de ánimo: “Que se vayan todos”. A Kirchner le tocó juntar los pedazos de la crisis; llegó al poder sin despertar muchas expectativas y reconstruyó un presidencialismo fuerte.

¿Sobre qué bases llega Cristina a la Presidencia? Además de una carrera política ascendente, ganó por la política de los últimos años. Sin duda, su esposo tuvo logros importantes para salir de la crisis. Implementó estrategias en varias dimensiones, por una parte sacó al país de una crisis económica terrible y lo regresó a la ruta del crecimiento con estabilidad. Argentina tiene varios años creciendo a 9%. Además, lo hizo apartándose de las recetas neoliberales y con el pago de la deuda al FMI; con sus reservas cubrió 9 mil 810 millones de dólares (El Clarín, 15/12/2005). Un año antes, en 2004, Kirchner emprendió una política de defensa de derechos humanos y empezó a pagar la deuda de impunidad que anteriores presidentes, como Carlos Menem, habían decretado con indultos a militares responsables de las matanzas de miles de civiles. En esa ocasión hizo la siguiente declaración: “Vengo como presidente a pedir perdón en nombre del Estado nacional argentino por haber callado durante 20 años de democracia ante tantas atrocidades”.

A estos dos factores se puede agregar una suma de programas sociales, disminución sensible del desempleo y, como ha dicho un analista (Javier Corrales), hizo que los argentinos dejaran de sentirse en una crisis irremediable. En suma, Néstor Kirchner recuperó autoridad y reconstruyó un espacio público que llevó al país en una ruta opuesta al proyecto neoliberal que impuso el menemismo. Sobre estas bases llega hoy Cristina al poder.

Hablar de peronismo en Argentina tiene demasiados significados, es un tema bastante complejo. Para algunos se trata de una especie de marca que se remonta a su origen (1946-1955), como un régimen híbrido que se ha movido entre una democracia plebiscitaria y un autoritarismo (Carlos Waisman). El sistema de partidos políticos se encuentra completamente fragmentado: peronistas, radicales, neoliberales y socialistas circulan dentro de alianzas y frentes electorales que se construyeron para la elección, como sucedió con los tres principales candidatos y sus resultados electorales: el Frente para la Victoria de Cristina (44.9%), la Coalición Cívica de Elisa Carrió (23%) y Una Nación Avanzada de Roberto Lavanga (16.9%). La elección confirmó los números de las encuestas preelectorales que le daban a Cristina una ventaja de 20 puntos sobre el segundo lugar, como de hecho sucedió. Cristina no tendrá que ir a una segunda vuelta.

Con un triunfo que se anunció de forma anticipada, esta elección fue bastante atípica, según la calificaron diversos analistas. No hubo propiamente una campaña abierta, tampoco se generó un clima de incertidumbre porque la competencia estuvo en un nivel muy bajo. Al peronismo se le reconoce como una fuerza con gran capacidad de adaptación, como lo fue el PRI en una época; los principales debates y posturas entre proyectos, tanto hacia la derecha como hacia la izquierda, circulaban dentro de ese partido. Así, si Menem tuvo un sector mayoritario del voto en el espectro de centro-derecha, Cristina lo tuvo en el espectro de centro-izquierda. Además de su capacidad para gobernar, al peronismo se le reconoce como la fuerza que desde la oposición aglutina demandas ciudadanas, y desde el gobierno construye clientelismo.

El paso de la estafeta de Néstor a Cristina, lo que ya se conoce como la dinastía Kirchner, deja al presidente con buenas posibilidades de regresar en la siguiente ronda presidencial, sobre todo porque no tendrá el desgaste de un segundo periodo.

Esta personalización del poder, que ahora Cristina asumirá con banderas feministas el próximo 10 de diciembre, ha resultado de un balance en el que la oposición no ha podido presentar un frente unido para formar un contrapeso. La dinastía Kirchner se fortalece en esta segunda etapa, porque logró con mucho éxito darle la vuelta al fracaso de la política menemista de los 90. Lo que se preguntan ahora estudiosos como William C. Smith es si realmente ya se han superado de forma duradera las secuelas neoliberales que dejaron la dictadura militar y el menemismo, es decir, pobreza, desigualdad y exclusión.

El futuro próximo del gobierno que encabecerá Cristina se enfrentará a retos económicos importantes como el control inflacionario y el ajuste de precios de los energéticos. ¿Cuánto durará el auge de exportación de granos como la soja, que representa más de 25% de las ventas del país al extranjero? A través de este medio se calcula que el gobierno tiene una caja chica de 250 millones de dólares al mes para subsidios, planes sociales y ayudas, para lo que algunos llaman inversiones en popularidad. Se ha dicho que la soja (el oro verde) es para los Kirchner lo que el petróleo para Hugo Chávez (El País, 26/X/2007). No se sabe qué pueda pasar en 2011; por lo pronto, en 2007 no hubo problemas para que la Presidencia pasara de Néstor a Cristina.

Investigador del CIESAS

El Universal (Mexico)

 


Otras Notas Relacionadas... ( Records 1 to 10 of 5721 )
fecha titulo
11/11/2022 The Ultimate Unmasking of Henry Kissinger: Ambassador Robert C. Hilland the Rewriting of History on U.S. involvement in Vietnam and Argentina’s “Dirty Warâ€
10/11/2022 Un infierno astral se cierne sobre el Gobierno
24/04/2020 Argentina- Informe de Coyuntura semanal (versión corta) al 21 de abril sobre la situación política y económica argentina
20/04/2020 Argentina- Inflación y emisión: ¿qué pasará después de la cuarentena?
14/04/2020 Coronavirus en la Argentina. Alberto Fernández lleva al kirchnerismo a su lado más oscuro
09/04/2020 Argentina - Coronavirus: ¿No hay Estado presente para salvar a la economía?
06/04/2020 Argentina - ¿Una guerra de todos?
06/04/2020 El nuevo mundo de los corona-zombies
25/03/2020 Agentina - Informe de Coyuntura semanal (versión corta) al 24 de marzo sobre la situación política y económica argentina
22/09/2018 Sin dudas, la Argentina necesita volver a tener moneda


Otras Notas del Autor
fecha
Título
29/12/2010|
29/09/2010|
10/02/2010|
05/08/2009|
05/08/2009|
11/03/2009|
11/03/2009|
24/09/2008|
24/09/2008|
27/03/2007|
27/02/2007|
27/02/2007|
17/01/2007|
17/01/2007|
24/10/2006|
04/07/2006|

ver + notas
 
Center for the Study of the Presidency
Freedom House