El nivel de asistencia sorprendió a la Policía, que esperaba como máximo una décima parte de manifestantes. En la marcha participaron neonazis, hooligans y grupos radicales de rockeros, entre otros.

Unos mil 300 policías lograron evitar incidentes entre los participantes y una contramanifestación convocada por agrupaciones de izquierda, sindicatos y grupos eclesiásticos y de inmigrantes.

El acto contra los ultraderechistas y a favor de la acogida de refugiados reunió a más de mil personas con el lema: "El asilo es un derecho fundamental. El racismo no".

Durante las marchas se produjeron incidentes aislados entre la policía y manifestantes de izquierda que intentaron bloquear la ruta prevista para la marcha de los derechistas.

Ambos actos se produjeron un día antes del "superdomingo" electoral con comicios regionales en tres estados federados: Renania-Palatinado (oeste), Baden-Württemberg (sur) y Sajonia-Anhalt (este).

Las elecciones, marcadas por el debate en torno a la política de puertas abiertas de Merkel y los 1.1 millones de refugiados que el país recibió en 2015, podrían marcar un fuerte ascenso del partido de derecha populista y antiinmigración Alternativa para Alemania (AfD).

El obispo evangélico Markus Dröge dijo en la concentración de hoy contra la ultraderecha que no quería influir en la decisión que tomen los votantes mañana, según el discurso adelantado antes del acto.

Sin embargo, el religioso recomendó: "Den su confianza a quienes apuestan por la cohesión social y la defensa de todos los seres humanos frente a la violencia, la xenofobia y el odio".