“Para mí, lo primero no es acabar con el Estado Islámico sino con la corrupción”. Esta afirmación categórica la formula alguien nacido en Iraq, Joseph Sassoon, experto en política económica del mundo árabe en Georgetown y Oxford, hijo de la muy antigua (s.XVIII) familia Sassoon de comerciantes judíos de Bagdad. En su último libro, que ha presentado en Barcelona invitado por el Cidob, Anatomy of Authoritarianism in the Arab Republics (Cambridge University Press), estudia lo ocurrido entre 1952 y el 2011 en ocho países: Túnez, Argelia, Libia, Egipto, Sudán, Yemen, Iraq y Siria. Pero antes el profesor tuvo la ocasión única de bucear en los archivos iraquíes para elaborar Saddam Hussein’s Ba’th Party: Inside an Authoritarian Regime. Su visita ha coincidido con la ofensiva de las fuerzas leales al Gobierno iraquí para expulsar al Estado Islámico de la ciudad de Faluya.

“En ningún momento en los 35 años de régimen autoritario –de Sadam– la corrupción fue tan rampante y endémica como hoy”, escribía Sassoon en septiembre del 2013, cuando aún le quedaba al chií Nuri al Maliki el último de sus ocho años de primer ministro. “Fueron un desastre, con una corrupción y un sectarismo cada vez más profundos”. Ahora, “el sectarismo se ha convertido en un problema enorme. Existía antes del 2003, pero nunca a este nivel”. Ambos fenómenos, sectarismo y corrupción, están estrechamente ligados a la expansión del Estado Islámico (EI), que ganó adeptos entre los suníes bajo el principio de “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”.

Según él, aunque las fuerzas de Bagdad tomen Faluya, “eso no va a cambiar la situación: la población local está furiosa con un gobierno que la ha tratado mal”.

Se dice que hay unas 50.000 personas atrapadas en Faluya, cercadas por el ejército y las milicias chiíes. ¿Cree que esta gente está sufriendo bajo el EI, que no les permite huir, o en realidad lo apoyan?

No creo que necesariamente lo apoyen, creo que lo aceptan, que es distinto. La gente o no tiene dinero para huir o ha sido maltratada en Bagdad, así que dice: me quedo en casa. No se cuánta gente apoya al EI, yo creo que más bien lo soportan o tienen miedo.

Atacar ahora Faluya parece motivado por la venganza, tras las matanzas del EI en atentados en Bagdad.

Mucho de lo que ocurre en todo Oriente Medio está motivado por la venganza. También está, en Iraq, la cuestión del orgullo por parte del primer ministro Al Abadi, que es relativamente débil, que está presionado por Al Maliki, por los iraníes… Y tiene toda esa gente del mulá Moqtada al Sadr manifestándose en las calles de Bagdad. Tiene que hacer algo. No va a hacer un milagro económico porque el precio del petróleo es bajo, no va a acabar con la corrupción porque el Parlamento no le apoya, no se va a librar de Al Maliki porque le apoya Irán. Al menos, si toma Faluya, quizás…

Hay quien dice que todo el sur de Iraq es de Irán.

No estoy tan seguro, creo que es uno de los mitos que se han creado. Los chiíes iraquíes tienen su propia identidad en tanto que iraquíes. Pero hay mucha afinidad, e Irán es muy fuerte en el sur; controla la economía, en perjuicio de Iraq, porque muchas de las factorías pequeñas y medianas desaparecieron al no poder competir con los productos iraníes, que son más baratos y probablemente mejores. El paro es enorme. El precio del petróleo ha cambiado el rostro de la economía. No hace falta ser matemático: de 120 dólares a 40 dólares el barril. Es un hecho. Hay muchísima gente en la nómina del Gobierno. El petróleo es el 99% de las exportaciones, es el 97% de todos los ingresos, no hay nada más. Y se ha robado una gran cantidad de dinero. Mire las manifestaciones, por la luz, el agua, el alcantarillado, la basura, las infraestructuras… Y la fuga de cerebros continúa.

¿Cómo ve Iraq en un par de años? ¿El país será dividido entre kurdos, chiíes y suníes, en este caso con el Estado Islámico o no…?

Bueno, no estoy muy seguro de que Occidente permita que el EI se asiente. O los rusos… La posibilidad de una segregación está ahí, los kurdos más que nunca se han dado cuenta de que pueden existir de forma totalmente independiente, lo que es un gran cambio respecto a diez años atrás. Cuando el precio del petróleo vuelva a ser muy alto podrá volver a ser un país rico, pero de nuevo la corrupción estará ahí. Y se darán cuenta de que son muy dependientes de todo el sistema. Se hablará más de un sistema federal, cantonal, al estilo de Suiza, pero no es tan simple. Y en el sur, los chiíes frente a los suníes… Los suníes no olvidan. No es buen panorama.

Usted ha estudiado los archivos de Sadam. Algunos líderes en la cúpula del EI venían del partido Baas. ¿Cómo pueden haber hecho esa transformación, de un partido laico al yihadismo?

Es una buena pregunta, pero voy a ir a lo básico: el odio al sistema iraquí y lo que han hecho los chiíes. Empieza el día uno tras la caída de Sadam. Los que escaparon se convirtieron en guerrilleros, empezaron a reclutar terroristas suicidas. Recuerde que hubo una guerra civil entre el 2005 y el 2007. De repente, aparece el EI. No creo que ideológicamente sean realmente islamistas, de esa manera, pero…

Son pragmáticos.

¡Claro! Mire, Churchill se volvió amigo de Stalin, ¡Ja, ja! Le cuento una cosa interesante sobre Mosul, por ejemplo: antes de entrar allí, o en otras ciudades, la manera en que establecen sus redes de información y la obtienen se basa en el sistema del partido Baas. Cuando entran en una ciudad ya saben quién tiene dinero, quién está más contra el sistema, quién apoya al Gobierno. Reúnen información con el mismo método que utilizó Sadam incluso antes de tomar el poder en 1967. Para ellos es fácil. No se si son 20 o 50 o 200, pero un montón desaparecieron –con la caída de Sadam-, y 12 años después de maltrato como suníes, sin inversiones, sin desarrollo… A eso le puedes añadir lo que sea, más las venganzas personales. Cada cual quiere saldar sus cuentas.

¿Diría que en el Estado Islámico la ideología es solo una pequeña parte?

¡Mmmh! Es difícil de saber. Obviamente, esa maquinaria es increíble por la manera en que convencen a la gente. Tiene que haber un cierto número de personas que de verdad creen en esa ideología, porque es difícil que puedan convencer a tanta gente si de verdad no creen. No se si son 20 u 80, pero algunos realmente creen, desde el punto de vista religioso.

En Iraq el partido Baas estaba por encima de los militares y en Siria fue a la inversa, ¿no? ¿Por qué?

Es así. En Iraq, porque Sadam no fue admitido en la academia militar, y eso no lo perdonó nunca. Siempre sintió, y lo dijo en reuniones, en documentos, que el ejército es como una familia. Si estás en el ejército, aunque no conozcas a los demás, te ayudan. Él no podía formar parte de esa familia, así que, ¿qué hizo? Debilitarla. Es muy similar a lo que hizo Stalin al enviar al ejército a sus comisarios políticos para vigilar a los generales y oficiales. De modo que la lealtad se debe a un civil y no a un general. En Siria, Hafez el Asad era un general de la Fuerza Aérea, tenía prestigio, el respeto de otros oficiales, pertenecía a una familia.

¿Por eso a los Asad les fue mejor, al menos hasta ahora?

Correcto.

Al cabo de cinco años de guerra, El Asad ha sido capaz de imponer una narrativa según la cual su régimen secular se enfrenta a bárbaros yihadistas. ¿Hasta qué punto hemos de creer esa narrativa, que Damasco ha utilizado desde el principio?

Es un hecho, del que hablo en mi nuevo libro, que las ocho repúblicas –Siria, Iraq, Libia, Sudán, Yemen, Argelia, Egipto, Túnez- sospecharon de los islamistas. En los 80 empezaron a darse cuenta de que ya no había ideologías, en 1989 la URSS desaparecía y ya no había comunismo desde su punto de visto, lo que era bastante cierto. La unidad árabe se había acabado, el socialismo se había acabado, el nacionalismo…, podías hablar de nacionalismo en Argelia en los sesenta, pero no en los ochenta. Así que, ¿quién posee una ideología? Los islamistas. Tenían una ideología clara. Y los líderes veían eso como una amenaza enorme. Todos ellos, sin excepción, los combatieron, mucho y duramente. Así que la imagen de El Asad padre o hijo, proyectada como una sociedad secular, es auténtica en buena medida. Creo que Occidente está pasando por un periodo muy difícil: es elegir entre dos males, el mal de El Asad, que ha matado probablemente a 200.000 personas, con 5 millones de refugiados, y el mal de los yihadistas que básicamente se dedican a hacer volar gente por los aires. ¿Qué haces en una situación así? Es una elección muy dura.

Pero esa narrativa es una profecía autocumplida. El régimen estuvo ayudando a los yihadistas de algún modo…

¡Por supuesto! Y por supuesto, un montón de países ayudaron a estos yihadistas hasta que todo explotó.

¿Siria será dividida?

Hace dos o tres años era más probable. Si las informaciones son correctas, El Asad está ganando terreno. No se va a ir, los alauíes no se van a ir. Creo que hoy las posibilidades de que el país sea dividido son menores que antes. Es mi opinión, puedo equivocarme.

¿No está en el interés de Washington una Siria dividida?

No si una o dos partes del país están controladas por el EI. Los norteamericanos no lo van a aceptar ni tampoco los rusos. Ni los turcos. No está en el interés de nadie apoyar que una parte del país se convierta en el califato. Los iraníes desde luego combatirán algo así. Dada la constelación, Hizbulah, los americanos, los rusos, Irán…, esto va a seguir así algún tiempo.