Al inicio de un año que podría definir si el PAN llega con vigor a la elección presidencial del 2012, Felipe Calderón ha realizado una batería de cambios en su gabinete que apuntalan la figura de su ministro de Hacienda, Ernesto Cordero, visto como el delfín de los panistas agrupados en torno al calderonismo.

Calderón dispuso la llegada a las secretarías (ministerios) de Comunicaciones y Transportes, y de de Energía, de dos de los brazos

de Cordero. En la primera fue nombrado Dionisio Pérez Jácome, hasta ayer subsecretario de Egresos de Hacienda, cargo que en su momento también ocupó Cordero. Y a Energía llega José Antonio Meade, que también despachaba como subsecretario en Hacienda.

Además, los nombramientos incluyen la incorporación del diputado Roberto Gil Zuarth como secretario particular del Presidente. El perfil de los tres recién nombrados podría traer un beneficio aparte a Calderón, pues son jóvenes que cuentan con buen trato con el partido Revolucionario Institucional, que tiene la mayoría en la Cámara de Diputados y el control de la de Senadores.

El alumno aventajado

Pero los cambios sin duda fortalecen a Cordero, el alumno aventajado de Calderón, a quien conoció en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) en los noventa. Desde entonces, el hoy presidente le ha confiado la elaboración de propuestas de gobierno, incluso esa fue una de sus labores en la campaña presidencial de 2006, en la que Cordero fue el cerebro de los contenidos de la plataforma electoral.

Cordero ya había arrancado el año como protagonista de buenas noticias. Dio a conocer el martes que el año pasado se habían creado 730.000 empleos, una cifra notable luego de la crisis de 2008, e informó que para este 2011 se espera que el empleo siga en esa ruta.

De Comunicaciones y Transporte salió Juan Molinar Horcasitas, un cercano colaborador de Calderón que sufrió desgaste por distintas cuestiones. La más grave de ellas fue un incendio en un espacio gubernamental de cuidado infantil -que en su momento fue autorizado por él- y que le costó la vida a 49 niños. Aunque las instancias judiciales no encontraron responsabilidad alguna de Molinar, era cuestionado por opositores y ciudadanos por ese trágico incidente.

De la secretaría de Energía sale Georgina Kessel, que ahora presidirá Banobras, un banco de inversión pública.