El Gobierno argentino se mantiene en silencio respecto a la posibilidad de que el plan terrorista descubierto por el Departamento de Estado, y que implica al Gobierno iraní, incluyera atentados en Buenos Aires. Fuentes de la Cancillería aseguran que se está “evaluando” la situación. “En la conferencia de prensa del fiscal general de Estados Unidos no se mencionó ese tema. Son informaciones difundidas por una cadena de televisión”, recordaron. Un portavoz de la Embajada norteamericana remitió también al comunicado del Fiscal General. Sin embargo, según la agencia argentina Infobae, el subsecretario de Estado norteamericano, William Burns, ha llamado esta tarde a "autoridades argentinas" para brindar detalles del supuesto plan de atentados.

La posible conspiración iraní llegaría en un momento especialmente delicado, cuando las relaciones diplomáticas entre Argentina y EE UU pasan uno de sus peores momentos y cuando el Gobierno argentino empezaba a abrir un cierto diálogo político con el régimen de Teherán. Argentina rompió sus relaciones con Irán precisamente a raíz del atentado que sufrió una institución judía de Buenos Aires en 1994, que mató a 85 personas.

Las relaciones entre Washington y Buenos Aires quedaron seriamente deterioradas a raíz de un incidente ocurrido el pasado mes de febrero, cuando un avión militar norteamericano que llevaba material de entrenamiento para unos cursos antiterroristas de la Policía Federal Argentina fue paralizado, y su carga incautada, “por contener material que no había sido declarado previamente”.

Una de las maletas en disputa, objeto de un largo tira y afloja, hasta el extremo de que un marine se sentó durante varias horas encima de ella para impedir que fuera abierta, contenía equipos encriptadores que Estados Unidos calificó de “material sensible”. La maleta fue finalmente abierta y los funcionarios norteamericanos abandonaron el hangar haciendo patente su protesta por “un hecho insólito”. El avión detenido y la carga incautada fueron finalmente devueltos a EE UU, tras la decisión judicial de cerrar el caso.

Todo el operativo argentino fue presenciado por el propio ministro de Asuntos Exteriores, Héctor Timerman, que vio dificultado a partir de ese momento su diálogo con Washington. El Gobierno norteamericano, que oficialmente asegura que las relaciones entre los dos países son “normales”, ha votado recientemente en contra de intereses argentinos en varios organismos financieros internacionales.

Según el vicepresidente de la DAIA, Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas, Ángel Schindel, su comunidad no ha recibido ninguna información del Gobierno sobre los datos difundidos por la cadena estadounidense ABC. “No nos consta tampoco que haya habido un diálogo al respecto entre los Gobiernos de Argentina y de Estados Unidos”, aseguró.

La DAIA publicó hace pocos días un comunicado en el que aludía a los nuevos contactos, más o menos secretos, entre Buenos Aires y Teherán y recordaba que,aunque la decisión política de reanudar el diálogo entre los dos países era competencia del Gobierno, nada sería posible sin que previamente Irán permitiera que los ciudadanos iraníes acusados por Interpol de participar en el atentado de 1994, comparecieran ante la justicia argentina, como reclamo en su día la propia presidenta argentina, Cristina Fernández.

Argentina tiene la sexta población hebrea más grande del mundo, fuera de Israel. Solo en el área de Buenos Aires se estima que viven unos 200.000 judíos argentinos. La comunidad fue duramente golpeada por dos atentados: en 1992 estalló un coche bomba frente a la Embajada israelí y dos años después se produjo el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA).