El gobierno italiano decidió hoy frenar sus planes en cuanto al uso de la energía nuclear tras la crisis originada en Japón, a pesar de haber aprobado recientemente un decreto ley que permitía una moratoria.
La anterior medida, aprobada el pasado 23 de marzo, admitía una prórroga de un año para localizar y construir instalaciones de ese tipo en el país europeo y definir una estrategia nuclear.
El Ejecutivo del primer ministro, Silvio Berlusconi, presentó este miércoles en el Senado una enmienda al decreto ley Omnibus para adquirir más evidencias científicas del programa de localización, realización y ejercicio de instalaciones de producción de energía eléctrica nuclear.
Algunos analistas consideran la iniciativa del Gobierno una estrategia para evitar el próximo referéndum sobre el regreso a la producción de energía nuclear, previsto para el 12 y 13 de junio, en un clima social hostil tras el accidente de Fukushima en Japón.
A principios de 2010, la administración italiana aprobó y posteriormente refrendó en el Parlamento la vuelta a ese tipo de tecnología, después de que Berlusconi y el presidente francés, Nicolás Sarkozy, firmaran en febrero de 2009 un acuerdo de colaboración en materia nuclear.
Los italianos aprobaron en plebiscito en 1987, tras el accidente de la central ucraniana de Chernóbil, no producir más energía atómica y en aquel momento se cerraron los cuatro centros productores existentes en el país.