Hace tres meses el comité independiente que él mismo nombró para esclarecer si hubo corrupción en ese programa en Irak, le exoneró de cualquier mala conducta por no haber hallado pruebas de que hubiera favorecido a Cotecna en la adjudicación de un contrato millonario.

Sin embargo, las referencias contenidas en un correo electrónico acerca de una reunión desconocida hasta ahora, celebrada en 1998 en París, en la que participó para hablar del contrato, han provocado la reapertura de la investigación, ante las nuevas sospechas de tráfico de influencias.

Esto debido a que tan sólo una semana después de aquella presunta reunión Cotecna recibió en 1998 un jugoso contrato de más de 60 millones de dólares para supervisar la entrada de mercancías en Irak del programa humanitario “Petróleo por Alimentos”.

Evidencias. Las referencias a la reunión aparecen, según informó el diario The New York Times, en un correo electrónico que entonces envió el vicepresidente de Cotecna, Michael Wilson, a los propietarios de la empresa.

Según dice Wilson en el mensaje, la reunión, aunque breve, fue muy positiva, pues Annan les aseguró que contarían con su apoyo en el proceso de adjudicación de contratos.

El correo electrónico ha sido remitido en los últimos días por Cotecna al subcomité del Congreso estadunidense que investiga la gestión del programa humanitario, que acabó por facilitar sobornos millonarios al ex dictador iraquí Sadam Husein.

Al respecto el portavoz de la ONU, Fred Eckhard, afirmó: que “el secretario general no tiene ninguna constancia de esta reunión. Ni la recuerda, ni aparece en los registros del viaje a París”, ciudad en la que Annan participó en una cumbre de países francófonos.

“El secretario general ni siquiera sabía en aquel momento que Cotecna aspiraba a un contrato de la ONU”, insistió el portavoz.
Cotecna también ha remitido esta información al Comité de Investigación Independiente, un equipo nombrado por el propio Annan hace un año para esclarecer este escándalo.

Hace sólo tres meses, y tras una larga investigación, el Comité exoneró a Annan de cualquier mala conducta tras no haber podido hallar pruebas de que ejerciera una “influencia positiva o inapropiada” en la adjudicación del contrato.

De hecho, dice que si Annan hubiera sabido que Cotecna aspiraba a un contrato “hubiera incurrido en un conflicto de intereses”, como parece ser el caso. (La Crónica, México, 14 de junio de 2005).