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27/12/2009 | México - Narcotráfico: Una guerra por el trasiego y consumo

Francisco Gomez

Seis grandes organizaciones operan en el país, algunos en franca guerra, como el cártel de Sinaloa y el de Juárez, en Chihuahua.

 

El narcotráfico en México en esta última década quedó bajo el control de seis grandes organizaciones criminales, las cuales operan a lo largo y ancho del territorio nacional en alianza o asociados con bandas criminales de cada entidad. Informes de la Procuraduría General de la República (PGR), de la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF) y de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), revelan que los cárteles de los Arellano Félix o de Tijuana, el de Juárez o La Línea, el cártel de Sinaloa o del Pacífico, el cártel de los hermanos Beltrán Leyva, el cártel del Golfo y su brazo armado Los Zetas, además de la Familia Michoacana, dominan actualmente el escenario criminal en el territorio mexicano.

La importancia, poder e influencia de algunos de los cárteles de las drogas ha sufrido altibajos por el combate gubernamental y otros atraviesan por divisiones y en enfrentamientos internos que han mermado su fuerza, o bien se debaten en guerras por la supremacía de uno u otro. Ejemplos de ello, es el cártel de los Arellano Félix que actualmente enfrenta una división interna y lucha entre dos facciones de la misma organización; los cárteles de Sinaloa y de Juárez sostienen una guerra, lo mismo que Los Zetas y La Familia Michoacana.

Las familias sinaloenses o con orígenes en esa región siguen controlando bajo el “lazo de sangre” cuatro de las seis organizaciones del narcotráfico en México, lo cual habla del peso e influencia que desde antaño y en la última década han ejercido personajes oriundos de esa entidad, como Vicente Carrillo Fuentes, El Viceroy, Joaquín Guzmán Loera, El Chapo Guzmán”, Ismael El Mayo Zambada, Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, Los hermanos Arturo y Héctor Beltrán Leyva, y Fernando Sánchez Arellano, El Ajustador. Todos ellos continúan con el control y el poder de sus organizaciones, pese a los reacomodos, detenciones y muertes ocurridas en el entorno de cada uno de los cárteles

En otra escala se encuentran los cárteles del Golfo y de La Familia Michoacana. La primera de ellos adoptó para su crecimiento características de paramilitarismo al ser incrustados en la estructura de mando los ex militares que integran el grupo de Los Zetas, los desertores del Ejército quienes comenzaron siendo sicarios de la organización y ahora prácticamente se han apoderado de la organización. Resultado de la unión de grupos criminales bajo el lema del arraigo, la familia y la religión, La Familia Michoacana desbordó cualquier previsión oficial y se convirtió en una de las más peligrosas organizaciones a que se enfrentan actualmente las autoridades.

Organización desdibujada

Los Hermanos Arellano Félix o cartel de Tijuana detentaron un férreo poder hasta hace un par de años cuando desde el interior de la organización uno de sus testaferros se rebeló contra el poderío del clan establecido en esa frontera por Benjamín Arellano Félix, ya preso y a punto de ser extraditado a Estados Unidos. Luego de la captura de Francisco Rafael en 1993, el mayor descalabró al grupo fue la muerte en 2001 de Ramón, otro de los hermanos, cuando estaba en su apogeo su confrontación con otros jefes del narco mexicano, como son El Mayo Zambada, El Chapo Guzmán y El Güero Palma, comenzó a desdibujar a la organización.

La captura o muerte de otros de sus cómplices a lo largo de esta década preparó un ambiente de crisis en la organización que detonó tras el arresto de Francisco Javier, El Tigrillo. La última y más reciente captura de otro hermano, Eduardo, El Doctor, puso en jaque el control de la familia al frente del grupo criminal que para autofinanciarse recurrió al secuestro y la extorsión. Ahora, Fernando Sánchez Arellano, sobrino de los Arellano Félix, El Ajustador, está al frente pero enfrenta la insubordinación de Eduardo García Semental, El Teo, quien le disputa el mando.

Lucha fraticida

Al cártel de Juárez también se le conoce como la organización de la familia Carrillo Fuentes o La Línea. Actualmente está al frente de esta organización Vicente Carrillo Fuentes, hermano del extinto Amado Carrillo Fuentes, conocido como El señor de los cielos. Otro de sus hermanos, Rodolfo, El Niño de Oro, fue asesinado al igual que otro hermano, de nombre Cruz. También, el hijo de Amado, Vicente Carrillo Leyva, quien se consideraba parte de la estructura de mando de esa organización, fue detenido el año pasado.

Actualmente, el grupo conocido como La Línea, mantiene en Chihuahua una lucha fratricida con quienes en el pasado fueron sus aliados, El Mayo Zambada, El Chapo Guzmán, e Ignacio Coronel. De hecho, el estado de Chihuahua ocupa por esa razón el primer lugar entre las entidades con mayor violencia en México.

Alianza de intereses

Las cabezas visibles del cártel de Sinaloa son Ismael El Mayo Zambada, Joaquín El Chapo Guzmán, Ignacio Coronel, y Juan José Esparragoza Moreno, El Azul. Todos ellos han firmado una alianza de intereses que les ha permitido controlar una vasta zona del territorio mexicano. Sus dirigentes protagonizaron la primera disputa visible del narcotráfico en México contra los hermanos Arellano Félix, cuyo capítulo más renombrado fue cuando se produjo en 1993 el homicidio del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo en el aeropuerto de Guadalajara.

Después participarían con el cártel de Juárez y los hermanos Beltrán Leyva en la conformación de lo que se conoció como La Federación de Cárteles que intentó, entre otros objetivos, frenar el avance del cártel del Golfo y Los Zetas, pero esta endeble alianza se rompió cuando fue asesinado Rodolfo Carrillo Fuentes, El Niño de Oro, y se desquebrajó completamente cuando fue detenido en enero de 2008 Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo, el menor de los hermanos de ese clan y se acusó de ello a sus ex socios.

En este momento tiene abiertos frentes contra sus ex aliados en Guerrero, Morelos, Distrito Federal, estado de México, Michoacán, Chihuahua, Durango, Sonora y Tijuana. Sin embargo, también sufrió descalabros como fue la captura de sus principales operadores, Vicente Zambada Niebla, El Mayito, y Jesús Zambada García, El Rey, hijo e hermano de El Mayo Zambada, además de dos sobrinos de éste último. A ello se suma la muerte de Arturo Guzmán, El Pollo, hermano de El Chapo Guzmán.

Con incrustes de sicarios

Juan García Abrego y Osiel Cárdenas Guillén conformaron la identidad del cártel del Golfo, pero sobre todo el último de ellos creó algo hasta ahora no visto en ninguna parte en la historia del crimen organizado al incrustar en el aparato de dirección a sus sicarios, Los Zetas. La organización está hoy manejada por varios jefes visibles. Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca, Eduardo Costilla, El Coss, Ezequiel Cárdenas Guillén, Tony Tormenta, y Eloy Treviño, El 40.

Los Zetas, formado inicialmente por un grupo de ex militares que han reclutado a Kaibiles guatemaltecos, se han enfrentado contra El Chapo Guzmán y los hermanos Beltrán Leyva --las autoridades consideran que con este grupo logró un pacto el año pasado-- por el control de las fronteras de Tamaulipas, estados circunvecinos, de la costa del Pacífico como Guerrero y Michoacán, y del centro como el estado de México y el Distrito Federal. La disputa más reciente la sostienen con La Familia Michoacana, con los que mantienen una feroz guerra tras de que fueron aliados por un breve momento para enfrentar en Michoacán al cártel de Sinaloa.

El más joven

La Familia Michoacana es el cártel más joven que se conoce en México, pero no el menos peligroso. La historia de esta organización está registrada hasta con acta de nacimiento, pues se dio a conocer públicamente en Michoacán en 2006 a través de un desplegado en periódicos de esa entidad

Esta organización criminal se originó de la ruptura entre los hermanos Valencia y Carlos Rosales, bandos asentados en Michoacán, Jalisco y Colima. Sin embargo, una vez confrontados ambos bandos, los hermanos Valencia se alinearon con el cártel de Sinaloa y Carlos Rosales con el cártel del Golfo. Al final, Armando Valencia Cornelio y Carlos Rosales serían detenidos, y los narcos de Michoacán entonces rompieron sus alianzas y declararon la guerra al cártel del Golfo y al de Sinaloa.

Nació así La Familia Michoacana, encabezada por Nazario Moreno González, El más loco, y José de Jesús El Chango Méndez, Servando Gómez, La Tuta, Enrique Plancarte, El Tío, un grupo criminal que se mueve entre la violencia extrema y el fanatismo religioso. Suelen decapitar a sus enemigos y dejar recados sobre ellos, tales como que su crimen fue obra de justicia divina. Sus estrategias de lucha se asemejan a actos terroristas, incluidos ataques directos a cuarteles federales o el secuestro de policías, como sucedió luego de la captura de Arnoldo Rueda Medina, La Minsa. Pero ni la captura de lugartenientes ni el decomiso de arsenales han frenado la capacidad de fuego y de movilidad de la organización criminal.

Golpe a la organización

La ruptura de los Beltrán Leyva con el cártel de Sinaloa se produjo luego de la detención de Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo, el menor de la dinastía criminal. Las venganzas entre ambos grupos es de tal magnitud que Sinaloa se encuentra dividido por zonas, pueblos y barriadas que pertenecen a uno u otro bando. Sin dar ni pedir tregua, los Beltrán Leyva tienen en Edgar Valdés Villarreal, La Barbie, su principal escudo y arma de ataque para enfrentar a sus enemigos.

Los límites en los cuales se mueve la organización criminal están señalados por su poder corruptor y de infiltración. Son protagonistas del mayor escándalo de corrupción oficial de la última década dentro de la llamada “Operación Limpieza”, pues lograron infiltrar no sólo la estructura y mandos del organismo más importante de lucha contra el narcotráfico en México, la SIEDO, sino hasta la embajada de Estados Unidos donde tuvieron un “informante”.

Luego de la muerte de Arturo Beltrán Leyva, el líder del cártel, la organizaciónfue capaz de, en complicidad de Los Zetas, asesinar a la familia de uno de los marinos participantes en el operativo en el cual murió el "El Barbas". Se presume que el mando recayó en Mario Alberto Beltrán Leyva, alias Carlos o El General. Arturo, Alfredo y Mario Alberto son conocidos como Los Tres Caballeros.

francisco.gomez@eluniversal.com.mx

 

El Universal (Mexico)

 


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