Zetas, brazo armado del cártel del Golfo, cuentan con campos de entrenamiento para sicarios en Nuevo León y Tamaulipas, informaron ex integrantes del grupo y testigos protegidos a la Procuraduría General de la República (PGR).
De acuerdo con documentos a los que tuvo acceso EL UNIVERSAL, los sitios de adiestramiento cambian constantemente de ubicación dentro de las entidades citadas.
Los elegidos para integrarse al grupo reciben entrenamiento en tácticas de ataque con armamento de alto poder, con el fin de dar seguridad a los jefes del cártel del Golfo, custodiar cargamentos de droga o eliminar a competidores.
El reclutamiento de nuevos miembros es permanente, revelaron.
De acuerdo con la versión de un testigo identificado como Rafael, en 2001 el jefe del cártel, Osiel Cárdenas —extraditado a Estados Unidos en enero de este año— ordenó que todos los sicarios fueran trasladados a Nuevo León para recibir un mayor adiestramiento militar.
“El curso duró dos meses. A partir de ahí, Los Zetas, que ya éramos más de 50, comenzamos a realizar más y mayores operaciones”, expuso.
Mencionó a los fiscales de la PGR que una parte importante del grupo inicial de Los Zetas fue reclutado en Hidalgo, donde todos se habían desempeñado como militares durante la mayor parte de la década de los 90.
Por su parte, Karen dio a conocer que cada año Los Zetas se reúnen en algún punto del país que no esté “caliente” con el fin de que se conozcan los viejos y nuevos integrantes del grupo.
“Vienen desde distintas plazas y se aprovecha para realizar movimientos o cambios de la gente que está en el sur o el norte, celebran fiestas y juegan partidos de futbol”, manifestó.
| Entrenan a ‘zetas’ en armas de alto poder |
Información de la Procuraduría General de la República contenida en un expediente judicial sostiene que ex integrantes de Los Zetas y testigos protegidos han revelado que el grupo cuenta con campos de adiestramientos en Nuevo León y Tamaulipas, donde los sicarios son entrenados en tácticas de ataque con armamento de alto poder, como el asegurado aquí hace apenas unos días y que incluía un lanzacohetes Rocket He 60 mm.
Testigos protegidos identificados con los apelativos Geraldine, Karen, Rufino y Rafael, así como Nabor Vargas García, El Débora o Z-20, revelaron a fiscales de la PGR que la agrupación de Los Zetas —organizado por Osiel Cárdenas Guillén, extraditado el 19 de enero a Estados Unidos, y por el extinto Arturo Guzmán Decena, Z-1—, recluta permanentemente a nuevos integrantes, quienes según documentos oficiales a los que tuvo acceso EL UNIVERSAL, reciben entrenamiento militar para dar seguridad a los jefes del cártel del Golfo y custodiar cargamentos de droga o eliminar a competidores.
Añade que su estructura y entrenamiento les ha permitido tener movilidad por todo el país, penetrar y corromper corporaciones policiacas y servidores públicos de todos los niveles. Según uno de los testigos protegidos, cada año Los Zetas asisten a una reunión en la que se conocen los viejos y nuevos miembros del grupo, intercambian plazas, celebran fiestas y hasta juegan partidos de futbol.
Según los testimonios, el grupo de Los Zetas considerado por la autoridades policiacas como uno de los más peligrosos que opera en México, instaló sus campos de adiestramiento en los estados de Nuevo León y Tamaulipas, y constantemente cambian de ubicación dentro de la misma entidad.
El testigo protegido Geraldine señaló que Los Zetas originales recibieron adiestramiento en los ranchos Las Amarillas, ubicado en China, Nuevo León, así como en otro rancho localizadeo en la carretera de Ciudad Victoria-Matamoros, cerca del municipio de San Fernando.
En tanto, el también colaborador identificado como Rafael mencionó a los fiscales de la PGR que una parte importante del grupo inicial de Los Zetas fue reclutado en Hidalgo, donde todos se habían desempeñado como militares durante la mayor parte de la década de los años 90.
El mismo testigo protegido señaló que el extinto Guzmán Decena ordenó que el primer curso que recibieron Los Zetas fuera impartido por Luis Alberto Guerrero Reyes, Z-5 y el ex teniente del Ejército, Carlos Hau Castañeda, El comandante Hau.
“El entrenamiento se llevó a cabo durante un mes en un sitio de seguridad llamado Punto Selva, que se encontraba dentro del municipio de Matamoros”, precisó.
El primer curso que recibieron Los Zetas originales no fue más que el inicio de su preparación, según los testigos protegidos.
En septiembre de 2001, Osiel Cárdenas dio la orden que todo el grupo de sicarios fuera trasladado a Nuevo León para recibir ahí un mayor adiestramiento militar. “Los instructores del curso fueron Daniel Pérez Rojas, El Cachetes; Héctor Robles Duarte, El Caballo; e Isidro López Arias, El Colchón. El curso duró dos meses. A partir de ahí, Los Zetas que ya éramos más de 50 comenzamos a realizar más y mayores operaciones”, señaló el hombre identificado como Rafael.
En tanto, Karen reveló que cada año Los Zetas se reúnen en algún punto del del territorio nacional que no esté caliente, con el fin de que se conozcan los viejos y nuevos integrantes del grupo.
“Vienen desde distintas plazas y también se aprovechan para realizar movimientos o cambios de la gente que está en el sur o el norte”, añadió. |
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francisco.gomez@eluniversal.com.mx
