Diez años de excusas priistas han empantanado la creación de empleos y el crecimiento, pues, como lo demuestro en el libro "Quien manda en México", creen que bajos crecimientos y desempleo, les facilitará rescatar la presidencia.
Recientemente el Presidente Felipe Calderón invitó a los coordinadores del PRI en el Congreso a dialogar sobre las estrategias para el combate al crimen organizado. Se negaron a asistir con la excusa de que “nos invitaron con un día de anticipación y ya teníamos otros compromisos”. Hace meses les planteó una reunión sobre el mismo tema y la respuesta fue, “espere a que pasen las elecciones”.
La estrategia en materia de seguridad de los priistas se ha limitado básicamente a descalificar la lucha contra el crimen organizado del Gobierno Federal y a culpar al Presidente de las 28,000 muertes relacionadas con el narcotráfico, sin proponer soluciones y pasando por alto que donde gobierna el PRI a nivel estatal y municipal se han perpetrado la mayoría de esos crímenes.
La estrategia priista de “nadar de a muertito” en materia de seguridad en el congreso y en los estados que gobiernan, es la misma que en materia económica. En el libro “Quién manda en México” describo como en esta década el PRI ha boicoteado las reformas fiscal, laboral y energética con el objetivo de que la economía no crezca más, aumente el desempleo, llegue menos inversión extranjera, haya más descontento y tengan en ese ambiente mayores posibilidades de regresar al poder en 2012.
Desde el 2001 a la fecha el Ejecutivo ha presentado iniciativas de reformas para aumentar la competitividad e incentivar la inversión. Las excusas de los priistas para no aprobarlas o aprobarlas a medias, quitándoles su eficacia, como hicieron con la reforma energética, son las mismas que utilizan para mediatizar la lucha contra el crimen organizado: “no es el momento”,”nos avisaron tarde”, para que nos consultan, envíen primero la iniciativa al Congreso” o “no nos consultaron antes de enviarla”, “Hay elecciones por venir” o “dejen que pasen las elecciones”.
Diez años de excusas priistas han empantanado la creación de empleos y el crecimiento, pues, como lo demuestro en el libro “Quien manda en México”, creen que bajos crecimientos y desempleo, les facilitará rescatar la presidencia.