Los intereses de los poderosos líderes sindicales son  diferentes a los de los trabajadores, pues mientras los líderes se oponen a la transparencia y rendición de cuentas, la mayoría de los trabajadores la apoyan. La oposición de quienes se dicen de izquierda al salario por hora, no  concuerda con lo que quieren la generalidad de los trabajadores.

Una encuesta del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados muestra que la mayoría de los trabajadores encuestados, el 78%, están a favor de la transparencia sindical. El mismo estudio, nos dice que la mayoría de los encuestados, el 74%, piden cambios en la ley laboral que incluyan la contratación y el salario por hora.

Ese estudio, realizado en la Cámara de Diputados, con la finalidad de enseñar a los legisladores lo que quieren la mayoría de los trabajadores, lo pasan por alto quienes se presentan como defensores de los trabajadores, pero no apoyan lo que quieren la mayoría de los trabajadores.

En ese mismo estudio, el 46% de los trabajadores encuestados dice estar dispuesto a trabajar sin prestaciones, pues lo que quieren son empleos. Varios legisladores ignoran esa prioridad de la mayoría de los mexicanos en edad de trabajar. Defienden más las prestaciones, que sólo disfrutan el 36% de la población económicamente activa, y olvidan que las pesadas cargas de esas prestaciones son una de las principales causas de la escasa creación de empleos por las micro y pequeñas empresas, que constituyen el 99% de las unidades económicas del país.

Algunos legisladores, que se dicen de izquierda, rechazan la flexibilización de las leyes laborales sin ningún argumento lógico o empírico. Otros, por compromisos con líderes sindicales, se oponen a la transparencia de los recursos fiscales y cuotas que manejan los sindicatos, con el argumento de la autonomía sindical, sin importarles que la mayoría de los trabajadores apoyen esos cambios.