Se tratarÃa de un caso de financiación encubierta que habrÃa afectado a más de veinte Estados desde 2014, año de la anexión rusa de Crimea.Desde 2014, Rusia ha invertido más de 300 millones de euros para influir y asegurarse la lealtad de polÃticos y funcionarios en una veintena de paÃses, según un nuevo cable diplomático de Estados Unidos hecho público este 13 de septiembre.
En el memorando diplomático no se detalla la lista de
países afectados, pero es patente que en el pasado Rusia ha canalizado dinero
para candidatos extremistas europeos como Marine Le Pen en Francia o Matteo
Salvini en Italia.
El cable afirma que Rusia pretende canalizar «cientos de
millones más en el futuro» a partidos y políticos afines en esos países. El
objetivo de esa campaña, según la diplomacia norteamericana, es manipular a las
democracias desde dentro.
Países advertidos
Un funcionario del departamento de Estado en Washington
ha revelado este martes bajo condición de anonimato ese cable, que ha sido
enviado a embajadas de países afectados por esa campaña de injerencias.
El cable viene firmado por el mismo secretario de Estado,
Antony Blinden, y ha sido elaborado con información de la Inteligencia
estadounidense, que ha seguido la pista de esos millones canalizados desde
2014. El funcionario antes mencionado dijo que el cable fue enviado a Europa,
África y el sur de Asia.
No es común que EE.UU. revele sus hallazgos de
Inteligencia, pero desde los días previos a la invasión de Ucrania ha optado
por más transparencia para forzar a sus aliados a tomar medidas ante estas
injerencias. La misma Inteligencia y la Fiscalía en EE.UU. han llegado además a
la conclusión de que Rusia intentó influir en las elecciones presidenciales
norteamericanas de 2016 y 2020. El fiscal especial Robert Mueller hasta llegó a
imputar a 34 rusos por ello.
Recientemente, Biden declaró una emergencia nacional para
reforzar a EE.UU. ante la posible injerencia en las elecciones parciales de
noviembre, en las que se renueva el poder legislativo y varios gobiernos
estatales.
En julio, un gran jurado de Tampa imputó a un ciudadano
ruso, Alexander Ionov, promotor del independentismo en Cataluña y otros
lugares, por tratar de interferir con la inteligencia rusa en las elecciones a
gobernador de este año.
El cable no está clasificado, pero sí está marcado como
«sensible», lo que significa que no debería difundirse ni compartirse con
aliados extranjeros. Ha sido enviado a una veintena de embajadas para que las
misiones diplomáticas de EE.UU. en ellos contacten con los gobiernos
anfitriones y traten de las injerencias de Rusia, incluidas las llamadas
«medidas activas», infiltraciones en sus sistemas políticos.
Trump y el Brexit
El fiscal especial Mueller halló que en 2016 el Kremlin
tenía en marcha dos campañas distintas para beneficiar a Donald Trump, que ganó
las elecciones. Mueller, que antes fue director del FBI, no se pronunció sobre
si Trump fue culpable de conspirar con Rusia para llegar a la Casa Blanca.
La Inteligencia norteamericana también cree que Rusia
interfirió en el referéndum del Brexit en 2016 para facilitar la ruptura de
Reino Unido con la Unión Europea.
En Barcelona, el juzgado de instrucción número 1
investiga como parte de una amplia causa sobre malversación los lazos de
destacados líderes independentistas catalanes con empresarios y funcionarios
rusos. También ha identificado la inteligencia española la presencia de espías
militares rusos en Barcelona durante el referendo ilegalizado del 1 de octubre
de 2017.
La embajada de EE.UU. en España no ha confirmado si ha
recibido ese cable de Washington. La embajada rusa en la capital norteamericana
tampoco ha respondido a la solicitud de respuesta.
Durante meses, el presidente de Ucrania, Volodímir
Zelenski, ha denunciado las injerencias de Rusia en la política de su país.
Según dijo la Inteligencia británica antes de la invasión rusa iniciada en
febrero de este año, el Kremlin hasta tenía ya elegido el Gobierno pro-ruso que
impondría en Ucrania tras una apabullante victoria militar que no se produjo.