Después de una reunión especial de alto nivel sobre ley y orden, el ministro de Información Qamar Zaman Kaira dijo que el Gobierno acogerá negociaciones bajo las condiciones adecuadas.

"Una cosa está muy clara que tendrán que aceptar el mandato del Estado y rendirse ante el Gobierno. Nuestras puertas están abiertas para las negociaciones con quienes se rendirán ante el Gobierno", dijo a la prensa.

Los talibanes no han mostrado indicios de que ingresarán a las negociaciones desde que el Ejército lanzó una serie de ataques al centro talibán en abril del 2009.

Los ataques suicidas en la ciudad oriental de Lahore la semana pasada elevaron nuevas dudas sobre la efectividad de esas operaciones.

El primer ministro pakistaní, Yusuf Raza Gilani, abrió el encuentro de ley y orden con un llamado a los partidos políticos y líderes religiosos a ayudar al Estado y el Ejército a combatir la militancia y llamó a una conferencia nacional para formular una estrategia para combatir el terrorismo.

Una nueva ola de violencia interna y un descontento público más profundo podría distraer al Gobierno de Pakistán, que según analistas está ocupado intentando obtener una mayor influencia en Afganistán si se negocia la paz, a fin de contrarrestar la influencia enemiga de India en ese país.

Gilani fue citado en un comunicado de su despacho diciendo que el Gobierno federal no podía manejar el problema por su cuenta.

"Además del Ejército y las agencias de la ley, el terrorismo, sectarismo y división étnica deben ser manejados por los importantes pilares del Estado, contando a representantes públicos de todos los partidos políticos, líderes religiosos y sociedad civil", señaló.

*Escrito por Michael Georgy, editado en español por Juana Casas