Ante la nimiedad prevaleciente frente a la amenaza a la libertad de la izquierda quiero empezar por rescatacar las palabras de Karl Popper al respecto del “encomiado postulado aristotélico” del término medio, como expresión de la virtud frente al vicio. 

Antes de citar a Popper quiero hacer una observación al respecto de que parece muy ese principio que parece muy prudente a priori, el problema es definir cual es el termino medio en la practica. Pero la crítica de Popper es más lacerante, más actual y más relevante y dice “En lugar de los penetrantes flashes de intuición de Platón encontramos una seca sistematización y el amor, compartido, por tantos escritores mediocres de los últimos tiempos, de asentar cualquier cuestión emitiendo un elaborado y solemne juicio sano y balanceado “que ignora el problema”.

Esta es la situación que enfrentamos hoy en el mundo y dramática por no decir trágicamente en Argentina. La marcha organizada por Blumberg y su aparente buen éxito desde mi punto de vista, en gran medida ignora el eje del problema que enfrentamos. Lamentablemente aquí no estamos discutiendo el problema la inseguridad en las calles, sino la inseguridad ciudadana frente a la arbitrariedad dictorial del gobierno.

La marcha fue un nuevo hito en la evaluación que realmente hace la sociedad de la gestión gubernamental en un tema que decididamente afecta a todos. Pero el error consiste en pensar que ella no se debe precisamente a una concepción ideológica que he denominado montonazi, según la cual es la sociedad la culpable de la delincuencia. Más recientemente el neo-liberalismo que crea a los excluidos

Esa es la visión que Thomas Sowell en su excelente obra “The Vision of the Anointed” describe como la “visión de los ungidos”. Así la discusión con la izquierda toma en carácter moral según la cual quien no está de acuerdo con ella es por definición inmoral, pues no le importan las penas del prójimo. Así dice Sowell “Cuando uno discrepa con alguien de la izquierda, seguramente pensara que uno es egoísta, está vendido, insensible y posiblemente malo” Y esta visión de Sowell está relacionada precisamente con el mundo desarrollado, particularmente Estados Unidos, donde los intelectuales tienden a ser impermeables a la evidencia.

Entonces entre la visón de los ungidos y los que creen en los términos medios aristotélicos perdemos de vista la realidad imperante, que es una dictadura avalada por el nirvana democratistas. Es así que tengo entendido que Blumberg en su alocución dijo que él no estaba en contra del presidente sino que quería ayudarlo. ¿Ayudar a qué?. Es evidente que sin dudar de su buena fe, lamentablemente Blumberg parece desconocer la realidad que afecta hoy a la Argentina. Afortunadamente, no obstante parecería que ya hay más gente que se han dado cuenta y la marcha fue una prueba de ello, así como la dirigida por D´Elia mostró la debilidad creciente del gobierno ante la opinión pública.

El Sr D´Elia representante de lo que he denominado las SA, montonazis, hoy es un peso muerto para el gobierno que lo descoloca. Fue el caso de Hitler cuando se vio forzado a destruir las S.A. y a su jefe el Sr.. Rhome, en “la noche de los cuchillos largos” acusándolos de homosexuales traidores. Pero la realidad es que la defensa de la seguridad es una cuestión política. La política no es sólo la lucha por el poder, que es precisamente el objeto oculto de las ideologías de los ungidos. Dígase de los socialistas y los nacionalistas

Si bien el Rabino Sergio Bergman, en su discurso que aparentemente fue el mejor recibido por la audiencia en la Plaza ,dijo que los derechos no son una cuestión política , la realidad es que si lo son. Como también lo fueron sus sabias palabras referente al poder cuando dijo “El poder es para servir y no para servirse y cuando no para acumularlo sino para repartirlo en las instituciones que nos garantizan a cada uno de nosotros vivir en paz”. Y yo diría vivir en libertad y no a merced del poder político de turno, y con el proyecto de perpetuarse

Insisto, el problema de la inseguridad en la calle es más la consecuencia de la inseguridad que reina cuando se violan los más elementales derechos ciudadanos. Así el Sr D´Elia se siente con el derecho y el poder para invadir la propiedad privada, como lo ha hecho el presidente con sus decretos de necesidad y urgencia. La solución a la inseguridad en la calle no vendrá de recomendaciones específicas al gobierno sino cuando se logre modificar la ideología imperante que define la política, autoritaria y demagógica del gobierno. Como si fuese poca la situación de inseguridad el gobierno pretende modificar el Código Penal para hacerlo mas lenitivo con los delincuentes. En la obra citada Sowell cuenta cuando se aplicó ese criterio en Estados Unidos el número de asesinatos se multiplicó por dos entre 1961 y 1974, y el número de arrestos juveniles por asesinatos se triplicó entre 1965 y 1990.

Una cosa es que el planteo no sea partidario y otra que no sea político el pedir que se cumpla con la Constitución. Creer que se puede resolver el problema de la seguridad frente a la delincuencia, mientras se viole el orden jurídico, es un sueño de una noche de verano. En otras palabras una ilusión pues la izquierda que usa la ideología para justificar el poder político absoluto, ha hecho políticamente incorrecto al hablar de ideología o lo que es lo mismo hablar de política. Ellos son el bien y los que están en contra son traidores a la patria, y por supuesto vendidos al “imperialismo”.

Pero no hay duda de que la marcha fue un éxito. Insisto en que el panorama político parece haberse dado vuelta. Ahí tenemos a De la Sota que daría la prueba de que cuando el barco se está hundiendo, los ratones se tiran al mar. Y así vemos la desintegración del partido peronista. Lavagna es igualmente una mosca en la sopa y hasta Alfonsín está preocupado por esta demencia dictatorial que él ayudó a construir; primero con el pacto de Olivo, y después con el golpe de Estado Civil a De la Rúa . El campo está de luto y CRA en su defensa. También vemos al Obispo de Misiones contra la reelección de Rovira, y por supuesto la media intelectual parece igualmente cambiado estar cambiando su posición. Y de encuestas no se habla últimamente. Pues bien ya que Blumberg se ha a convertido en un referente, sería cuestión que aprenda su rol, pues no es cuestión de medias tintas cuando es la libertad la que está en juego..