La embajada china en Bruselas ha contestado diciendo que sus representantes «actúan siempre de acuerdo con la ley».
Aunque no existe una relación directa con la actual
situación de pandemia por coronavirus, los servicios de espionaje belgas tienen
constancia de que agentes chinos han espiado en los últimos años a los expertos
belgas en guerra biológica y vacunas de las instalaciones que tiene en este
país el gigante farmacéutico británico GlaxoSmithKline (GSK) y otras empresas
belgas de alta tecnología, así como el departamento de biología de la
Universidad Católica de Lovaina.
La Embajada china en Bruselas ha contestado diciendo que
sus representantes «actúan siempre de acuerdo con la ley», pero el informe de
la inteligencia belga insiste en que el área de vacunas y guerra biológica «es
de gran interés para China, debido a su sobrepoblación, está muy expuesta a
epidemias, así como ofensivamente, ya que ha estudiado el Ébola como un vector
ofensivo».
Con cerca de cuatro millones de personas contagiadas y
más de un cuarto de millón de fallecidos por el Covid-19, el mundo vive una frenética
competición por conseguir cuanto antes la vacuna que permita volver a una
cierta normalidad.
Según informó el mes pasado la Organización Mundial de la
Salud (OMS), hay unas 70 investigaciones en marcha en una veintena de países
para dar con el remedio para prevenir el contagio.
Además, la denuncia belga de espionaje por parte de Pekín
se produce en medio de la presión hacia China para que dé explicaciones sobre
el origen de la pandemia, que países como Estados Unidos, Reino Unido y
Alemania creen por ahora insuficiente.
En este sentido, los países de la Unión Europea preparan
una resolución para la asamblea anual de la OMS que comienza el 18 de mayo,
sobre cómo se originó el nuevo coronavirus, según dio a conocer este jueves el
alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell.