Las dos cajas negras que se encontraron, vitales para resolver el misterio, están "gravemente dañadas". No hubo ningún fallo técnico. Tampoco se ha encontrado ninguna maniobra errónea del piloto durante el vuelo. Las condiciones climáticas eran buenas. ¿La causa del accidente del Boeing 737-800 de China Eastern Airlines que cayó en picado en una región montañosa remota en el sur de China el pasado 21 de marzo? Nadie lo sabe.
Como requiere el protocolo, tras el accidente, la
autoridad de aviación de China se comprometió a presentar un informe preliminar
en 30 días ante la Organización de Aviación Civil Internacional. Esta semana se
han conocido algunos detalles de ese informe, pero no se han despejado las
dudas sobre qué ocurrió durante el vuelo MU 5735 que se dirigía desde la ciudad
de Kunming a Guangzhou cuando se estrelló matando a las 132 personas que iban a
bordo.
Las dos cajas negras que se encontraron, la grabadora de
voz de la cabina y el registro de datos de vuelo, vitales para resolver el
misterio, están "gravemente dañadas", según el informe, y los
investigadores siguen tratando de recuperar su contenido y analizando los
datos.
La información más concisa es lo que ha compartido la
agencia de noticias china Xinhua, citando al regulador aeroespacial del país:
no se han encontrado señales de que los instrumentos de navegación o monitoreo
hayan fallado, o que hubiera errores del piloto. Durante el último mes, dentro
de la lluvia de especulaciones en redes chinas, sigue cogiendo fuerza la sombra
de la tragedia de Germanwings (2015), cuando el copiloto estrelló un Airbus
A320 en los Alpes franceses matando a 144 pasajeros.
Pero por ahora no hay ningún aporte adicional sobre esta
hipótesis del suicidio más que los datos publicados por un servicio que
monitoriza el tráfico aéreo, FlightRadar24, que derrumbarían la teoría porque
mostraban la supuesta batalla de los pilotos para estabilizar la aeronave.
Habrían ascendido brevemente el avión durante una primera caída. Pero 15
segundos después, una segunda inmersión lo enviaría contra una ladera en las
montañas de Guangxi.
Al mando del avión estaba el capitán Yang Hongda (32
años), que hace cinco meses había sido padre. De copiloto iba Zhang Zhengping
(59), un veterano con 32.000 horas de vuelo en una carrera de más de 30 años.
Zhang se iba a jubilar dentro de tres meses.
El informe señala que las credenciales de los técnicos de
mantenimiento y las tripulaciones de cabina y de cabina eran válidas, que se
realizaron las comprobaciones de seguridad requeridas en el momento adecuado y
que se certificó que el avión estaba en condiciones de volar. Antes del vuelo,
no hubo reportes de fallos y no se declararon mercancías peligrosas en la
carga.
"El avión despegó de la pista 21 del aeropuerto de
Kunming Changshui a las 13:16 horas de Pekín, se elevó a una altitud de crucero
de 8.900 metros a las 13:27; ingresó al área de control de Guangzhou a lo largo
de la ruta A599 a las 14:17. El radar mostró una desviación a las 14:20:55 de
la altitud de crucero; el controlador llamó a la tripulación de inmediato, pero
no recibió respuesta. A las 14:21:40, la última información de la aeronave
registrada por el radar fue: altitud de presión estándar de 3.380 metros,
velocidad respecto al suelo de 1010 km/h y rumbo de 117 grados. Posteriormente,
la señal del radar desapareció", reza el informe preliminar.
El avión se desintegró tras el impacto en un valle cerca
de la ciudad de Wuzhou, formando un cráter de 20 metros de profundidad y
provocando un incendio en el bosque circundante. Las piezas del avión acabaron
dispersas por la montaña, algunas de ellas enterradas bajo tierra.
Las autoridades chinas dijeron durante la búsqueda de los
restos que se excavaron más de 22.000 metros cúbicos de suelo y se encontraron
49.117 piezas del avión. El estabilizador horizontal, el motor y los restos de
la punta del ala derecha, no se recuperaron hasta diez días después. Más
tiempo, casi dos semanas, pasaron hasta que se confirmó que todos los pasajeros
habían fallecido.
Las autoridades aún no han dado a conocer los nombres de
las víctimas. Según cuenta el diario hongkonés South China Morning Post, en
desastres anteriores, generalmente se enviaba a los funcionarios para consolar
y vigilar a los familiares, asegurándose de que no organizaran protestas ni
expresaran quejas sobre el manejo o la compensación por parte del Gobierno.
Los funcionarios chinos anunciaron tras el último
accidente que se habían asignado "grupos de trabajo" especiales de al
menos tres personas a cada familia. Además, la aerolínea también habría
proporcionado a las familias "consejeros de duelo, expertos en finanzas,
seguros y asuntos legales".
Un vídeo de las cámaras de una cuenca minera captó justo
el momento en el que el avión cayó en picado, descendiendo en una línea recta
completamente vertical y estrellándose en una ladera. Boeing dijo el año pasado
que solo el 13% de los accidentes comerciales fatales a nivel mundial entre
2011 y 2020 ocurrieron durante la fase de crucero -la altura a la que volaba el
avión chino-, mientras que el 28% ocurrió en la aproximación final y el 26% en
el aterrizaje.
Ha sido el peor accidente en China desde 1994, cuando 160
personas murieron en un vuelo de China Northwest Airlines que se estrelló
después de que la aeronave se partiera en dos en el aire. Hacía 12 años que
ningún avión se caía en un país que, dos días antes del accidente, anunció el
récord mundial de cero incidentes importantes en más de 100 millones de horas de vuelo.