Inteligencia y Seguridad Frente Externo En Profundidad Economia y Finanzas Transparencia
  En Parrilla Medio Ambiente Sociedad High Tech Contacto
En Parrilla  
 
10/09/2007 | Peor el remedio-Seis años después del 9/11 los atentados terroristas se han duplicado y Al Qaeda está más vivo que nunca.

Revista Cambio (Co) Staff

El martes se cumplen seis años del 9/11, el ataque terrorista en el que murieron casi 3.000 personas bajo los escombros de las Torres Gemelas, en Nueva York, y el Pentágono, en Washington. Pero también se cumplen seis años desde que Estados Unidos embarcó al mundo en una "cruzada" para destruir la fuente del mal que desató semejante odio: los grupos terroristas como Al Qaeda, que habían encontrado santuario en países hostiles.

 

Lo triste es que el balance de la guerra es pobre. De hecho, los mismos organismos de inteligencia de Estados Unidos coinciden en que la situación ha empeorado. En su último reporte, de marzo de este año, el departamento de Estado sostiene, por ejemplo, que el terrorismo se ha duplicado desde entonces y que Al Qaeda, el objetivo central, está más vivo que nunca.

Hace pocas semanas, el Centro Nacional contra el Terrorismo en Estados Unidos publicó un informe en el que da cuenta de que el grupo ha recuperado la capacidad operacional que tenía antes del 9/11 con bases en Waziristán, frontera entre Afganistán y Pakistán. Peor aún, ha buscado y encontrado refugio en otros países como Somalia, África, en donde ha montado un tercer frente de guerra, si se suma al que ya poseen en Iraq. "Al Queda está bien posicionado para atacar a Occidente", es el título del lúgubre reporte.

Por no hablar de Osama Bin Laden, la cabeza de la serpiente, que sigue sin ser capturado, o de los talibanes, que de acuerdo con los más recientes informes han recuperado su poder en Afganistán.

Según la ONU, las cosas podrían empeorar, pues el país ha recuperado el ominoso título de principal productor de heroína del mundo (el 90% de la producción total) y los fondos están llenando las arcas de los temidos "mullahs".

Irónicamente, como sostiene el Centro Global para el Terrorismo, una agencia independiente que estudia el fenómeno, "la guerra contra el terrorismo ha provocado más terrorismo". También existe consenso en que el principal catalizador del auge del terrorismo ha sido la guerra en Iraq. Eso, dicho por el Estimado Nacional de Inteligencia, un informe elaborado en conjunto por los 16 agencias de inteligencia de Estados Unidos.

De acuerdo con el análisis, la invasión a Iraq ha dado oxígeno a las facciones más radicales del Islam. "Antes que encogerse, el extremismo racial -como consecuencia de la guerra-, ha entrado en metástasis y se está expandiendo por todas partes del mundo", dice el reporte, que también menciona el surgimiento de muchos grupos que se inspiran en Al Qaeda pero que son autosuficientes y operan sin la directriz de Bin Laden. A esos, por ejemplo, se atribuyen los atentados en Madrid, en marzo del 2004, y los de Londres en julio del 2005.

El auge del extremismo islámico como reacción a la guerra también se ha sentido en el ambiente político de la región. En Pakistán, un país de musulmanes  moderados, el movimiento ha comenzado a tomar fuerza en respuesta al apoyo casi incondicional que el presidente Pervez Musharraf le ha brindado a Estados Unidos. Musharraf, para sostenerse, tuvo que realizar una alianza con su gran rival Benzair Bhutto. Pero la alianza es frágil y podría conducir a una crisis institucional en la que podrían salir fortalecidos los radicales.

El otro caso es el de Hamas, en Palestina, que ganó las elecciones parlamentarias el año pasado y durante este verano se tomó por la fuerza la franja de Gaza y complicó los prospectos de una paz negociada con Israel aún más.

La tendencia se siente en otros países. Desde Turquía hasta Indonesia. El  Estimado de Inteligencia sostiene que la situación no mejorará, pues los "jihadistas" que viajaron a Iraq para combatir a Estados Unidos, pronto retornarán a sus países a propagar su ideología. 

Lo más anecdótico es que esta "guerra contra el terrorismo" que era la gran bandera del presidente George W. Bush, se ha convertido en su peor lastre. En los dos años que siguieron al 9/11 Bush gozó de una popularidad que rayaba en el 80%. Hoy escasamente alcanza el 30%, el mismo nivel del presidente más impopular de la historia: Richard Nixon. En el proceso, Bush vio evaporarse la mayoría republicana en el Congreso estadounidense, hoy controlado por los demócratas, y todo indica que dejará la Casa Blanca a la oposición.

Nadie ha dicho que es mejor quedarse cruzado de brazos frente al terrorismo. Pero lo que estos últimos seis años demuestran es que librando guerras, imponiendo ideologías y asumiendo posiciones unilaterales poco se ha logrado. Al contrario, la cura ha resultado peor que la enfermedad.

Mientras tanto, los candidatos demócratas han aprovechado la ocasión para ventilar sus propias propuestas, que para muchos analistas son mucho más sensatas: aumentar la cooperación policial y de inteligencia con países involucrados, además de fortalecer a la sociedad civil como antídoto ante las expresiones más radicales que se alimentan de la pobreza y el aislamiento.

Así, tal vez, la historia por contar al cabo de los próximos seis años, sea una más optimista.

LA ESTRATEGIA DE BUSH

Más que una muestra de apoyo, el intempestivo viaje del presidente George W. Bush a Iraq fue una clara señal de que Estados Unidos está próximo a retirarse. En una base militar de la provincia de Anbar, el Presidente anunció que de continuar los avances de los últimos meses, sería probable retirar tropas sin comprometer la situación de seguridad.

Con ello, Bush trata de matar dos pájaros con un tiro. Primero, anticiparse al testimonio que rendirá ante el Congreso el general David Petreaus, durante el debate en el que será evaluada la situación en Iraq desde que Bush ordenó el aumento de tropas a comienzos de año. Eso aliviaría un poco la presión de los demócratas, que han convertido el tema de Iraq, y el del repliegue, en el centro de sus relaciones con la Casa Blanca.

De paso, Bush busca otorgar un margen de maniobra a los candidatos presidenciales del Partido Republicano, que han tenido que cargar con el fardo de Iraq y la impopularidad de Bush. Audaz maniobra, aunque muchos piensan que llega demasiado tarde.

Revista Cambio (Colombia)

 



Otras Notas del Autor
fecha
Título
26/05/2010|
04/04/2010|
04/04/2010|
10/02/2010|
28/03/2009|
28/03/2009|
22/03/2009|
13/03/2009|
13/03/2009|
12/03/2009|
12/03/2009|
02/11/2007|
28/06/2007|
23/03/2005|
23/03/2005|

ver + notas
 
Center for the Study of the Presidency
Freedom House