Cientos de milicianos islámicos consolidaron el domingo su control sobre un pueblo del sur de Yemen después de apoderarse de tanques en enfrentamientos con tropas que huían, dijeron fuentes militares.
Los opositores del asediado presidente del país, Alí Abdulá Saleh, lo acusaron de permitir que los milicianos tomaran libremente el poblado de Zinjibar en un intento por avivar los temores occidentales de que Al Qaida se haría cargo del país si él cede a las demandas de los manifestantes y deja el poder, destacó AP.
Los tres meses de protestas callejeras masivas en demanda de la renuncia de Saleh han planteado una amenaza sin precedentes a su gobierno de 33 años.
La toma de Zinjibar, una pequeña ciudad de más de 20.000 personas cerca de las costas del Golfo de Adén, fue el giro más reciente en una crisis que ha puesto en peligro la estabilidad de un rincón empobrecido e inestable de la península arábiga.
Cientos de milicianos tomaron el viernes por asalto la ciudad, que es la capital de la provincia de Abyan, y se apoderaron de varios bancos y oficinas gubernamentales.
Funcionarios militares dijeron que los milicianos extendieron su control el sábado por la noche, al arrebatarle al Ejército seis tanques y varios vehículos blindados después que huyeron el gobernador, el jefe de seguridad y el comandante de una brigada local del Ejército.
Otras unidades del ejército se enfrentaron a los milicianos fuera de la ciudad. Funcionarios médicos dijeron que seis civiles murieron en el fuego cruzado. No estaba claro si hubo muertos entre los soldados y los milicianos.
Los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a hablar con los medios de comunicación.
En Sanáa, la capital yemení, el general de división Abdalá Alí Eleua, portavoz de las unidades del ejército que han desertado y se han unido a la oposición, dijo que Salé está tratando de sembrar el miedo y causar la impresión de ``que Yemen sin él se convertirá en otra Somalia''.
Eleua llamó a las unidades del ejército para que luchen contra los milicianos en la provincia de Abyan y en otros lugares.
