A Brasil le sobra lo que a México le falta: futuro y glamour global. Mientras Brasil pasea sus medallas y sus logros, México muestra una cara de violencia incontrolable, una frontera incendiada, una economía débil que tardará años en recuperar su caída de 2009.
El veredicto es obvio, Brasil es un país que avanza mientras México, comparativamente, se queda atrás. Y sin embargo, las cifras no sólo no marcan una diferencia tan grande entre ambos países, sino que en muchos aspectos son favorables a México.
Véanse estas comparaciones publicadas en el sitio electrónico de CNNExpansión “Brasil contra México: ¿Quién gana?” (18/04/10)
| México | Brasil |
• Índice global de desarrollo humano | 52 | 70 |
• Lugar entre las economías del mundo | 12 | 10 |
• Ingreso per cápita en dólares | 9,669 | 6,938 |
• Índice de competitividad mundial | 52 | 72 |
• Inflación | 3.7% | 4.5% |
• Desempleo | 3.7% | 9.3% |
Véanse estas otras cifras de la ONU y de la Cepal.
| México | Brasil |
• Homicidios por cada 100 mil hab | 11.5 | 22 |
• Mortalidad infantil, por cada mil hab | 18.7 | 27 |
• Población en pobreza e indigencia | 46% | 39% |
• PIB que captura el 10% más rico | 41.2% | 48.7% |
• Desigualdad (coeficiente de Gini) | 0.514 | 0.594 |
Si Brasil está en camino a unas tasas altas de crecimiento sostenido, las comparaciones favorables a México pronto cederán su lugar a cifras muy favorables a Brasil. La historia de países que rompen las barreras del subdesarrollo muestra que en una década de crecimiento sostenido pueden darse saltos históricos.
Quizá Brasil está en ese camino y llegará a las Olimpiadas de 2016 vuelto la potencia emergente que todos auguran. Ojalá y así sea, será un motor de desarrollo virtuoso que cambiará la historia del Cono Sur y de América Latina. Pero por lo pronto, con las cifras en la mano, lo que se puede concluir es más preciso: algo están haciendo muy bien los brasileños en el ámbito político y diplomático para vender su país. Algo que nosotros simplemente no hacemos.