¿Por qué tres proveedores? Obviamente, porque no se limitan a comerciar medios de matanza. Se han configurado alianzas estratégicas político-económico-militares. Para EEUU, Colombia es su aliado más importante en América del Sur, lo que no quiere decir que haya abandonado al gigante brasileño y --salvo Venezuela, Bolivia y Ecuador-- a los restantes países de UNASUR. El gobierno bolivariano ha tentado geopolíticamente a Rusia, aparte de convertirse en uno de sus solventes compradores. Rusia no está en su mejor momento, pero no deja de soñar en el imperio que siempre fue, y la posibilidad de acceder al mare nostrum norteamericano en el Caribe --vía venezolana-- resulta demasiado atractiva. Y Francia, además de proveer masivamente a Brasil de armas avanzadas, negoció un convenio que le permitirá al gran país suramericano fabricar y exportar el material comprado a los franceses. Brasil quiere ser una potencia universal y está cerca de lograrlo. Francia presionará su ingreso como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y al grupo de los 8 grandes del mundo.

Normalmente los que adquieren este tipo de mercancía son discretos, no se jactan de sus flamantes juguetes. Pero como sabemos el presidente Chávez no puede contenerse, así perjudique sus propios planes. Moviliza a los suyos en forma estridente para exhibir, puños en alto, sus nuevos implementos. Así anunció los misiles rusos, los Kalashnikov 102 y 103, los cazabombarderos Sukhoi, que según entiendo no se fabricarán más en el país de los zares. El hombre habla como si la guerra estuviera a punto de estallar. Repite hasta el cansancio que desde las bases colombianas los yanquis y los perversos herederos de Santander se proponen acabar con la gloriosa revolución bolivariana. Semejante ruido exacerba los espíritus, profundiza la intransigencia y hace de caldo de cultivo para que el menor incidente pueda convertirse en un Sarajevo. ¿Deberíamos agradecer que Brasil tenga ahora las fuerzas armadas más poderosas?

Supongo que sí, dado el hecho de que pese a lo que quieran criticarle, Lula se ha convertido en un factor de moderación, como lo demostró en la cumbre de Bariloche. Uribe, por su parte, tampoco se pavonea mucho. Cuenta con fuerzas templadas, durante diez lustros, en una terrible guerra no declarada, que beneficiadas por la asistencia tecnológica norteamericana se foguean en lucha contra los monstruos del terrorismo y el narcotráfico.

En otras partes de Suramérica subsisten focos de tensión. En muchos peruanos hay sentimientos antichilenos desde la Guerra del Pacífico, en la que perdieron ricos territorios. García y Bachelet son buenos amigos, mas la Ley del Cobre, dictada por Pinochet, destina el 10% de los ingresos cupríferos a los militares y eso quebranta equilibrios. Argentina tiene también roces fronterizos con Chile, pero por una extraña razón es de los países que menos gasta en defensa.

o obstante, Chile, Perú y Argentina son democracias dadas al consenso. No hay que temer por ellas. El problema está en el norte del sur. Algunos piensan que Chávez hará lo que sea para tener su epopeya revolucionaria. Personalmente, a puro ojo, observo que, entre Colombia y Brasil, esos sueños quedarían emparedados.