El Ejecutivo comunitario propone prohibir la entrada de productos obtenidos con trabajo forzado en un momento de mucha tensión con China por la situación en Xinjiang.
La Comisión Europea ha hecho este miércoles una propuesta
para prohibir la entrada en el mercado europeo de productos obtenidos con
trabajo forzoso, una situación en la que se encuentran, según los cálculos de
2021, más de 27 millones de persona “los grupos vulnerables y marginados de una
sociedad son particularmente susceptibles de ser presionados para realizar
trabajo forzoso”, señala la propuesta legislativa del Ejecutivo comunitario.
China siempre está bajo sospecha por la situación en la provincia de Xinjiang,
y aunque no hay mención alguna a China ni a ningún otro país en la propuesta,
en Bruselas, y también en Pekín, saben bien a qué se refiere gran parte de la
iniciativa.
Un reciente informe de la Oficina de Derechos Humanos de
las Naciones Unidas vuelve a subrayar los abusos cometidos en la provincia
china y la conexión de los centros de detención de la minoría musulmana uigur
con el uso del trabajo forzoso. A finales de 2021 Estados Unidos ya se cerró a
la importación de productos procedentes de Xinjiang por las acusaciones de
violaciones de los derechos humanos.
Tras la publicación del informe de la ONU, Josep Borrell,
Alto Representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad, subrayó
en un comunicado que la situación en Xinjiang requería “atención urgente”. “El
informe se refiere en particular a la existencia de una amplia red de campos de
reeducación política, detenciones masivas arbitrarias, medidas generalizadas de
vigilancia, seguimiento y control, restricciones sistémicas y severas al
ejercicio de las libertades fundamentales, incluida la libertad de religión o
de creencias, así como así como el uso del trabajo forzado, la tortura, el
aborto y la esterilización forzados, las políticas de control de la natalidad y
separación familiar, y la violencia sexual y de género”, explicó el jefe de la
diplomacia europea.
“Nuestro objetivo es eliminar del mercado de la UE todos
los productos obtenidos con trabajo forzoso, independientemente de dónde se
hayan elaborado. Nuestra prohibición se aplicará tanto a los productos
nacionales como a las exportaciones e importaciones”, ha explicado Valdis
Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión Europea a cargo de Comercio. La
propuesta cubre todos los sectores, pero el Ejecutivo comunitario señala que
donde más habitual es el trabajo forzoso es en el sector textil, la minería y
la agricultura.
El documento de la Comisión Europea, que es una propuesta
y que tendrá que ser debatido y acordado tanto con los Estados miembros como
con el Parlamento Europeo, no hace ninguna referencia directa a China. Según la
idea del Ejecutivo comunitario, las capitales tendrán que monitorear el riesgo
de que algún determinado producto tenga riesgo de haber sido elaborado con
trabajo forzado. Pero los criterios de monitoreo no son completamente neutros:
la propuesta ya establece que habrá una base de datos indicativa y actualizada
con “los riesgos de trabajo forzoso en áreas geográficas específicas o con
respecto a productos específicos, incluido el trabajo forzoso impuesto por las
autoridades estatales”.
Aunque la medida está pensada sobre todo para grandes
compañías también afectará a las pequeñas y medianas empresas, que aunque no
cuenten con una exención, algo que algunos actores solicitaron durante el
proceso de redacción de la propuesta, sí que cuentan con un “diseño específico”
del proceso ante las autoridades nacionales en las que se tendrá en cuenta el
tamaño y los recursos económicos.
https://www.elconfidencial.com/mundo/europa/2022-09-14/bruselas-prohibir-productos-trabajo-forzoso-china_3490498/