Hace dos años relaté aquí cómo en un viaje de ida y vuelta por carretera, entre Hermosillo, Sonora, y Tucson, Arizona, nadie revisó mis documentos o pertenencias en mi reingreso a territorio mexicano.
Me pareció que era contradictorio llevar a juicio a los
fabricantes de armas en Estados Unidos y exigir que Washington ponga freno al
tráfico de material bélico hacia nuestro país cuando se descuidaba de esa
manera la vigilancia de nuestro propio territorio.
No sé cuánto haya cambiado la situación en la frontera
norte desde entonces —sólo me ha tocado cruzarla por el puente CBX de Tijuana,
donde el equipaje pasa por rayos x, pues dicho paso está conectado con el
aeropuerto de esa ciudad— pero, a juzgar por los datos de los decomisos en las
aduanas que se difundieron en la conferencia mañanera del martes pasado, a lo
largo de esos tres mil 100 kilómetros de límite terrestre, más otros mil 150
kilómetros en el extremo sur del país y 11 mil kilómetros de litorales, México
es una auténtica coladera.
¿Cuáles son esos datos? De acuerdo con la “estrategia de
fortalecimiento de las aduanas y puertos”, en los 14 días que transcurrieron
entre el 25 de julio y el 7 de agosto, se decomisaron seis armas de fuego. Sí,
leyó usted bien: ¡seis!
Ese es el balance de 50 aduanas (21 fronterizas, 13
interiores y 16 marítimas), vigiladas por seis mil 224 elementos. Eso quiere
decir que, en promedio, no se decomisó ni media arma por día durante ese lapso.
Y ni un noveno de arma por cada aduana. Y para asegurar cada una de esas seis
armas hicieron falta más de mil elementos. Cifras preocupantes para un país en
el que se asesina a 70 personas al día.
Ese dato, y otros, aparecieron en la pantalla de la
conferencia del presidente Andrés Manuel López Obrador, durante la presentación
que hizo el secretario de Marina, el almirante José Rafael Ojeda Durán, del
Informe de seguridad conjunto para el periodo referido.
El resto de los números tampoco son precisamente dignos
de presumir: 12 cargadores, 850 cartuchos, 36 detenidos, 27.8 kilos de
metanfetamina, 1.05 kilos de cocaína, 400 gramos de fentanilo, 3.94 kilos de
éxtasis, 71 vehículos, 32 mil 400 dólares en efectivo, 789 mil 446 dólares en
documentos por cobrar y 139 mil 233 litros de hidrocarburo. Divida todo entre
14 días y 50 aduanas.
El gobierno quizá argumente que no es que se vigile mal
las garitas y los puertos, sino que los traficantes de armas y drogas no son
tan cínicos como para pasar sus arsenales y cargamentos por las aduanas. Quizá
sea cierto, pero aquí hay dos cosas: 1) la deficiente revisión de la mayoría de
los vehículos que entran a México desde EU, y 2) si no es por las aduanas, por
algún lugar están entrando las armas y las drogas.
A menos de que haya otros datos, distintos a los que se
presentaron en la mañanera, las aduanas —en las que el Presidente ha hecho
varios cambios de responsable durante su gobierno— no están funcionando para
detectar y retener la enorme mayoría de las cosas que entran en el país y
terminan dañando a los mexicanos.
https://www.excelsior.com.mx/opinion/pascal-beltran-del-rio/ni-media-arma-por-dia-decomisan-en-aduanas/1602487