Y estos comicios han estimulado la incorporación de gente nueva a la actividad política y el surgimiento de nuevos liderazgos". Como el suyo. Gómez Sigala, de 56 años, abogado, ex presidente de la Confederación de Industriales y ahora diputado independiente por el Estado de Lara, ha saltado a la arena política con un objetivo: recuperar la institucionalidad, fortalecer la democracia y reconstruir un país con una economía devastada. "El Gobierno ha ido interviniendo en todo el aparato productivo. De 12.000 industrias, quedan 7.000. La producción ha caído al nivel más bajo de la historia, y dependemos de las importaciones en agricultura, industria o servicios. De Brasil nos llega todo: desde alimentos a cemento. De ahí el apoyo de Lula a Chávez: Brasil es el gran beneficiario de la destrucción del sector privado en Venezuela".

Después del 26-S, dice Gómez Sigala, "se respira un ambiente de optimismo en el país". Por lo pronto, los 65 diputados de la Mesa están "listos para dar un debate que hasta ahora no existía", ya sea en el presupuesto nacional ("vamos a ver qué pasa con el gasto armamentístico, o las partidas regionales, que se han venido repartiendo de forma arbitraria") o en la grave situación de inseguridad. "Hay un acuerdo expreso de trabajar de forma coordinada". La coalición, insiste, no es tan dispar: "Pivota entre el centro izquierda y el centro derecha".

"Estamos recuperando los espacios", dice Gómez Sigala, que solo lamenta "la apatía que muestra la comunidad internacional ante un Gobierno que usa sin escrúpulos el poder del Estado, ha destruido el equilibrio de poderes y confiscado las instituciones".