Se van a cumplir tres meses desde que el Gobierno de Venezuela puso en marcha el plan Patria Segura, el enésimo operativo militar y policial - más de lo primero que de lo segundo - para poner coto a la delincuencia, la principal preocupación de los ciudadanos del país sudamericano. Y a pesar de que la violencia continúa llegando a cotas que aterran a los venezolanos - el asesinato de ocho jóvenes durante una fiesta en el estado de Bolívar hace dos semanas, por ejemplo - el presidente Nicolás Maduro ha afirmado que "la primera fase del plan ha sido buena y exitosa", aunque ha tenido que admitir que "no es suficiente".

En medio de nuevas manifestaciones en las que chavistas y antichavistas se disputan las calles de Caracas, el presidente ha calificado de "locura" la propuesta de la oposición de convocar una nueva asamblea constituyente para reemplazar la carta magna chavista de 1999. "Pretenden acabar con esta Constitución nuevamente, como lo hicieron en 2002", año del fallido golpe de Estado contra Chávez.

El Gobierno de Maduro afirma que su decisión de incorporar como apoyo a las fuerzas policiales a más de 12.000 soldados del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional (policía militarizada) ha tenido como efecto una reducción de la delincuencia en un 30%, según declaró el pasado 20 de julio el ministro del Interior, Miguel Rodríguez.

El pasado año el ministerio del Interior dio cifras oficiales por primera vez desde 2009: durante 2012, las fuerzas de seguridad registraron 16.072 homicidios en todo el país, 54 por cada 100.000 venezolanos. Esta cifra representa un 14% más que la registrada en 2011. Pero el Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV) cree que las cifras son aún mayores: 73 homicidios por cada 100.000 habitantes.

Maduro se ha comprometido a resolver el problema "más grave" que afronta el país, en sus propias palabras, gracias a "la alianza cívico-militar": "Cuando me vaya de la Presidencia creo que me llevaré la satisfacción de que el pueblo me recuerde como el presidente de la seguridad y la paz", ha afirmado. Ante las críticas de la oposición, que protesta contra la ineficacia del Ejecutivo para solventar la violencia durante 14 años de Gobierno chavista y teme la militarización del país, el presidente ha sido brusco - "Dejen de estar haciendo politiquería con el tema de la seguridad" - y ha acusado a la prensa: "El día que los medios de la burguesía rectifiquen podremos unirnos para un bien supremo y general que es darle seguridad al pueblo".