El Estado comunista prometió además que permitiría al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) hacer el seguimiento de una moratoria sobre el enriquecimiento de uranio potencialmente utilizable en armas nucleares. Para algunos analistas se trata de un importante hito en las negociaciones bilaterales, (…) pero todas las partes implicadas deben evitar una lectura demasiado positiva del acuerdo y harían bien en considerarlo “un modesto primer paso en la dirección adecuada”, como dijo Hillary Clinton. (…)

Corea del Norte podría expulsar en un futuro a los inspectores del OIEA en cualquier momento alegando que el diálogo se ha vuelto improductivo. (…)

La ayuda alimentaria ha sido la palanca que EE UU ha movido para presionar a Corea del Norte, (…) un país con una crónica escasez de comida y que ahora tiene mayores necesidades que anteriormente: debe asegurarse tanta comida como pueda con la vista puesta en el centenario del nacimiento de Kim Il-sung el próximo 15 de abril. (…)

No puede culparse a Corea del Sur por sus ambivalentes sentimientos hacia el acuerdo. Mientras por un lado tiene un compromiso firme con la desnuclearización de la península coreana y la reapertura de las negociaciones a seis bandas cuanto antes, la continua hostilidad norcoreana se percibe como una ofensa.