En unos pocos días, puede nacer, al menos sobre el papel, un nuevo Estado independiente en África. Acaba de terminar el referéndum iniciado el 9 de enero para la autodeterminación en el sur del Sudán, un territorio con una extensión superior a la España y Portugal juntos. Sea cual sea el resultado, las posibilidades de reanudación de la guerra civil son altas, sobre todo si la ONU no se impone al general Omar Hasan Ahmad al-Bashir, gobernante en Jartum, y a sus aliados internacionales.
Sudán es el país más grande de África, con 2,5 millones de kilómetros
cuadrados, y también el que tiene frontera con más Estados: nueve en total. Se
halla en el punto de encuentro entre el África arabizada y musulmana y el
África negra y, en parte, cristiana. Desde la independencia, el Gobierno –y por
tanto el Ejército- ha estado en poder de los árabes musulmanes.
Como ha escrito Vicki Huddleston, del Departamento de Estado de Estados
Unidos para África, “Sudán
puede llegar a convertirse en la emergencia más compleja del continente. Este
Estado, el de mayor tamaño de África, ha sido incapaz de ofrecer a sus
ciudadanos una paz y una seguridad duraderas”[1].
1. La presión de Egipto
Un elemento de importancia en la política interna sudanesa es la presión de Egipto. El Nilo transcurre por el territorio de Sudán y de él
partieron en el pasado numerosas invasiones. El proyecto de Mehmet Alí, el
gobernador de Egipto que en la década de 1830 consiguió la independencia del
sultán otomano, era unificar todo el valle del Nilo bajo un solo poder. Una vez
que los británicos se asentaron en Egipto y derrotaron al cabecilla sudanés
Mohamed Ahmed el Mahdi, en 1899 se constituyó el condominio anglo-egipcio sobre
Sudán. Al margen de los acuerdos, era Londres el que controlaba el Sudán, y una
de sus decisiones fue la división del país en dos partes: el norte y el sur. El
rey Faruk (1936-1952) se hacía tratar como Rey de Egipto y de Sudán y Soberano de Nubia, Kordofan
y Darfur. Ante el acceso al poder de Gamal Abdel Nasser y el Comité de
Oficiales Libres en 1952, que abolieron la monarquía y querían la retirada
completa del Reino Unido, así como la nacionalización del canal de Suez,
Londres concedió la independencia a Sudán en 1956. Como muestra de los vínculos
entre Sudán y Egipto basta señalar la presencia de Nasser como oficial
destinado en Sudán. Los etíopes describían esa relación de dependencia de la
siguiente manera: Sudán había dado a Egipto tierras para sus colonos, soldados
para su ejército y seguridad para su agua.
Al respecto de esta última, el presidente Anuar El Sadat advirtió en
1979 que el suministro del Nilo, vital para los ochenta millones de egipcios,
podía ser motivo de guerra para su país. En la primavera de 2010, varios países de la cabecera
del Nilo firmaron un acuerdo[2] para modificar el reparto del agua, pactado entre el Imperio británico y
Egipto en 1929. Tanto El Cairo como
Jartum han rechazado esta nueva propuesta, que puede complicarse con la
incorporación de un nuevo Estado.
Desde ese año de 1956, en que también se produjo la invasión conjunta de
la zona del canal de Suez y de la península del Sinaí por tropas de Francia
Gran Bretaña e Israel y el frenazo a esa campaña por acuerdo de las dos
superpotencias, Estados Unidos y la Unión Soviética, los sudaneses han vivido
más años en guerra y bajo dictaduras que en paz y democracia. Los regímenes que se han sucedido en Jartum, la ciudad
que fue designada como capital, han tenido como punto común estar dirigidos por
el sector árabe y musulmán del país. El sur del país está poblado por tribus
negras que tienen como lengua común el inglés (fruto de la colonización
británica) y practican el cristianismo o las religiones animistas. El número de
cristianos se cifra en casi cinco millones, un 16% de la población.
Los árabes de Jartum han tratado de unificar el inmenso país en torno a un programa de
arabización e islamización. El
régimen ha tenido como lema «Una cultura, una lengua, un país» y en los años 60 expulsó a todo el clero cristiano,
aunque fuese nativo. Muchos negros no olvidan que los mayores traficantes de esclavos han sido los
árabes. A medida que los gobernantes sustituían
las buenas palabras por la violencia, la convivencia se agriaba hasta volverse
imposible. No ha habido década sin guerra en este desdichado país. Entre 1955 y
1972 se libró la primera guerra civil, entre norte y sur, en la que se calcula
que murieron 500.000 personas. Ésta concluyó mediante los Acuerdos de Addis Abeba, que establecían un grado de autonomía para el sur, con un Gobierno
propio, así como garantías constitucionales para los grupos minoritarios. Los
rebeldes estaban encuadrados en el Movimiento de Liberación Popular de Sudán
(SPLM), cuyo brazo armado era el Ejército de Liberación Popular de Sudán
(SPLA).
2. De general golpista a presidente
El general Gaafar Muhammad
Nimeri, que había accedido al poder mediante un golpe de Estado en 1969 y se
había educado en las ideas panarabistas y socialistas de Nasser, se hizo elegir
presidente en elecciones amañadas y en septiembre de 1983 implantó la sharía en
el país. El
incumplimiento de las promesas contenidas en el Acuerdo de Addis Abeba, más la sharía volvió a levantar al sur. Al año siguiente, Nimeri proclamó el estado de emergencia. El dictador
fue derrocado en 1985. Después de unos breves años de aparente multipartidismo
en el norte y de negociaciones entre Jartum y los rebeldes del sur, el 30 de junio de 1989 tuvo lugar otro golpe de
Estado, encabezado por el general Omar Hassan Ahmad al-Bashir. Su régimen, inspirado
por el Frente Islámico Nacional, era más cruel y más partidario de la
islamización forzosa que
el de Nimeri.
En febrero de 1991, el Gobierno sudanés promulgó una ley por la que se
establecía un nuevo sistema federal. El país se dividió en nueve estados, cada uno con su propio gobernador y
consejo de ministros, que asumían competencias para la administración local y
la recolección de algunos impuestos. El Gobierno central mantenía el control de los asuntos exteriores, militares,
económicos y otros de las principales áreas administrativas. En marzo de ese
mismo año, entró en vigor un nuevo código penal basado en la ley islámica (castigos corporales, mutilaciones). Aunque se excluyó
al sur de su jurisdicción, el SPLM se opuso debido a los cientos de miles de no
musulmanes que residían en el norte, en especial debido a las migraciones
causadas por la guerra.
En esos años, Sudán se
convirtió en una base y un refugio para todo tipo de terroristas
antioccidentales, en activo o retirados. En 1994, el terrorista venezolano Vladimir Ilich Ramírez Sánchezfue capturado por una unidad francesa en las afueras
de la capital[3]. El 31 de enero de 1996, el Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas instó[4] a
la dictadura de Sudán a extraditar a Etiopía a los sospechosos de un intento de
asesinato del presidente de Egipto, Hosni Mubarak, cuando éste visitaba Addis
Abeba. Como Jartum no cumplió esa resolución, el 31 de abril siguiente[5], el
Consejo de Seguridad le impuso diversas sanciones. En 1997, el presidente de EEUU Bill Clinton estableció
sanciones comerciales a Sudán, que han renovado George Bush y Barack Obama[6]. Aún en 2010 el Departamento de Estado mantiene a Sudán entre los
países patrocinadores del terrorismo, junto con Siria, Irán y Cuba[7].
Osama bin Laden vivió en Sudán varios años a principios de la década de
los 90, la del
presidente Estiano, aunque fuese nativo, a propuesta, que puede complicarse con
la participación cuando fue expulsado de Arabia Saudí[8], el Gobierno sudanés asegura que se dedicó a la
construcción como actividad profesional, pero Estados Unidos afirma que había
montado redes terroristas y campos de entrenamiento. Después de los atentados
islamistas en agosto de 1998 contra las embajadas de EEUU en Kenia y Tanzania,
que causaron más de 200 muertos, el presidente Clinton ordenó el bombardeo desde el mar Rojo de una
fábrica de medicinas en la que sus servicios de información afirmaban que se
producían armas químicas.
En la actualidad, el régimen de Sudán trata de acercarse a EEUU
colaborando en la persecución del terrorismo internacional, pero Washington,
como hemos visto, considera sus esfuerzos insuficientes, a no ser que permita
el desarrollo del referéndum y no ponga trabas a una posible independencia del
sur. Entonces, le retiraría de su lista de países que cooperan con terroristas.
3. El petróleo que compra China
Para complicar el futuro de Sudán, en 1999, con la guerra reanudada,
empezó a exportar petróleo. Ya se ha convertido en el quinto exportador
africano (le superan Nigeria, Angola, Argelia y Libia)[9], con unas reservas
que se han cifrado, por ahora, en 6.700 millones de barriles. La venta de esta
materia prima aporta hasta el 90% de sus ingresos al Estado. El petróleo ha
permitido a Sudán esquivar las sanciones comerciales impuestas por Estados
Unidos[10]. Ha traído más corrupción, pero también dinero fácil,
enriquecimiento a los habitantes de las ciudades y aliados diplomáticos, aunque
destaquen por sus violaciones de los derechos humanos, como China y Arabia
Saudí.
El 80% de los yacimientos se encuentra en el sur. Si esta zona se
independizase, Jartum perdería la mayor parte de sus ingresos legales. Como
medio para controlar el petróleo y pieza para mantener la unidad del país,
Jartum construyó las refinerías, los oleoductos y los puertos en el norte. Por ello, el Gobierno sureño quiere instalar un
oleoducto propio y una línea ferroviaria que le una con Uganda y cuya construcción se ha suspendido.
Las cifras sobre la producción de petróleo son oscuras, tal como se ha
quejado el Gobierno de Sudán del Sur, que acusa al de Jartum de manipular los
datos para así pagar menos al sur[11]. Las ventas se dirigen de manera casi
completa a Asia. China, que necesita energía para mantener su crecimiento y
su industria, acaparó el 65% de las exportaciones en 2009.
4. El compromiso del referéndum
Entre 1983 y 2005, se libró una horrorosa guerra civil entre el norte y
el sur, en la que se cometieron toda clase de atrocidades. Las causas principales eran la artificialidad del
país más los planes expansionistas del norte. El descubrimiento de petróleo
hizo, literalmente, de combustible del fuego. Una asociación de derechos
humanos, European Coalition on Oil in Sudan[12], publicó en 2009 un
informe[13]en el que atribuía a la explotación de un yacimiento en una estado
del sur por un consorcio de empresas suecas, austriacas y malasias el carácter
de detonante de una operación
militar que dejó más de 12.000 muertos y 200.000 desplazados.
En esta guerra, los militares de Jartum arrasaron pueblos, violaron a
mujeres, vendieron como esclavos a los prisioneros (15 dólares costaba una
niña), mutilaban… Llegaron a producirse crucifixiones de prisioneros. En 2003, estalló otro conflicto en la región de
Darfur, al oeste del país y limítrofe con el Chad. El motivo era una disputa entre ganaderos y agricultores. Una de las
consecuencias fue la emigración de civiles de esas regiones a Jartum, donde
esperaban sentirse a salvo de la guerra y donde existían algunas
infraestructuras básicas, a diferencia del resto del país.
Los Acuerdos de 2005[14] firmados
entre Jartum y el SPLM pusieron fin por ahora a la guerra abierta, cuyas
consecuencias se calculan en dos millones de muertos y casi cinco millones de desplazados. Se restauró el Estado federal y en el sur se erigió
un gobierno autónomo en Juba, a 20
kilómetros de la frontera con Uganda, que preside Salva Kiir. Sin embargo, esta
Administración está fracasando en proporcionar desarrollo y seguridad a su
pueblo: las fuerzas policiales se han formado con soldados y guerrilleros,
propensos a usar la fuerza o a dejarse sobornar[15]. En los Acuerdos también se
fijó un mecanismo de distribución de los ingresos por el petróleo, que se
exporta por Port Sudan, en el norte, y el compromiso de que, después de seis
años de autogobierno, los habitantes del sur votarían sobre su estatus: dentro
de Sudán o independencia. Posteriormente, una ley aprobada por el Parlamento de
Jartum en diciembre de 2009 decidió que para la validez del resultado a favor
de la independencia se necesitaría una participación superior al 60% del censo
y un voto mínimo del 50% más uno; en caso de no alcanzarse esa participación,
se repetiría el referéndum 60 días después de conocidos los resultados oficiales[16]. A los tres días de ser abiertas las urnas, se había
superado el requisito del 60% de participación[17] y por lo que anticipan los corresponsales españoles en
Juba, el resultado será favorable a la independencia.
A fin de ganar respetabilidad y de hacer atractiva la opción por la
unidad, en abril
de 2010 se celebraron elecciones presidenciales en todo el país, después de haber sido aplazadas en varias ocasiones.
Las ganó el general Omar al-Bashir[18],
prácticamente candidato único después de la retirada de Yassir Arman (SPLM). Para algunos observadores, el
hecho de que se produjeran sin excesivos incidentes y que Arman y su partido
las aceptasen ya se puede calificar de triunfo[19]. Meses antes del referéndum,
Jartum lanzó una campaña de publicidad con el eslogan «Un Nilo, un país», que por lo que vemos no ha tenido mucho éxito.
Sin embargo, la victoria del presidente-general no puede hacer olvidar que es el único jefe de Estado del mundo con dos
órdenes de busca y captura dictadas por el Tribunal Penal Internacional de La Haya por crímenes de guerra y genocidio. Los dirigentes tanto de la Liga Árabe como de la Unión Africana se han
negado a colaborar con el Tribunal, de modo que Bashir sigue viajando
impunemente por la región.
Recientemente, entre los cables del Departamento de Estado filtrados por
Wikileaks ha aparecido uno que contiene unas declaraciones del fiscal del
Tribunal Penal Internacional, Luis Moreno Ocampo, que atribuye a Bashir una
fortuna de 9.000 millones de dólares guardada en bancos británicos[20].
5. Vísperas del referéndum
Por fin ha llegado el plazo y se celebró el referéndum. Ante el 9 de
enero de 2011 aumentó la tensión. Jartum no cejó en sus planes de aterrorizar a
los habitantes del sur mediante ataques directos o mediante mercenarios. Los
funcionarios de la misión de la ONU en Sudán (UNMIS[21]), que se establecieron
primero en el sur y luego, también, en Darfur, confirmaron las denuncias del Gobierno de Juba, de que
las fuerzas armadas de Jartum habían bombardeado su territorio[22]. Además, el temible Ejército de Resistencia del
Señor cruzó la frontera atacando pueblos en el sur[23], tal como han
confirmado, entre otras instituciones, la
ONU. En el sur de Sudán se afirma que estos ataques estaban promovidos por
Jartum a fin de aterrorizar a los posibles votantes y así no alcanzarse el 60%
de participación. La ONU calculó que en 2009 hubo 369.000 personas desplazadas
en la región por causa de la violencia.
Los problemas han sido enormes: el censo es poco fiable, ya que en torno
a un millón y medio de personas se ha trasladado del norte al sur, donde,
aunque sea entre la miseria, tienen libertad y dignidad. Miembros de Ayuda a la Iglesia Necesitada han denunciado que
los funcionarios del Gobierno estatal sudanés han dicho a refugiados que
malviven en torno a Jartum que en caso de ganar el sí a la independencia se les
despojaría de la nacionalidad. En el referéndum se definirá no sólo el reparto
del petróleo, sino, también, el estatus de la provincia a Abyei, en el centro
del país, entre el norte y el sur, y las fronteras definitivas.
Después de tantos años de guerra y de muertes, Bashir intuye que el referéndum será seguramente
contrario a la unidad y ha comenzado a prepararse para la derrota. Por un lado, el general ha reconocido que aceptará la independencia si
los sureños la quieren. Por otro lado, se ha comprometido a implantar un régimen islámico en el resto de Sudán. En un discurso emitido por televisión en diciembre,
Bashir prometió que reformaría la Constitución para suprimir las menciones a la
diversidad étnica y cultural e introduciría la sharía y
el islam como las principales normas del país, así como el árabe como única
lengua oficial[24]. Según varios expertos, se trata de un movimiento para reforzar
su base popular y contentar a los sectores islamistas que le apoyan.
La ONU solicitó el aumento de su personal, sin duda porque teme que se
repitan sucesos como los denunciados por su secretario general Ban Ki-moon en
Darfur, en los que se acusaba al gobierno de Bashir de limitar los movimientos
de los cascos azules[25]. Este diplomático reconoció en noviembre que estaba
analizando con los Gobiernos de Jartum y Juba el incremento de cascos azules.
Por último, las ONG que se encuentran en Sudán comenzaron una campaña para
llamar la atención sobre un acontecimiento que había desaparecido de los medios
de comunicación occidentales. En este sentido, los obispos católicos de Sudán
(hay nueve diócesis) visitaron la sede las Naciones Unidas, Londres y Washington
para plantear que se respete el resultado, sea el que sea. Y en diciembre, se
supo que la UNMIS estaba
buscando 63 millones de dólares para la compra de una reserva alimenticia en
caso de que se estallasen disturbios[26].
Ante una probable victoria de la opción independentista, desde los
Acuerdos de 2005 varias
naciones de todos los continentes han abierto consulados en Juba, la capital de
Sudán del Sur: Estados Unidos, Brasil, Irán China, India, Libia, Egipto,
Noruega, Reino Unido, Etiopía, Kenia, Uganda, Sudáfrica… España, por ahora, no
tiene intención de instalar un consulado. Varias aerolíneas, como Kenya Airways, EgyptAir, Ethiopian Airlines y
Eagle Air (Uganda), han establecido rutas que unen Juba con los países circundantes.
Juba se está convirtiendo en una ciudad surgida de la nada y carísima[27].
Quienes conocen el país creen muy posible el recomienzo de la guerra, con independencia del
resultado del referéndum. El
norte no aceptará perder el sur y el sur no aceptará seguir bajo el gobierno de
Jartum cuando la independencia parece al alcance de la mano. Ambos bandos
disponen de armas y de una historia de ambiciones y atrocidades para justificar
sus actos.
Por lo menos, numerosos Estados se están moviendo a favor de la paz. A
mediados de diciembre, el presidente Obama envió cartas a diversos gobernantes
de la región pidiéndoles que respaldasen un referéndum pacífico[28] y el egipcio Mubarak y el libio Gadaffi viajaron a
Jartum para reunirse con Bashir[29].
6. Conclusiones
En Sudán confluyen varios conflictos: un proyecto de arabización e
islamización de la sociedad; la pugna por petróleo; la presión de Egipto; la
división de los habitantes en religiones; los enfrentamientos entre
agricultores y ganaderos; la colaboración de los regímenes de Jartum con el
terrorismo islámico; el analfabetismo y la pobreza de la población; y el
control del Nilo.
Los riesgos de una nueva guerra son innegables. Aunque Jartum contaría
con los respaldos que ya ha tenido, en esta ocasión las poblaciones del sur han
dispuesto de unos años para rearmarse y formar unos cuadros dirigentes. Sólo la
presión internacional puede hacer respetar los Acuerdos de 2005 y el resultado
del referéndum.
Pero el
referéndum de autodeterminación en Sudán del sur tiene unos efectos
geopolíticos que pueden conmover toda África. Hasta ahora, a medida que las potencias europeas (Reino Unido,
Francia, Bélgica, Portugal, España) concedían la autodeterminación a sus
colonias, se había impuesto entre los dirigentes africanos el principio del
respeto a las fronteras de cada país (art. 4.1 del Acta de la Unión Africana). Éste es uno de los argumentos a los que recurre
Marruecos para oponerse a la autodeterminación del Sáhara Occidental, todavía pendiente de ella, según la ONU. Rabat
asegura que la independencia del Sáhara abriría un proceso de balcanización en
el continente. La de Sudán del Sur no sería la primera independencia que
rompiese las fronteras heredadas del colonialismo, ya que en 1993 se produjo la
secesión de Eritrea respecto a Etiopía y que costó una larga guerra de décadas,
comenzada cuando el emperador Haile Selassie disolvió en 1962 la federación
entre los dos países. En la actualidad, Eritrea forma parte de la Unión
Africana y de las Naciones Unidas. También es independiente de facto en
la misma región del cuerno de África la antigua Somalia británica, desgajada de
la Somalia italiana bajo el nombre de Somaliland[30], un país que no ha sido
reconocido por ningún otro Estado, pero que tiene su bandera, su moneda y su
administración.
Siempre se ha reprochado a las potencias europeas haber procedido en el
siglo XIX a un reparto de África que no respetó las divisiones tribales ni los
accidentes geográficos. La independencia mantuvo en casi todos los casos las
fronteras trazadas con tiralíneas en las mesas de las cancillerías europeas. El
deseo de impedir que países artificiales en los que convivían enemigos
seculares se rompiesen fue una de las razones que llevó a numerosos dictadores
al poder. Quizás la
disolución más o menos pacífica de un inviable gran Sudán introduzca el
realismo en los líderes africanos y sea un ejemplo para otras áreas del
continente.
**Notas
[1]http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/!ut/p/c4/
04_SB8K8xLLM9MSSzPy8xBz9CP0os3jjYB8fnxBnR19T
E2e_kEAjV28jAwjQL8h2VAQA-zDz3A!!/
?WCM_GLOBAL_CONTEXT=/
wps/wcm/connect/elcano/Elcano_es/Zonas_es/00042
[2] http://www.mirayafm.org/
index.php?option=com_content&view=article&id=2883:
4-nile-basin-countries-sign-nile-water-agreement-regardless
-of-egypt-and-sudan-boycott-&catid=85:85&Itemid=278.
[3] http://www.elmundo.es/elmundo/2006/06/27/
internacional/1151413540.html.
[4] http://daccess-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/N96/021/75/PDF/N9602175.pdf?OpenElement.
[5] http://daccess-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/N96/107/89/PDF/N9610789.pdf?OpenElement.
[6] http://www.mxnoticias.com/33_internacional/
902359_obama-prorroga-un-ano-mas-las-sanciones-
economicas-contra-sudan.html.
[7] http://www.elmundo.es/america/2010/08/05/
estados_unidos/1281032313.html.
[8] http://news.bbc.co.uk/2/hi/africa/1559624.stm.
[9] http://www.eia.doe.gov/cabs/Sudan/Oil.html.
[10]http://www.elpais.com/articulo/internacional/Jartum/
vive/mayor/auge/historia/elpepuint/
20071105elpepiint_3/Tes.
[11] http://www.africafundacion.org/spip.php?article4414.
[12] http://www.ecosonline.org/
[13] http://www.afrol.com/articles/36293.
[14] http://unmis.unmissions.org/Default.aspx?tabid=515.
[15] Informe conjunto elaborado por varias ONG y difundido
en enero de 2010.
http://www.intermonoxfam.org/
UnidadesInformacion/anexos/11409/100125_pazsudan.pdf.
[16] http://www.sudantribune.com/Sudan-referendum-law-endorsed-in,33451
[17] http://www.rtve.es/noticias/20110112/participacion-referendum-sudan-supera-ya-60-necesario-
para-su-validez/394532.shtml.
[18] http://www.elmundo.es/elmundo/2010/04/26/
internacional/1272284936.html.
[19] http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/
rielcano_eng/Content?WCM_GLOBAL_CONTEXT=/
elcano/Elcano_in/Zonas_in/ARI167-2010.
[20]http://www.elpais.com/articulo/internacional/
presidente/Sudan/guarda/6800/millones/bancos/
Reino/Unido/elpepuint/20101218elpepuint_20/Tes.
[21] http://www.un.org/spanish/Depts/dpko/unmis/
facts.html.
[22] http://www.europapress.es/internacional/
noticia-onu-confirma-bombardeos-aereos-jartum
-sur-sudan-20101213224920.html.
[23] http://www.bbc.co.uk/news/world-africa-11058671.
[24] http://www.nytimes.com/2010/12/20/world/africa/
20sudan.html?_r=1
[25] http://www.ntn24.com/content/ban-ki-moon-
acuso-a-sudan-violar-acuerdo-suscrito-darfur.
[26] http://www.afrol.com/articles/37038.
[27] http://economia.terra.com/noticias/noticia.aspx?idNoticia=200910131430_AFP_78462842&idtel=.
[28] http://www.afrik-news.com/article18603.html
[29] http://allafrica.com/stories/201012200904.html
[30] http://www.somalilandgov.com/