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08/06/2007 | Iberoamérica se queda apartada de los flujos de inversión internacional

Pedro Fernández Barbadillo

México, Chile, Colombia, Costa Rica y Panamá captan inversiones extranjeras y crecen. Por el contrario, los gobernantes que practican el intervencionismo y las nacionalizaciones hunden a sus repúblicas en la pobreza y la dependencia.

 

La división de Iberoamérica no pasa sólo por la política, que gira en torno a la expansión del social-indigenismo, sino, también, por la economía. Los planes del venezolano Hugo Chávez de unificar toda la región por medio del socialismo y del petróleo están fracasando. El informe de la CEPAL La inversión extranjera en América Latina y el Caribe. 2006 [1], presentado a principios de mayo en Santiago de Chile, demuestra que la situación económica de unos países, los gobernados por Chávez, sus aliados y sus admiradores, es pésima.

Con el crecimiento de China (sometida a un régimen comunista y, por tanto, de estadísticas poco fiables), de la India, de Alemania y de Rusia, más el mantenimiento de la expansión de Estados Unidos y el Reino Unido y la confianza que ha producido en Francia la elección de Nicolás Sarkozy, el mundo parece haber entrado en una senda de desarrollo de la que sólo quedan excluidos la desdichada África y algunas zonas poco importantes como Asia Central, los Balcanes y algunos países latinoamericanos. En estas circunstancias, el informe elaborado por la agencia de la ONU CEPAL es desalentador.

La proporción de la IED mundial que capta América Latina y el Caribe ha vuelto a disminuir por segundo año consecutivo y representa sólo el 8% de la cifra global, el segundo valor más bajo en 15 años: en 2006 ascendió a 72.439 millones de dólares, sólo un 1,5% más que en 2005, cuando la IED fue de 71.361 millones. Se trata de una tendencia muy preocupante. Como explicó en la presentación del informe José Luis Machinea, secretario ejecutivo de la CEPAL, en los años 70 del siglo XX, la zona captaba el 16% de la IED que se realizaba en el mundo; a finales de los 90 ese porcentaje se situó en 13% y ahora ese pequeño 8%. Ello ocurre pese al considerable aumento del PIB regional. Según los cálculos de la CEPAL, en 2006, Iberoamérica registró en su conjunto un crecimiento económico de un 5,3%, con lo que por tercer ejercicio consecutivo habría una tasa superior al 4%. ¿Por qué entonces las empresas y los inversores no acuden a la región?, ¿y se puede hablar de Latinoamérica como una unidad?

Mirando con mayor atención las cifras, tres países acumulan casi dos tercios de la IED: México (26,14%), Brasil (25,93%) y Chile (11,21%). Dos de ellos, México y Chile, gozan de una relación económica privilegiada con Estados Unidos mediante tratados de libre comercio; Brasil, pese al alineamiento del presidente Lula Da Silva con el venezolano Hugo Chávez en diversos asuntos, ha llegado a acuerdos con George Bush sobre el desarrollo de los biocombustibles, que tanto molesta a Fidel Castro, porque su difusión amenaza con cortar la mayor, y única, fuente de ingresos económicos de su pupilo Chávez. La IED en Chile creció casi un 16% en 2006 respecto a 2005; en Brasil, este porcentaje fue mayor y se acercó al 25%.

En México, la IED pasó de 19.643 millones de dólares en 2005 a 18.939 millones en 2006. La mengua en un pequeño 3,5% de las inversiones puede atribuirse al año electoral. En julio se eligieron al presidente y al parlamento, pero la inestabilidad posterior, causada por el candidato de la izquierda machetera Andrés Manuel López Obrador al negarse a reconocer la victoria de su rival, el derechista Felipe Calderón, se prolongó durante varios meses más. Los seguidores de López Obrador arremetieron contra empresas extranjeras y nacionales a las que culpaban de la derrota de su caudillo: Televisa, Bancomer-BBVA, Wal Mart, Coca-Cola... Sin duda, este ambiente pesó en la disminución de la IED. Además, se cita la creciente delincuencia, a la que se ha enfrentado el nuevo presidente desde el comienzo de su mandato.

Chile, que mantiene un crecimiento ininterrumpido desde hace varios años, supera en captación de IED a economías aparentemente más atractivas como la argentina o la venezolana. La estabilidad política de Chile, donde la derecha, los democristianos y el socialismo coinciden en mantener el modelo de desarrollo y constitucional, es la clave que explica el éxito del país, antes del régimen militar dependiente del precio del cobre.

En esta lista llama la atención la caída de Argentina por debajo de Colombia. Mientras este país, gobernado por el presidente liberal Álvaro Uribe, está negociando un tratado de libre comercio con Estados Unidos, la Argentina del peronista Néstor Kirchner vuelve a las prácticas intervencionistas (negativa a subir las tarifas de muchos servicios que prestan empresas extranjeras en la electricidad, los combustibles, el agua, y prohibición de exportación de productos como la carne y la soja para controlar la inflación) y al gasto público, que aumentará este año, pues en otoño se elige al presidente.

En términos de la relación IED/PBI, en 2006 el ranking estuvo encabezado por Panamá (16,4%), seguido por Trinidad y Tabago (8,4%), Uruguay (8,3%), Costa Rica (7%) y Chile (6,9%). El promedio regional de este indicador fue un 3%. De nuevo aparecen países en crecimiento con políticas tildadas de neoliberales y vínculos con Estados Unidos antes que con el ALBA[2] (Alianza Bolivariana para la América) de Chávez.

El lastre de Venezuela

El mal dato de IED general se debe a la flamante República Bolivariana de Venezuela. En 2005, ese país recibió 2.583 millones de dólares de IED y en 2006 la IED fue negativa por importe de 543 millones de dólares. Es decir, en un solo año se produjo una caída superior a los 3.000 millones de dólares. Para comprender la importancia de esta cifra comparémosla con la IED en Perú en 2006: 3.467 millones. De haberse mantenido la IED en el país que gobierna Chávez en los dos ejercicios, el informe de la CEPAL que estamos comentando habría registrado un crecimiento global de entre un 5,5% y un 6%. Bolivia, recibió en 2006, el año en el que el socialista Evo Morales nacionalizó todo el sector de hidrocarburos, sólo 237 millones, el doble que Paraguay. El año anterior, recorrido por tumultos y motines promovidos por Morales contra el presidente Carlos Mesa, la IED fue negativa: -242 millones.

Como afirma el periodista argentino Jorge Oviedo en un artículo, “los modos de dar certidumbre no parecen suficientes para alentar a que se hagan las inversiones de largo plazo que el país necesita. En un país que crece y tiene seguridad jurídica los empresarios claman por privatizaciones en todas las áreas para aprovechar los negocios. Aquí el Estado ha debido volver a hacer las rutas, distribuir el agua y construir gasoductos, porque ni creciendo a tasas chinas aparecen privados interesados”[3]. Y lo que escribe para Argentina vale para Bolivia, Venezuela, Ecuador y otras repúblicas cuyos dirigentes han tomado el camino del populismo y de teorías económicas fracasadas, como el trueque.

Si la inversión extranjera es imprescindible para los países en vías de desarrollo, más lo es en una región donde las fugas de capitales ascienden a miles de millones de dólares. Sólo gobernantes demagogos e ignorantes como Chávez y Evo Morales creen que van a obtener todos los fondos mediante la nacionalización de las empresas de hidrocarburos y la venta de gas natural y de petróleo.

La conclusión es que los factores que contribuyen a captar esa inversión y a permitir el crecimiento de la economía nacional son la confianza, la seguridad jurídica, la independencia de las instituciones y la estabilidad política. Por ello, México, Chile, Colombia, Costa Rica y Panamá captan inversiones extranjeras (tanto de fuera de Iberoamérica como de la misma región) y crecen. Por el contrario, los gobernantes que practican el intervencionismo y las nacionalizaciones, es decir, que regresan a las fórmulas ya probadas y fracasadas en la segunda mitad del siglo XX, hunden a sus repúblicas en la pobreza y la dependencia.

Notas

[1] http://www.eclac.org/cgi-bin/getProd.asp?xml=/publicaciones/xml/3/28393/P28393.xml&xsl=/ddpe/tpl/p9f.xsl&base=/tpl/top-bottom.xsl.

[2] http://www.alternativabolivariana.org/.

[3] La Nación, 6 de abril de 2007. http://www.lanacion.com.ar/897774.

 

Grupo de Estudios Estratégicos (España)

 



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