Aunque el organismo no ha difundido aún los datos, los partidos, que tienen representantes en el TEPJF, ya han expuesto sus opiniones. Para la Coalición Por el Bien de Todos su candidato Andrés Manuel López Obrador ha reducido en unos 12.000 votos la distancia con Calderón; en caso de ser así, la distancia entre ambos sería todavía superior a los 220.000. Sin embargo, el PAN sostiene que sólo hay unos 1.500 votos mal contados y que los errores afectan a ambos candidatos[1]. Ante ello, López Obrador ha decidido redoblar la intensidad de sus protestas.

El 30 de julio, Obrador y sus partidarios reunidos en la plaza del Zócalo decidieron a mano alzada comenzar una campaña de “resistencia civil pacífica” para exigir el recuento completo de los 41 millones de papeletas registradas en las elecciones presidenciales del 2 de julio, porque están convencidos de que la autoridades electorales y el millón y medio de mexicanos que ese día actuaron como interventores y representantes de los partidos organizaron un gigantesco pucherazo. Paradójicamente, Obrador y el sector del PRD que le apoya no dudan de la validez del conteo de los votos de las elecciones parlamentarias, en las que el PAN quedó primero.

Las medidas son cada vez más espectaculares. En los últimos días se han instalado campamentos en el Zócalo y las calles de los alrededores[2] con el anuencia de las autoridades municipales de la capital, adictas a Obrador. En los últimos días, las bandas de la porra, integradas por unas pocas docenas de profesionales de la agitación[3], y las camarillas de intelectuales progres que se les unen en ocasiones, han realizado bloqueos de empresas privadas (bancos, canales de televisión, supermercados), de los peajes de las autopistas del Distrito y de la embajada de España[4]. Un grupo de ellos irrumpió en la catedral gritando su consigna de “voto por voto, casilla por casilla”[5] y otro trató de instalar un campamento en la entrada principal a la sede del Legislativo, el Palacio de San Lázaro[6]. Éste ha sido el tumulto más violento hasta ahora, pues los manifestantes embistieron con un coche las vallas y los policías los desalojaron. El presidente de la Cámara, Álvaro Elías, que temía una ocupación como la que ya realizó el PRD en 2004, había reforzado la seguridad de San Lázaro[7].

Las masas enflaquecen

Aparte del daño a la estabilidad política de México y su prestigio en el exterior, los campamentos en el Zócalo levantados por el defensor de los pobres han causado en 16 días 809 despidos y pérdidas a los comercios y hoteles cercanas a los 3.000 millones de pesos. Es tal el temor a Obrador y sus matones que los perjudicados se niegan a denunciarles al Gobierno del Distrito Federal[8]. Un ejemplo: la Policía municipal no desaloja a los ocupantes de la vía pública, sino que detiene a quienes les reprochan su actitud: a un ciudadano que rasgó una pancarta favorable a AMLO se le multó con 500 pesos[9]. La faceta positiva de esta lista de incidentes es que cada vez son menos los alborotadores: en el bloqueo de la Cámara de Diputados, un centenar; en la protesta ante la representación de España, unos 40; y en la catedral, seis.

El 14 de agosto, ante una asistencia inferior a 20.000 personas, Obrador enunció su programa para septiembre[10]: sabotear en la Cámara de Diputados el último informe de gobierno del presidente Vicente Fox, al que tildó de “traidor de la democracia”, y reventar con una denominada convención nacional democrática las conmemoraciones de la independencia de los días 15 y 16, en las que participan las Fuerzas Armadas. Varios analistas de la vida política mexicana coinciden en que López Obrador busca un muerto[11], de la misma manera que muchas protestas organizadas en España contra el Gobierno del PP.

AMLO está tratando de repetir los éxitos de sus revueltas a anteriores. Cada vez que se ha enfrentado a una derrota electoral o una investigación judicial ha recurrido a las movilizaciones callejeras. Su estrategia es simple: él habla en nombre de los pobres y el pueblo le apoya, mientras que los ricos y sus rivales políticos, que no son pueblo, le persiguen. Una retórica chavista[12].

En esta ocasión, está en juego la presidencia de un país de más de 100 millones de habitantes, el tercero más poblado de América, y con un tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá. Pese a la gravedad de la campaña de López Obrador, los medios de comunicación españoles apenas la están cubriendo. Las radios y las televisiones se limitan a reseñar los actos más escandalosos de los clientes del ex alcalde del Distrito Federal, sin explicar las causas ni el estado del proceso electoral. La prensa de papel, tanto la gratuita como la de pago, prefiere dedicar sus páginas de la sección de internacional a la guerra en el Líbano y la reaparición del dictador Fidel Castro; la gran excepción es El País, quizás por los negocios del grupo en México; ABC, El Mundo y La Vanguardia cubren de manera esporádica las noticias. Una vez más, se confirma que los ejecutivos y periodistas de las empresas españolas se mueven en función de la actualidad marcada por los telediarios de la CNN y el volumen de teletipos recibidos. Quizás la progresiva atención de los medios de comunicación de Estados Unidos, como la entrevista a Fox en el New York Times[13], les haga preguntarse por la importancia de los sucesos de México.

El PAN y el PRI se alían en Chiapas

¿Puede Obrador ganar en las calles lo que ha perdido en las urnas? La anulación de las elecciones y su repetición bajo un Gobierno interino favorable a él es su objetivo más importante, pero es improbable que lo consiga. Las últimas fases del proceso electoral, el estudio por el TEPJF de las impugnaciones, demuestra que las acusaciones de fraude y de urnas preñadas eran falsas. Por tanto, está perdiendo la razón. Además, su campaña está asustando a los mexicanos y a parte de su propio partido. El PRD ha pasado a ser la segunda formación del país en votos y tiene el segundo grupo parlamentario en la Cámara de Diputados. Si el gobierno del PAN fracasase, la izquierda podría sucederle en la presidencia y en el Parlamento, pero para ello necesita mostrarse como un equipo confiable. Germán Martínez, representante del APN en el Instituto Federal Electoral, planteó el dilema a los nuevos cargos del PRD: “A los representantes del PRD, a los nuevos representantes del PRD, a los nuevos senadores y diputados del PRD les preguntamos con toda seriedad y con toda responsabilidad desde la sede nacional del PAN ¿A dónde van a ir a tomar posesión: a la convención nacional democrática a la que ha citado López Obrador para el 16 de septiembre o al Congreso de la Unión el día primero de septiembre? Que de una vez quede claro si los representantes populares, los diputados federales del PRD y los senadores de la República van o no a tomar posesión de sus cargos. El PAN los desafía a que se sometan al orden constitucional y jurídico, y a que acepten los votos que les entregó mayoritariamente en esos cargos y que también, de una vez por todas, acepten que han perdido la Presidencia de la República”[14].

La posibilidad de triunfo de Obrador depende de sus adversarios. Como ya sabemos en España por la política antietarra de los últimos años: hay una línea a partir de la cual es imposible tanto la negociación como la cesión; una vez cruzada esa línea se ha perdido el combate. Obrador pretende causar tantos incidentes y tensiones, incluso con muertos –recordamos que pretende entorpecer el desfile militar de los actos de la independencia y sus conmilitones advierten de que un desalojo del Zócalo puede desencadenar incidentes como la matanza de 1968[15] en Tlatelolco-, que el PAN, por decisión propia, o bien el PRI y otras instituciones, se avengan a negociar con él y forzar al vencedor de las elecciones a un compromiso.

Pero a Obrador le está perjudicando sus arrebatos, de la misma manera que a Calderón le está beneficiando su tranquilidad. Gracias a la campaña del izquierdista, el PRI dispone del medio para atenuar su gran derrota; este partido y el PAN han empezado a mostrar pruebas de una alianza duradera. El 10 de agosto, el candidato del PAN a la gobernación del estado de Chiapas renunció a presentarse a la elección, que se celebrará el 20 de este mes, y pidió el voto para el candidato del PRI, a fin de impedir la elección del candidato de la coalición Por el Bien de Todos, Juan José Sabines Guerrero[16]. Se trata del primer pacto de dos partidos enfrentados desde hace décadas, forzada tanto por la división en el Parlamento como por la testarudez del adversario común. López Obrador, que respalda a Sabines, ha declarado que la gobernación de Chiapas es el pago que recibirá el PRI por aceptar a Calderón como presidente[17].

En el caso de derrota de Sabines, México podría estar ante el comienzo de un nuevo modelo político basado en coaliciones de gobierno... y los dirigentes locales del PRD ante una amenaza para sus cargos de gobernadores y alcaldes o las expectativas de alcanzarlos. Entonces, los menguantes aparachik que todavía respaldan a Obrador le abandonarán y éste se convertirá en una figura patética, como es ahora el subcomandante Marcos. Ojalá así sea.

Notas:

[1] http://www.pan.org.mx/?P=83&ArtOrder=ReadArt&Article=206222.

[2] En este gráfico del diario El Universal se puede ver la distribución de los campamentos por el centro histórico de la capital: http://graficos.eluniversal.com.mx/planton1/planton.htm.

[3] http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=256140.

[4] http://www.eluniversal.com.mx/notas/368852.html.

[5] http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=255993.

[6] http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=256312.

[7] http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=256165.

[8] http://www.eluniversal.com.mx/notas/368977.html.

[9] http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=256330.

[10] http://www.eluniversal.com.mx/notas/368625.html y http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=255992.

[11] http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=256156.

[12] http://www.lavanguardia.es/premium/publica/publica?COMPID=51243820982&ID_PAGINA=22780&ID_FORMATO=9&PAGINACIO=1&SUBORDRE=3&TEXT=

[13] http://www.nytimes.com/2006/08/15/world/americas/15mexico.html?_r=3&ref=americas&oref=slogin&oref=slogin&oref=slogin

[14] http://www.pan.org.mx/?P=83&ArtOrder=ReadArt&Article=206222.

[15] Leonel Cota, presidente del PRD, menciona la matanza de 1968 al hablar de los campamentos en el Zócalo. http://www.prd.org.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=492&Itemid=37.

[16] http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=255581.

[17] http://www.eluniversal.com.mx/notas/368944.html.