En los últimos días, se han producido diversos acontecimientos que indican claramente que en Bolivia el verdadero poder no lo van a ejercer ni el parlamento, ni el presidente, ni el pueblo soberano, sino Hugo Chávez.
En los regímenes comunistas las personas lo pierden todo menos el humor. Los cubanos decían que Cuba era el país más grande del mundo porque tenía la capital en Moscú, el Ejército en Angola y la población en Miami. Un remedo del viejo y acertado chiste es decir que Cuba limita con Argentina y Chile. Esta expansión se debe a la supeditación del Gobierno boliviano a los deseos de Hugo Chávez, el hombre más grande del mundo, porque su trasero está sentado en Caracas y su cerebro en La Habana.
En los últimos días, se han producido diversos acontecimientos que indican claramente que en Bolivia el verdadero poder no lo van a ejercer ni el parlamento, ni el presidente, ni el pueblo soberano, sino Hugo Chávez. Éste se está convirtiendo en una mezcla de Mazzini y Garibaldi que agita toda Hispanoamérica con sus soflamas[i] y sus petrodólares[ii].
Un ejemplo pequeño pero significativo es la presencia de unos 700 médicos cubanos en el país semanas después de que Evo Morales tomase posesión de la presidencia. Como se sabe en Iberoamérica y parte de África, los médicos, enfermeros, ópticos, dentistas y técnicos cubanos forman en una quintacolumna del castrismo. Son agentes subversivos, dispuestos a adoctrinar a sus pacientes o a adiestrar a los activistas locales en el uso de armas y propaganda. También los hay en Venezuela, llamados por Chávez.
La presencia en condiciones ilegales de esos médicos y el trato de favor que reciben por parte del Gobierno socialista de Morales han llevado a que se sucedan las protestas del Colegio de Médicos, que representa a unos 15.000 profesionales. El Colegio exige que los médicos cubanos le presenten sus títulos para acreditarlos, como manda la ley y que el Gobierno convoque a los médicos bolivianos para prestar los mismos servicios asistenciales y con las mismas condiciones. El malestar se expresó mediante una huelga de los profesionales nacionales el 1 de junio[iii].
Aparte de los médicos cubanos, otros extranjeros van a recibir el permiso del Gobierno socialista para moverse libremente por Bolivia: un grupo de militares venezolanos que viajará para instalar dos plantas de asfalto y construir carreteras, tal como anunció el comandante del Ejército, general Raúl Baduel[iv]. Sorprende que ante la pobreza de los bolivianos, Morales recurra a extranjeros para realizar obras públicas en vez de a desempleados nacionales. [v]
El ministro de Defensa de Chávez también ha enviado dos helicópteros Superpuma para uso de Morales en sus desplazamientos. Con los aparatos se trasladarán las tripulaciones venezolanas. La presencia de una guardia de corps armada en torno a un presidente al margen de un Ejército nacional del que se desconfía[vi] nos recuerda a quienes nos alejamos de la juventud el GAP de Salvador Allende[vii].
PDVSA se establece en Bolivia
Sin querer restar importancia a los hechos anteriores, que revelan una infiltración en el país de agitadores y hombres armados al servicio de potencias extranjeras, es más preocupante la creciente dependencia que tiene la economía boliviana de las subvenciones e inversiones concedidas por Caracas.
El 16 de julio, el GEES me publicó un análisis en el que afirmaba de Morales lo siguiente: “En caso de llegar a la presidencia, introducirá a Bolivia en la órbita chavista y en el proyecto de éste de fundar una OPEP latinoamericana: Petroamérica”[viii]. ¡Ojalá acertase igual en mis inversiones en Bolsa!
El primer paso para constituir esa OPEP sudamericana fue la nacionalización de los hidrocarburos, las refinerías y los campos de extracción; Morales los puso bajo el control de Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia (YPFB). El segundo, la entrada de la empresa pública venezolana PDVSA en el lugar dejado libre por las petroleras expulsadas.
El 26 de mayo pasado, durante la última visita de Chávez a Bolivia, los presidentes de YPFB y PDVSA, pusieron en marcha una “alianza estratégica” para ejecutar varios proyectos en territorio boliviano con una inversión venezolana de, al menos, 1.500 millones de dólares en toda la cadena hidrocarburífera; además, se ha fundado una sociedad mixta llamada Petroandina para el comercio y suministro de hidrocarburos Ambas empresas, instalarán en los próximos 18 meses en las regiones de Santa Cruz y Tarija, extractoras de gas, dos plantas separadoras de etano, propano y metano.
También se establece que Venezuela enviará unos 200.000 barriles de diesel al mes, combustible del que es muy deficitario Bolivia. Todavía no se sabe cómo se hará el suministro, pues Bolivia no tiene ningún puerto ni hay un oleoducto entre los dos países
Los acuerdos económicos, que comenzaron a negociarse en enero pasado, cuando Morales estuvo en La Habana antes de ser investido presidente, no se limitan al campo energético. Venezuela comprará un importante volumen de la producción boliviana de soja y proporcionará ayuda para la industrialización de la coca “en beneficio de la humanidad” por su carácter medicinal, según dijo el presidente Morales. Los acuerdos se extienden a la producción de té y café orgánico y permitirán la instalación de una planta de procesamiento de productos lácteos en el Chapare, centro cocalero del país. Por último, la cooperación venezolana también abarcará la instalación de radios comunitarias dirigidas por campesinos[ix].
De esta manera, Caracas obtendrá un amplio control sobre la economía boliviana y sobre miles de empleos; también extenderá su influencia a Brasil, Argentina y Chile, compradores del gas natural boliviano. Así, en unos pocos años, a no ser que baje el precio del gas, de Caracas dependerán la iluminación y la industria de Buenos Aires y, sobre todo, Sao Paulo (el 80% del gas que consume el estado de Sao Paulo proviene de Bolivia).
Sin embargo, la economía boliviana necesita unos capitales y una tecnología que no le puede ofrecer Venezuela. Por ello, Evo Morales anunció el 1 de junio que había escrito a su detestado presidente George Bush para solicitarle la ampliación del acuerdo de comercio bilateral[x]; pese a que se niega a firmar un tratado de libre comercio con el Imperio del mal, como ya han hecho otros países sudamericanos, como Colombia y Perú. El 15,4% de las exportaciones bolivianas las absorbe el mercado norteamericano; y algunos productos como la soja quedan en peores condiciones que la vendida por Colombia.
Sin duda, para el jefe del MAS escribir esa carta tuvo que ser un sapo duro de tragar, pues dos días antes había acusado al presidente de Estados Unidos de haber montado un complot para asesinarle, sin aportar pruebas ni fechas[xi]. ¿Cree Morales que se puede aplicar a Bush la doctrina que sentó Lenin de que los burgueses le venderían la cuerda con la que les ahorcarían?
Un último ejemplo de la prepotencia chavista en Bolivia fue el comportamiento de la escolta del dictador venezolano a lo largo de su visita oficial. Los sesenta y cuatro hombres armados, el equivalente a media compañía militar, impusieron su voluntad a las autoridades social-indigenistas, que tanto alardearon del respeto a la soberanía nacional cuando nacionalizaron los hidrocarburos. Los extranjeros seleccionaron a los asistentes a los actos y conferencias de prensa de Chávez, desde periodistas a cargos electos. Ante las protestas, el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, responsabilizó de los incidentes no a la megalomanía y la paranoia de los venezolanos, sino a su propio Gobierno: “La seguridad de presidentes es necesaria. Pero nuestro sistema de seguridad no ha sabido coordinar con el sistema de seguridad del otro Presidente [Hugo Chávez]. Eso tiene que mejorar para que no suceda en el futuro”[xii]. ¡A esto llega la sumisión de Morales ante su amigo!
Constitución a la medida del presidente
La imitación por parte de Morales y el MAS de todo lo que hace Chávez es absoluta. Si Chávez amenaza con reformar su Constitución bolivariana, que sólo permite una reelección, para perpetuarse en su misión revolucionaria hasta 2031, el Movimiento al Socialismo pretende eliminar la vieja tradición iberoamericana de limitar los mandatos presidenciales. Así, el MAS ha propuesto[xiii] que la nueva Asamblea Constituyente, que se elegirá en julio, permita la reelección seguida del presidente[xiv].
Bolivia empieza a ser una provincia mental de Venezuela. Evo Morales pretende asentar su poder en las elecciones a la Asamblea Constituyente, cuya finalidad es la redacción de una nueva Constitución y que tratará el sistema de partidos, las autonomías y la división racial. De conseguir la mayoría absoluta, el jefe del MAS podrá elaborar una ley fundamental a su medida, como la que tiene su admirado Chávez. Durante la visita que éste realizó al país a finales de mayo fue muy sincero sobre los planes de su pupilo: “Evo llegó para quedarse. La Constituyente es sólo el principio”[xv].
A la vista de cómo el paracaidista golpista (fracasado) y sus partidarios han ocupado el poder casi total en Venezuela, a Morales hay que detenerle en las primeras fases del nacimiento de su régimen mediante la movilización social. Morales ya ha empezado por la nacionalización de los hidrocarburos; otras medidas que podría copiar a Chávez son las referidas a la manipulación de la educación juvenil, la censura de los medios informativos independientes, el control de cambios monetarios, la formación de milicias armadas y la alteración del censo electoral[xvi].
Poco después de la visita de Chávez, Jorge Quiroga, ex presidente del país y candidato derrotado por Morales, denunció en una entrevista las contradicciones y mentiras del venezolano: “El señor Chávez tiene delirios de grandeza, de ser líder del hemisferio (...).Si realmente es amigo de Bolivia que alguna vez venga y que nos pida perdón, que pida disculpas a Bolivia por habernos engañado habiéndonos ofrecido mar y dejándonos un chileno en la OEA. Si realmente es amigo de Bolivia hasta ahora no me explicó por qué durante dos años le compró soja a Estados Unidos, en lugar de cubrir los mercados de la CAN [Comunidad Andina de Naciones]. Si realmente es amigo de Bolivia, que anuncie formalmente que va a suspender su proyecto de Gasoducto del Sur. (...) Que lindo es ser antiimperialista, antinorteamericano cuando Estados Unidos nos llena los bolsillos todos los días con más de 100.000 millones de dólares (...) Si realmente es antiimperialista, deje de venderle petróleo a Estados Unidos”[xvii].
Esperemos que el sometimiento de Venezuela por la izquierda populista anime la resistencia de los bolivianos orgullosos de su libertad.
Pedro Fernández Barbadillo es profesor del Instituto de Humanidades Ángel Ayala-CEU de la Universidad San Pablo CEU.
Notas:
[i] En sus últimas arengas, Chávez ha manifestado su deseo de que el militar golpista Ollanta Humala ganase las elecciones presidenciales peruanas
http://www.elmundo.es/elmundo/2006/05/27/internacional/1148764228.html.
[ii] Sólo en el primer trimestre del presente año, el Gobierno venezolano sacó 3.615 millones de dólares del país sin que se conozca su destino exacto.
www.eluniversal.com/2006/06/03/eco_art_03201A.shtml.
[iii] http://www.el-nuevodia.com/versiones/20060602_006753/nota_257_293377.htm y
http://www.minutodigital.com/noticias/2710.htm.
[iv] http://www.miami.com/mld/elnuevo/news/world/americas/14727712.htm
[v][v]
[vi] Chávez ha acusado, sin pruebas, a oficiales bolivianos de obedecer a la CIA y ha incitado a los soldados a enfrentarse a sus superiores si les dan órdenes inconstitucionales.
http://correodelsur.net/2006/0529/w_sumario3.shtml.
[vii] PÉREZ, Cristian: “Salvador Allende, apuntes sobre su dispositivo de seguridad: el Grupo de Amigos Personales (GAP)”, revista Estudios Públicos, nº 79, invierno 2000, Santiago de Chile. Se puede descargar el estudio aquí: www.cepchile.cl/dms/archivo_1119_348/rev79_perez.pdf. Y QUIROGA Z., Patricio: El GAP: la escolta de Allende, Aguilar Ediciones, 2001, Santiago.
[viii] Bolivia, foco de subversión en el Cono Sur. http://www.gees.org/articulo/663/
[ix] http://www.gees.org/articulo/2353/
[x] http://www.elcomercioperu.com.pe/EdicionOnline/Html/2006-06-01/onlPortada0515752.html.
[xi] http://www.abn.info.ve/go_news5.php?articulo=48628&lee=16
[xii] http://www.la-razon.com/versiones/20060531_005558/nota_247_292508.htm .
[xiii] http://www.la-razon.com/versiones/20060524_005551/nota_247_289974.htm
[xiv] El artículo 87.1 de la Constitución vigente, promulgada en 1995, establece que “El mandato improrrogable del Presidente de la República es de cinco años. El Presidente puede ser reelecto por una sola vez después de transcurrido cuando menos un Período Constitucional”.
[xv] http://www.la-razon.com/versiones/20060527_005554/nota_249_291164.htm
[xvi] http://www.eluniversal.com/2006/06/03/pol_art_03104A.shtml
[xvii] http://www.gees.org/documentos/Documen-989.pdf
