El Príncipe Enrique pasó tres días a todo tren con un "playboy" de origen libanés, Fidelio Cavalli, acusado de alquilar un avión privado con un cargamento de 47 paquetes de cocaína (valorados en más 90 millones de euros). El alijo fue descubierto precisamente por la policía española cuando hizo escala en Gran Canaria hace tres años.

Enrique, que no había vuelto a protagonizar un escándalo desde aquella noche loca del 2012 en un hotel de Las Vegas, vuelve a estar en el disparadero por una investigación de The Times, que saca en portada la prueba ineludible del vínculo: una foto en la que se le ve abrazado al "playboy", sonrientes y descamisados los dos.

Según The Times, Harry Y Fidelio pasaron el año pasado tres días de juerga incesante que arrancaron con la fiesta en un yate privado en el Golfo Pérsico, seguida de un partido de polo en Dubai y de la asistencia al Gran Prix de Fórmula Uno en Abu Dhabi.

De acuerdo con el rotativo británico, el Príncipe no estaba al tanto de los problemas legales en que andaba metido Cavalli, que hace tan sólo cinco años era un ex camarero en paro en California y que ahora se codea con la élite mundial gracias a su amistad con el multimillonario árabe Mohamed Al-Habtoor.

La Casa Real británica no ha reaccionado de momento ante la noticia, que amenaza con poner a Enrique en la misma y peligrosa senda del Príncipe Andrés, acuciado por su amistad con el multimillonario pederasta Jeff Epstein. Andrés tuvo que defenderse hace unos mese de las acusaciones formuladas por Virginia Roboerts, que aseguró haber sido "esclava sexual" de Esptein y de haber mantenido encuentros íntimos con el príncipe cuando era menor de edad.

La denuncia contra Fidelio Cavalli, que en su cuenta de Instagram tiene varias fotos junto al Príncipe Enrique (y también junto a Paris Hilton y Novak Djokovic), ha sido presentada en un tribunal de Orange County (California) por el empresario Najib Khoury, que asegura haber recibido amenazas de muerte por revelar la información.

Hasta la fecha, dieciocho personas habían sido condenadas (entre ellos, varios miembros de la Guadia Nacional Boliviana) por su participación en la operación de contrabando de la cocaína, a bordo de un avión Bombardier Global Express que despegó de Venezuela rumbo a Benin en agosto del 2012. El avión privado fue desviado hacia Gran Canaria, donde la policía nacional descubrió el alijo de droga, camuflado entre 47 bolsas de la Cruz Roja como "ayuda humanitaria".

Según la acusación, Cavalli habría alquilado el avión en calidad de empleado del Al Habtoor Group. De acuerdo con The Times, el destino final del cargamento podría haber sido Líbano, y más en concreto el grupo extremista Hezbolá, que figura en la "lista negra" de organizaciones terroristas del Departamento de Estado. A través de su abogado, Cavalli ha negado tanto su implicación en la operación como su supuesto apoyo a Hezbolá.

Las tribulaciones de Cavalli -cinco años se paseándose con su carné VIP en las fiestas de la alta sociedad- amenazan en cualquier caso con volver a dejar en evidencia al Príncipe Enrique, que a sus 31 años sigue causando quebraderos de cabeza a la Casa Real.