Los brasileños exigen en la calle a la clase política compromiso con sus responsabilidades y critican el alto índice de corrupción de los servidores públicos. En el último sondeo nacional, el Senado tenía un 7% de aprobación. A pesar de ello, la cámara, que en Brasil representa a los 27 Estados del país, debate sobre la propuesta de introducir en el texto de juramento a la hora de tomar posesión la palabra “ética”.

En el nuevo texto del reglamento interno se había introducido que los senadores se comprometían a actuar “con ética” en la “actividad política”. La propuesta, sin embargo, fue rechazada por el ponente de los cambios en el reglamento, el senador Edison Lobão Filho. Lobão, del partido conservador PMDB - el principal aliado del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff - justificó la decisión afirmando que "daría margen para interpretaciones peligrosas. Lo que puede ser ético para ti puede no serlo para mi (...) Es una cosa muy subjetiva y muy abstracta". Ante las protestas, Lobão ha dado marcha atrás y ha recordado que el proyecto aún sigue en trámite.

Ya en 2009, el senador Tasso Jereissati, del opositor PSDB, intentó revisar las normas internas del Senado y trató de introducir el compromiso de los senadores de desempeñar el mandato de forma “honrada”, siempre “en la defensa intransigente de la ética en la actividad política y del ciudadano”. Su sugerencia nunca fue sometida a votación.

En el nuevo reglamento se introducía también un compromiso con el decoro personal practicado fuera del Senado, cuyo quebranto sería comunicado al corregidor. El texto actual solo exige que sean denunciados los actos de decoro de un senador dentro del Senado y no fuera de él. Dicho cambio, que ampliaba la ética del comportamiento fuera del ejercicio del cargo, también ha sido rechazado.

El actual reglamento interno del Senado no había sido modificado desde 1970, cuando fue redactado en plena dictadura militar. También ha sido rechazada la propuesta de que los senadores se comprometan al jurar el cargo a presentar la declaración de los bienes de sus familiares hasta segundo grado, con ello se quería evitar que los políticos pongan, en caso de existir, parte de los bienes adquiridos ilegalmente a nombre de sus familiares más próximos.

El próximo 7 de septiembre, fiesta de la Independencia del país, hay manifestación anunciada y convocada por Internet que pretende sacar a la calle a 40 millones de ciudadanos contra la corrupción y a favor de la ética en la política y en la vida pública en general.