Los cariocas son enormemente creativos. Lo han podido comprobar las centenares de personas que, como cada mañana, han paseado hoy por la playa de Copacabana, en Río de Janeiro. Se han encontrado con 594 escobas de color verde (que representan a los 513 diputados y 81 senadores brasileños) que habían sido plantadas en la arena durante la noche como parte de una campaña contra la corrupción política que patrocina el Movimiento de Indignados brasileño (7-MS).

La inicitiva partió de la ONG Rio de Paz, que mañana estará tambien presente, junto con decenas de otras instituciones de la sociedad civil brasileña, en la manifestación convocada contra la corrupción en la histórica plaza de Cinelandia, famosa por haber sido en el pasado escenario de grandes luchas populares a favor de la las libertades.

En la playa de Copacabana una gran pancarta pide a los 594 parlamentarios: "Ayudadnos a barrer la corrupción en Brasil". Mientras, en el Senado se ha creado un grupo de nueve senadores que apoya al Movimiento de Indignados y pide que se arrope a Dilma Rousseff en su lucha contra la ilegalidad, que se lleva miles de millones del dinero público en corrupción, un dinero que debería ir, según la propia presidenta brasileña ha explicado, para proyectos de sanidad y educación, entre otras cosas.

Antonio Carlos Costa, líder de Rio de Paz, ha asegurado que las escobas plantadas en la playa tienen como fin despertar a los ciudadanos para que luchen contra la corrupción, que "lleva a la muerte a miles de personas". Se refiere Costa a que ese dinero, sustraído a la sanidad y a la seguridad públicas, tambien mata. Por ello mañana van a ser colocadas, coincidiendo con la manifestación que ha sido convocada a través de las redes sociales y a la que se han adherido a traves de Internet 30.000 personas, unas pancartas que llevarán pintada una pistola y el lema "La corrupción tambien mata".