En una conversación telefónica, afirma que su detención tuvo origen en testimonios “falsos” y de “oídas” que rindieron acusadores protegidos ante el agente del Ministerio Público Federal para involucrarlo con el "narco".
El ex subsecretario de la Defensa Nacional Tomás Ángeles Dauahare dijo que la Procuraduría General de la República (PGR) “recluta” testigos inducidos para involucrarlo con el crimen organizado.
En una conversación telefónica que sostuvo con Carlos Marín, director general editorial de Grupo MILENIO, a quien llamó el pasado domingo por la noche, el militar en retiro afirmó que su detención tuvo origen en testimonios “falsos” y de “oídas” que rindieron testigos protegidos ante el agente del Ministerio Público Federal.
A ocho días de que venza el arraigo al que fue sometido en el Centro de Investigaciones Federales (CIF), el general de división aseguró desconocer si la PGR va a solicitar su consignación. “No me atrevería a confirmar o negarlo, creo el mejor informado en este caso es el abogado”, expresó.
Sobre los cateos a sus propiedades, recordó que fue su propia esposa, Leticia Zepeda Contreras, quien pidió a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (Siedo) revisar sus domicilios para demostrar que no posee bienes ilícitos, medidas que llevaron al aseguramiento de la casa de su hija.
A continuación, la transcripción íntegra de la conversación:
General, disculpe ¿me pude repetir lo que me acaba de decir?
Le digo a mi amigo Carlitos que soy inocente, que me inculpan testigos protegidos, inducidos con testimonios falsos y de oídas. Y no dudo que pretendan reclutar a otros para el mismo fin, inducidos todos con testimonios falsos, porque no hay nada.
¿Nada sólido?
Exacto, nada verídico, ni sólido ni no sólido.
¿De dónde cree que venga esta avalancha o esta intención de inculparlo?
No sé, quizá el señor abogado te aclare mejor los datos, con mucho gusto te compartirá si los tiene.
¿Cómo lo están tratando en lo personal?
No tienes idea de lo extraordinario del trato, he sido muy respetado, muy considerado, un trato extraordinario.
¿Esta usted en la SIEDO?
Estoy en el Centro de Arraigo.
¿Puede platicar con los otros generales o no?
Estoy con uno, en la misma habitación, la comparto con el general Dawe y platicamos, caminamos, hacemos ejercicio, comemos, todo juntos, nada más con él.
¿Quién es el general?
Roberto Dawe González.
¿Su situación es distinta a la de otros militares que están pasando por este trance?
Quizá un poco mejor, pero muy parecida.
¿Y entre los cuatro hay relación de trabajo, la tuvieron?
No, el compañero con el que comparto habitación ya tiene 42 años en el Ejército y hasta ahora cruzamos palabra, nunca nos encontramos, menos trabajamos juntos, pero todo bien, buen amigo.
Con los cargos que ha tenido, ¿cómo explica un señalamiento de que cuando está en la cúspide de su carrera y a punto del retiro se le señale como haber recibido dinero de una banda delincuencial?
Es absurdo, no tengo explicación.
¿Está confiado en la limpieza del proceso que eventualmente se le instruya?
Correcto, yo confío que el razonamiento y la habilidad, eficiencia del abogado salga adelante.
¿Confía en que ni siquiera habrá consignación?
No me atrevería a confirmar o negarlo, creo que el mejor informado en este caso es el abogado.
¿Cómo esta de salud?
Muy bien.
¿Ha podido ver a su familia regularmente?
Sí, todos los días hablamos por teléfono, todos los días han venido a visitarme hermanos, cuñados, No se diga mi familia, al pie del cañón.
¿Ha podido hablar con su hija que está en Alemania?
Sí, cada tercer día, a veces diario.
¿Cree que esta embestida de acusaciones hayan sido cocinadas en el área civil o en área militar?
Sería atrevido y, sobre todo, poco sólido comentar sobre esto.
¿Hasta cuándo está determinado el plazo del arraigo?
Los 40 días se cumplen hasta el día 26, pero puede ampliarse.
¿Puede haber prórroga?
Sí.
¿Apelaría a un cambio de jurisdicción de la justicia civil a la justicia militar?
No, definitivamente no, el señor abogado tiene buenos argumentos.
Durante la charla el general se comenzó a despedir afectivamente del entrevistador, con quien dice guardar una amistad de años, y con voz segura le comenta:
“Soy inocente y quiero aclarar que mi esposa (Leticia Zepeda Contreras) pidió los cateos e investigación a las cuentas bancarias, de nuestras propiedades; fue a petición de ella”.
¿Fue a petición de ella?
Sí, Carlitos, en los primeros días ella lo pidió.
¿Le han asegurado algún bien?
La casa de mi hija Adriana la sellaron y no ha podido ingresar, anda con la misma ropa, usa alguna dádiva de alguna amistad o pariente.
¿Ha tenido visita de militares activos?
No, pero es entendible.
