Las esterilizaciones forzadas de indígenas en la época de Fujimori se vuelven contra su hija - La candidata acusa a su rival de narcotráfico y abuso de poder
La campaña para las presidenciales peruanas cerró ayer con un brutal cruce de
acusaciones entre el nacionalista Ollanta Humala y la populista Keiko Fujimori
de haber sido cómplices o haber tolerado violaciones a los derechos humanos. La
hija del expresidente condenado a 25 años de prisión por crímenes contra la
humanidad insistió en que su rival tiene un discurso ambiguo a la hora de
asegurar que mantendrá el modelo de libre mercado que ha impulsado el
crecimiento del país y un pasado atroz como jefe militar de una zona andina
durante los últimos años de la guerra contra Sendero Luminoso. Humala, por su
parte, ha hecho mucho hincapié en un caso que siempre pone los pelos de punta a
los peruanos: las esterilizaciones forzosas de 300.000 mujeres durante el
mandato de Alberto Fujimori.
El tema irrumpió de lleno en la última semana de la campaña electoral tras el
debate del domingo pasado y forzó a Keiko Fujimori a pedir disculpas a las
víctimas. Sin embargo, la candidata de Fuerza 2011 negó que las esterilizaciones
fueran una política de control de natalidad diseñada adrede por el Gobierno de
su padre y atribuyó a "los malos profesionales" de la salud los daños a las
víctimas. Las mujeres, la mayoría indígenas pobres de la zona andina, fueron
esterilizadas quirúrgicamente mediante presiones, engaños o compensaciones. El
Ministerio de Salud tiene 200.000 casos documentados entre 1996 y 1997 y,
además, 18 fallecimientos durante las operaciones, realizadas en muchas
ocasiones en lugares poco higiénicos y sin el instrumental adecuado.
El fujimorismo también declaró que las esterilizaciones no fueron contra la
voluntad de las mujeres, sino sin su consentimiento y recordó que el tema había
sido investigado en 2002 por un Congreso en el cual no había representantes del
partido y que el caso se había archivado. Las asociaciones de mujeres
reaccionaron de inmediato manifestando que el fujimorismo y su candidata
presidencial mienten en el afán de negar o minimizar la esterilización masiva y
forzada de mujeres. La directora del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán,
Ivonee Maccasi, dijo el miércoles que "hubo 2.000 casos denunciados e
investigados por el Ministerio Público y que fueron archivados, no porque no
hubiera evidencias de abusos y delitos, sino por prescripción". Y añadió que hay
"una demanda presentada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para
revertir la prescripción porque es un delito de lesa humanidad".
Las asociaciones de mujeres pidieron a Keiko Fujimori que aparte de Fuerza
2011 a Alejandro Aguinaga, el exministro de Salud de su padre que actualmente
ocupa un escaño del fujimorismo en el Congreso. Aguinaga admitió que sí hubo
"fallos" en el sistema y que al menos un centenar de mujeres resultaron
perjudicadas, pero rechazó que haya sido una política de Gobierno; y arguyó que
la denuncia solo pretende desacreditar la candidatura de Keiko Fujimori. "Se ha
hecho un daño irreparable con más de 300.000 mujeres que hoy no pueden ejercer
su derecho sobre su cuerpo de ser madres o volver a ser madres y eso fue sin su
consentimiento y eso es una vergüenza, es un daño irreparable", espetó Humala al
cierre de campaña.
Pero el aparato fujimorista, consciente de que la ventaja de cinco puntos que
tenía Keiko sobre Humala se ha reducido a tan solo dos puntos en esta semana
hasta empatar a los candidatos en torno al 50% de los votos, contraatacó
reabriendo una denuncia de autoritarismo que el candidato nacionalista arrastra
desde su etapa en el Ejército. Se le acusa de haber perpetrado abusos contra la
población civil en la región andina de Huánuco durante el periodo final de la
guerra contra Sendero Luminoso en 1992. El proceso se archivó por falta de
pruebas, pero como hubo muchas irregularidades en torno a un testigo clave,
nunca se llegó a dar crédito al fallo judicial.
A estas acusaciones, se han añadido denuncias sobre una supuesta vinculación
de Humala con el narcotráfico. Un medio publicó ayer en portada una entrevista
con un obrero de la construcción natural de Huánuco, Antonio Mori Sandoval, que
sostiene que en 1992 él sobornó en cuatro ocasiones a Humala para que permitiese
el despegue de aviones del narcotráfico desde una pista dentro de la
jurisdicción de la guarnición al mando del actual candidato presidencial. En las
tertulias de televisión de ayer a los portavoces de Fuerza 2011 no les
alcanzaban los minutos para releer la entrevista e insistir en la culpabilidad
de Humala.
Por otra parte, en la guerra de apoyos públicos que mantienen los candidatos,
Keiko Fujimori recibió ayer el respaldo de los ex candidatos presidenciales
Pedro Pablo Kuczynski (PPK), Luis Castañeda y Mercedes Aráoz. PPK y Castañeda
quedaron tercero y quinto, respectivamente, tras la primera vuelta electoral.
Aráoz es la exministra de Economía del saliente Gobierno de Alan García que
renunció a su candidatura por el APRA por los escándalos de corrupción en el
partido.
Humala mantiene el decidido respaldo del Nobel de Literatura Mario Vargas
Llosa y de otros intelectuales, del expresidente Alejandro Toledo (cuarto en
primera vuelta) y de muchos jóvenes.
Acusaciones
- Hay 300.000 casos
de esterilizaciones forzadas de mujeres. Los casos documentados entre 1996 y
1997 por el Ministerio de Salud son 200.000. Durante las operaciones se
registraron 18 fallecimientos.
- Al reducirse la ventaja electoral de Keiko Fujimori, sus partidarios
han aireado denuncias sobre una supuesta vinculación de Humala con el
narcotráfico.
- La hija del expresidente acusa a a Ollanta Humala de tener un
discurso ambiguo a la hora de asegurar que va a mantener el modelo de libre
mercado.