Allá ellos con sus vítores y homenajes por la próxima llegada del Pachacutec y la revolución etnocentrista aymara, de donde se excluye a dos tercios del país. Allá ellos con sus temibles ´movimientos sociales´ —milicias ya lo hemos dicho— y con sus propósitos de tomar el poder total, derribando a prefectos y alcaldes desobedientes, y dictando una Constitución a su medida, que les permita la eternidad en el Gobierno y la ansiada conquista de las tierras bajas del oriente.

Algo muy bueno tienen los masistas para festejar en el campo internacional: las firmas de los nuevos contratos con las empresas petroleras fue un éxito. Un éxito contra todo pronóstico, porque las compañías primero amenazaron airadas con el garrote, pero luego soltaron más dinero y se quedaron cabizbajas en el país. ¿Tal vez un poco avergonzadas? Porque no se puede entender cómo, durante tanto tiempo, se llevaron el gas dejando migajas. Yo me equivoqué y ahora lo reconozco. Es cierto que el precio de los hidrocarburos estaba por las nubes, que la situación era favorable para apretarles los genitales a las empresas, pero los anteriores gobiernos no lo hicieron. La negociación de precios con Argentina fue muy importante también, porque dio paso a que los cinco dólares por BTU se tomen como una referencia para todos, inclusive para Brasil. Lo de Cuiabá es algo que no deberá repetirse nunca más.

Pero el problema del MAS es que tiene una diplomacia lerda, improvisada, donde tres o cuatro funcionarios de carrera dan la cara y los demás aprenden. De ahí que el ´comandante´ Chávez, hace dos días ha firmado un acuerdo con su colega Lula de un gasoducto de 5.000 kilómetros que abastecerá todo el gas que necesita Brasil. ¿Qué habrá dicho don Evo en la reunión? Claro, Brasil va a seguir necesitando nuestro gas por mucho tiempo, pero otra cosa es que Venezuela aparezca como competidor, con sus reservas y sus capitales. Mercados para nuestro gas, habrá, pero el mejor, el más seguro, es Brasil.

Chávez ha entrado como miembro pleno al Mercosur y ya ha hecho su primer negocio millonario. Bolivia, estúpidamente, no quiere comercio con los EEUU, repudia el TLC, y entra al ALBA, donde sus socios son Venezuela y Cuba. Ahora, por suerte, ha ingresado un socio más ¡Nicaragua! Si el año pasado hemos exportado 300 (trescientos) dólares a Cuba, ya podemos medir los niveles de nuestra inteligencia. El dueño del ALBA es Chávez, con tres vasallos arrodillados con la mano extendida.

Lo de Mutún fue un festejo adelantado y nada más. Puerto Suárez vibró y ahora hay que esperar nuevamente. Fanfarria, anuncios, lágrimas, y resulta que la Jindal no sirve. Y con Chile el Presidente dijo que el tema marítimo jamás había estado puesto en agenda, desconociendo que Bolivia ha negociado cinco o más veces una salida al mar. Pues bien, el tema se quedó en la agenda, sin moverse. Así el intercambio de ministros, militares y abrazos presidenciales sean muy frecuentes. No hemos llevado una buena relación con nuestros otros dos vecinos: Perú y Paraguay. Pero tampoco van a empeorar porque no existe ningún motivo para ello, salvo que Chávez se pelee nuevamente con Alan García. Algo preocupante es que la Unión Europea, que había apostado por Evo Morales, ahora dé un paso al costado y que, en un documento, exprese su preocupación por el respeto a los principios democráticos en Bolivia.

Siempre en el tema exterior, se sabe que hay varias decenas de compatriotas que en ocho meses recibirán sus títulos de ´diplomáticos de carrera´ en Caracas. ¡Ocho meses! Los diplomáticos ochomesinos acabarán con los pocos expertos que todavía sobreviven en la Cancillería.

escritor y diplomático.