La Organización de Estados Americanos se refirió también a estos hechos. En la Reunión Hemisférica de Alto Nivel contra la Delincuencia Organizada Transnacional, se habló de aquello, pero también de un enfoque más amplio sobre la problemática que representan los grupos criminales, no sólo en México, sino en todo el hemisferio, prácticamente en todo el continente.

El año pasado se supo de la detención del mexicano Luis Rafael Ulibarri, un supuesto líder del grupo de Los Zetas en la ciudad de Buenos Aires, Argentina; situación que se convirtió en foco rojo para el gobierno de aquel país. Estaba acompañado de un colombiano, con quien esperaba comercializar 50 kilogramos de cocaína valuados en 20 millones de euros, según se reportó en aquel entonces. También, gracias a esto, se supo que en Argentina hay al menos 20 personas más, todas de origen mexicano, en situación de cárcel, acusadas de delitos contra la salud.

Y es que ya no es tiempo de limitar el campo de acción de los grandes cárteles de la droga. No se puede reducir a un contrabando entre nuestro país y Estados Unidos. La procuradora de la República, Marisela Morales, decía ayer que la delincuencia organizada es una amenaza real para todo el continente americano. Latinoamérica es también campo de trabajo, de contrabando, es mercado de los grupos criminales del narcotráfico.

En voz de Antonio Mazzitelli, representante regional de la oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, se comprometieron a lograr una estrategia conjunta, donde intervengan todos los países de este lado del continente, para que se doblen los esfuerzos y se impida el crecimiento de estos grupos. Bloquear su aparición en nuevos mercados, su entrada a otros países o la llegada de nueva oferta.

Que la visión del problema del narcotráfico y la violencia que genera no quede reducida sólo al interior de nuestras fronteras es esencial para que las medidas que se tomen en torno a este problema tengan un amplio espectro de alcance y no sólo limitarse al señalamiento fácil y exclusivo de la responsabilidad de nuestro país.

Y es que si bien, aunque por el año político que vivimos se dirija mucha atención al proceso electoral, el evento estelar del año, es necesario que las demás veredas se cubran, porque el descuido es justamente una de las razones que han originado tantos de los problemas que hoy son pendientes en éste y el próximo gobierno.