Sin saberlo, el ejército de Estados Unidos ha vendido equipamiento prohibido al menos en seis oportunidades a intermediarios de países que aprovecharon fallas de seguridad en las subastas de los excedentes del Departamento de Defensa.

Esa es la conclusión a la que llega un reportaje de la agencia Associated Press (AP), que ayer dio a conocer una serie de irregularidades en los procesos de venta de armas del Pentágono.

Lo sorprendente es que, según dijeron investigadores federales, el contrabando llegó a países como Irán, que el Presidente George W. Bush considera como parte de un "eje del mal".

A EE.UU. le preocupa que Irán haya obtenido su máxima prioridad: repuestos para su preciosa flotilla de cazas de combate F-14 "Tomcat", comprados a Washington en la década de 1970, cuando gobernaba el sha Reza Pahlevi.