Analistas, legisladores e incluso gobernantes como el venezolano Hugo Chávez, que se ha convertido en el mayor opositor del estadounidense George W. Bush, coincidieron que los latinos le dieron a Bush una ``súper paliza" en protesta por iniciativas promovidas por los estadounidenses para construir un muro en la frontera entre Estados Unidos y México.

``Ojalá el Partido Demócrata saque lo mejor que tenga, lo mejor de sus principios y recoja el mensaje del pueblo de los Estados Unidos... y hagan un mayor esfuerzo por interpretar a América Latina", dijo Chávez.

En México, vecino de Estados Unidos, no todos ven que un rostro demócrata en el Congreso garantizará un cambio en la política migratoria, que en los últimos meses se volcó hacia la seguridad y se tradujo en la aprobación de una ley para construir un muro de unos 1.100 kilómetros en la frontera común.

"Hay una tendencia a señalar que los demócratas representan intereses más amplios, menos oligárquicos... pero recordemos que Hillary Clinton, que es una figura representativa de los demócratas, votó en favor de la barda para dividir a los países", comentó el analista del Colegio de México, Lorenzo Meyer.

El vocero presidencial Rubén Aguilar, sin embargo, confió que la nueva composición ``pueda provocar una nueva reacción del gobierno de los Estados Unidos para trabajar en torno a una reforma migratoria" que considere no sólo aspectos de seguridad sino también de regularización y programas de empleo temporal.

En Perú, surgieron temores de que el triunfo demócrata afecte la ratificación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.

``El partido demócrata, que ahora tiene el control cómodo de la Cámara de Representantes, seguramente va a querer revisar algunos de los temas, y eso lo sabemos porque a lo largo de los últimos meses ellos han mantenido una visión muy crítica respecto de los temas laborales", dijo Pablo de la Flor, quien fuera jefe del equipo negociador peruano para el TLC.

En Bolivia, el jefe del bloque de diputados de la opositora Podemos, Fernando Messmer, consideró que para su país ``las perspectivas no son muy halagadoras, porque los demócratas son contrarios a los TLC y eso podría significar menores posibilidades para que Bolivia logre la ampliación del ATPDEA", en referencia a una ley de beneficios arancelarios para las naciones andinas.

En Chile, algunos legisladores y analistas no vislumbran cambios mayores en la relación de Estados Unidos con la región debido a que Bush aún permanecerá en el cargo dos años más.

``En cuanto a la inmigración, no creo que haya mucho cambio, porque el sector del Partido Demócrata que aparece ganador es conservador en ese ámbito", dijo el director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Claudio Fuentes.

En algunos lugares de la región, sin embargo, las opiniones fueron más halagadoras.

En Colombia, el vicepresidente Francisco Santos se manifestó optimista de tener el respaldo demócrata en los planes contra el narcotráfico y terrorismo que Washington financia en esa nación. Estados Unidos ha desembolsado unos 4 mil millones de dólares en los últimos seis años.

En Puerto Rico, un territorio estadounidense sin derecho al voto, el gobernador Aníbal Acevedo calificó la victoria demócrata como ``un triunfo" para la misma isla. Consideró que algunos representantes de ese partido serán proclives a beneficiarlos , por ejemplo, con un aumento al salario mínimo federal.

El canciller y vicepresidente de Panamá, Samuel Lewis, dijo que las relaciones con Estados Unidos son ``muy buenas independientemente de quiénes controlen una cámara o uno de los estamentos", y anticipó que así seguirán en todos los temas, incluidas las negociaciones de un TLC.