Llegan las cuatro baterÃas antiaéreas HAWK enviadas por España, que serán desplegadas a toda velocidad. Ucrania ha anunciado que está en la última fase de pruebas de sus nuevos drones suicidas, la respuesta nacional a los aparatos iranÃes que ayer lunes atacaron en enjambre el centro de Kiev. En la versión ucraniana, estos aviones kamikaze no pilotados tendrán una autonomÃa de 1.000 kilómetros y una cabeza explosiva de 75 kilogramos. Incluso mostraron el morro de uno de esos ingenios militares, pintado ya con el tridente dorado de Ucrania.
Si esos datos son correctos, ese dron podría llegar hasta
Moscú. "No podemos contar absolutamente nada", comentan desde la
empresa estatal Ukroboronprom, que trabaja en el desarrollo de este ingenio
volador, "pero pronto se probará en el campo de batalla", aseguran.
El terror volvió ayer a sacudir desde el cielo la capital
ucraniana, con una legión de drones iraníes tipo Shahed-136 que atacaron sobre
todo su distrito de Shevchenko, en el centro de la ciudad. Estos ingenios
vuelan muy bajo y a 180 kilómetros por hora por lo que los kievitas los han
bautizado "ciclomotores" por su sonido zumbón. Sin duda, un sonido
que recuerda, incluso como ingenio bélico, a las V-1 que la Alemania nazi
desató sobre Londres en 1944 y que luego bautizó Orwell en su obra 1984 como
"bombacohete". Los rusos los llaman Geran (Geranio).
¿Pueden cambiar estos drones iraníes el curso de la
guerra en el campo de batalla? No lo parece. Putin sigue teniendo problemas
graves en el frente. Al margen de los trastornos energéticos que puedan causar
y el pánico que provoquen en la población los "geranios", Rusia debe
usar muchos de ellos para conseguir que muy pocos lleguen a su destino. Un 80%
han sido derribados hasta el momento.
Ayer, la defensa antiaérea consiguió derribar 26 de estos
aparatos, pero la estrategia de concentración que usan los rusos hace muy
difícil alcanzarlos todos. En total, 11 consiguieron impactar contra objetivos
ucranianos.
Por eso, el Gobierno de Kiev presiona desde hace días a
las potencias occidentales, en una ofensiva diplomática redoblada, para
conseguir un escudo antiaéreo que blinde sus cielos y proteja a sus civiles de
la campaña de bombardeos rusos. La semana pasada, Kiev recibió la primera
batería antiaérea IRIS-T, el sistema más moderno de Europa, donado por
Alemania, que tiene previsto enviar otras tres.
En su mirada está la 'cúpula de hierro' israelí. Pero
mientras Israel se lo piensa, los proyectiles antiaéreos Nasams de Estados
Unidos están en camino.
Acaban de llegar también las cuatro baterías antiaéreas
enviadas por España, que serán desplegadas a toda velocidad para proteger a los
civiles. Se trata de lanzaderas de misiles HAWK que reforzarán las defensas
ucranianas. El sistema de misiles HAWK, de factura estadounidense y que data de
los años 60, forma parte del material ofensivo en manos del Ejército de Tierra
español y tiene un alcance de 40 kilómetros. Su misión es detectar,
identificar, seguir y destruir objetivos aéreos a media y baja altura, por lo
que puede ser muy útil contra los drones iraníes.
El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov,
llegó a agradecer explícitamente a la ministra española de Defensa, Margarita
Robles, a través de un mensaje en Twitter hace pocos días, la aportación de
España. "La defensa aérea es hoy una prioridad no solo para Ucrania, sino
para toda Europa", afirmó el ministro.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg,
anunció la semana pasada que la Alianza "entregará equipos antidrones para
Ucrania, con cientos de inhibidores de drones que pueden ayudar a dejar sin
efecto los aparatos de fabricación rusa e iraní". El objetivo inmediato y
urgente para Ucrania en esta fase de la guerra es frenar los bombardeos rusos y
derribar todos los misiles que sea posible.