Hugo Chávez parece empeñado en que el presidente de Estados Unidos lo incluya en su Eje del Mal, pero no hay manera. Ni llamándolo burro y alcohólico.

Como diría Will Rogers, el mundo está cambiando: las personas toman en serio a los cómicos y se ríen de los políticos. Nos dan motivos. You are a donkey y aquí tenemos unas tías que cortan la respiración de cualquier marine cachas.

Pero, vaya, resulta que no son las candidatas a Miss Venezuela sino voluntarias civiles que podrían hacer bulto si el vecino del norte decide la invasión. Es la doctrina de la guerra asimétrica.

Los ejércitos convencionales actúan al principio, al primer choque del enemigo, y luego la guerra pasa a las guerrillas y similares. O a estas señoras.

No cabe duda de que Chávez es marxista. No hace más que demostrar que la política es el arte de buscar problemas, encontrarlos por todas partes, llegar a conclusiones erróneas sobre ellos y aplicar soluciones que no funcionan para tratar de arreglarlos.

Marxista de Groucho, claro.