En su declaración del 15 de marzo ante la Comisión del Senado para las Fuerzas Armadas, Craddock describió los esfuerzos de Estados Unidos encaminados a lograr esos objetivos, así como los desafíos y retos que presenta la región. También les planteó a los legisladores su perspectiva del futuro del Comando Sur.

"Nuestra perspectiva es que el Comando Sur sea reconocido como socio por elección y centro de excelencia para los asuntos de seguridad regional en un hemisferio que cobra cada vez más importancia; organizado para defender la patria y detener, disuadir y derrotar las amenazas transnacionales; y dedicado a forjar alianzas con las naciones de la región para fomentar la adhesión a los valores democráticos, el respeto por los derechos humanos, la seguridad y la soberanía territoriales, y la seguridad colectiva de la región", dijo el general.

Agregó que las causas del desfavorable clima de seguridad en América Latina y el Caribe son "la pobreza, la desigualdad y la corrupción". Además, enumeró el terrorismo transnacional, el narcoterrorismo, el tráfico ilegal, la falsificación y el lavado de dinero, las pandillas urbanas, los movimientos radicales, los desastres naturales y la emigración en masa como algunas de las amenazas que el Comando Sur y las fuerzas de seguridad de los países socios afrontan en la región.

Craddock expresó su preocupación por la influencia que Venezuela ejerce en la región, e hizo un llamado para que se adopte un enfoque de base amplia por las diversas agencias para tratar con esa nación y apoyar el desempeño de las instituciones democráticas en ese país.

También dirigió su atención a la incrementada presencia de China en la región. Observó que China ha invertido casi $900 millones en América Latina desde enero de 2004 hasta noviembre de 2004 -- cifra que representa casi la mitad de la inversión de esa nación en el extranjero.

"El aumento de los intereses económicos, presencia e influencia en la región no es una amenaza", dijo Craddock. "Pero, evidentemente, son componentes de una situación que debemos reconocer y considerar cuidadosamente al elaborar nuestros propios objetivos, políticas y participación en la región".

Agregó Craddock que uno de los desafíos presentes en la región es el perenne problema de las frágiles instituciones gubernamentales.

La labor conjunta de Estados Unidos y sus aliados para afrontar y superar las amenazas y desafíos en la región logra adelantos, sostuvo.

Craddock señaló el "progreso tremendo" que sigue haciendo Colombia en sus esfuerzos para combatir el terrorismo y restaurar la seguridad. Observó que los homicidios, robos, secuestros y ataques terroristas en Colombia habían disminuido todos en 2004 e indicó que, por primera vez, hay una presencia gubernamental en cada municipalidad colombiana.

El principal responsable del Comando Sur también tomó nota de los adelantos "significativos" que se han hecho para atacar la industria de narcóticos ilegales en Colombia.

Según el Comando Sur continúe abordando los desafíos a la seguridad en el Hemisferio Occidental, también irá trabajando en cinco importantes requisitos de su estrategia de seguridad, que son, según Craddock: el aumento de la capacidad de detectar y apoyar operaciones de interceptación para controlar el tráfico ilegal hacia Estados Unidos; la continuación de las operaciones de Estados Unidos de detención en Guantánamo, Cuba; el aumento de la capacidad de provisión continua de equipo y adiestramiento a las fuerzas de seguridad de los países socios; el mejoramiento de las operaciones conjuntas de las fuerzas armadas de Estados Unidos y de los países socios; y la extensión de su alcance operativo para responder sin demora a las crisis en la región.

Debido a que la seguridad es la base de una sociedad civil activa, dijo, el Comando Sur está dedicado a crear la capacidad de las fuerzas de seguridad de la región.

"Las semillas del progreso social y económico sólo crecerán y se propagarán en el terreno fértil de la seguridad", señaló el general.

Craddock concluyó su declaración con la petición de que se preste más atención y más apoyo a los gobiernos regionales según van afrontando los desafíos y adoptando las difíciles decisiones que resultarán en el bienestar de largo plazo de sus pueblos.

"Los desafíos que afrontan América Latina y el Caribe hoy son significativos para nuestra seguridad nacional", afirmó. "No hacerles caso nos expone al peligro".