En este momento, dos tercios de los departamentos del país están proclamando que han adoptado la mentalidad de Evo Morales. Están proponiendo al país, a ese país que está cansado de paros y bloqueos, y de su inventor mayor, un paro más, un bloqueo más.

Como mensaje político es la admisión de que más de la mitad del país, aquella donde el partido de Evo Morales no tiene mayoría, ha adoptado el estilo, el método y la mentalidad de Evo Morales. Ahora nadie puede reprocharle por haber usado estos métodos para llegar a la presidencia. Ha impuesto su manera de hacer política.

El Presidente tiene motivos para estar feliz. Sus rivales han decidido jugar el juego en que él es el campeón imbatible. Al paro en seis departamentos le seguirá, ya se sabe, un bloqueo de carreteras que organizarán los seguidores de Evo Morales. Desafiar a Evo Morales con paros o bloqueos es como retar a Kasparov a una partida de ajedrez.

Tiene que estar feliz porque este paro llega en el momento justo para salvarlo, para que el país deje de pensar en todos los errores del gobierno, en todas las torpezas del gobierno. El paro llega cuando no está claro si Evo Morales es el presidente de Bolivia o el cónsul del reino de Venezuela en Bolivia. Si es el presidente de los bolivianos o el mensajero de Hugo Chávez, el mandadero encargado de entregar los cheques a comandantes de las Fuerzas Armadas y alcaldes de todo el país.

Esta decisión le está diciendo al país que Evo Morales no tiene rivales. Que todos son iguales a él, que nadie es capaz de proponer nada diferente y que su invento, los bloqueos y los paros, son el lenguaje que domina en todo el país.

Saben los rivales del Presidente que a él nunca le ha importado que el país se mueva. No le importa la economía formal. Es el campeón de la economía informal, aquella en la que Bolivia es el número uno en América Latina.

Cuanto más sufra la economía formal, mejor le irá a la economía informal, y de paso a la ilegal. Los narcotraficantes hacen fiesta cuando hay bloqueos.

El juego de Evo Morales, su política económica, parece algo improvisado, o el resultado de errores, pero hay una constante. Todo lo que ha hecho hasta ahora es desalentar las inversiones en el sector formal. Eso se está reflejando ya en la economía.

Dicen expertos cruceños que con el paro de este martes habrá un perjuicio de 20 millones de dólares para el país. Habría que precisar: el perjuicio será para la economía formal. La otra, la informal pero sobre todo la ilegal, estará feliz.

En el último bloqueo de carreteras en Tarija, la Policía detuvo a un motociclista que llevaba tres kilos de cocaína, aprovechando que las motos pasan sin problema por los piquetes. Se sabe que si uno cae, hay 20 que pasaron.

El martes, la economía formal le estará facilitando las cosas a la economía ilegal. Alguien estará feliz.

Leer la Biblia es ahora escalofriante: Lucas 12.49 y 51: “Fuego vine a echar en la tierra. ¿Y qué quiero, si ya se ha encendido? ¿Pensáis que he venido para dar paz en la tierra? Os digo: no, sino disensión. Porque de aquí en adelante cinco en una familia estarán divididos, tres contra dos y dos contra tres”.

Hasta las proporciones coinciden.