La muerte del candidato socialista Eduardo Campos no solo ha cambiado el panorama político de Brasil de cara a las elecciones presidenciales del próximo 5 de octubre, sino también sus expectativas económicas. La sorprendente alza en las encuestas de Marina Silva, ex número dos del difunto Campos y ahora líder del Partido Socialista Brasileño (PSB), ha mejorado las cifras de determinados índices bursátiles, según ha publicado el diario británico «Financial Times» (FT).

No en vano, el índice de acciones Bovespa tocó esta semana su nivel más alto desde principios de 2013 después de que una encuesta sugiriera una victoria en primera vuelta la candidata del PSB sobre la actual presidenta. En los últimos meses, los mercados internacionales habían perdido la fe en el buen gobierno de Dilma Rousseff, incluso hasta el punto de celebrar con mayores inversiones la entrada técnica en recesión de Brasil -dos trimestres de crecimiento negativo-, al esperar que la presidenta pueda perder más facilmente. «FT» recuerda que solo Venezuela y Argentina presentan peor trayectoria económica en la región que Brasil.

Desde que a mediados de agosto Silva entrara en la carrera presidencial al frente del PSB, el mercado de bonos brasileño también ha seguido con entusiasmo su 'sorpasso' a Rousseff en las encuestas. Los inversores esperan que con la candidata ecologista se reduzca el papel del Estado en la economía brasileña, que se modifique este capitalismo de rostro humano que propugnó Lula da Silva y que ahora continúa su sucesora pese a sus muestras de agotamiento. Todo ello aunque Silva fuera una de las fundadoras del Partido de los Trabajadores, el mismo partido de su principal contrincante.