A los presos en la base militar de Bagram se les asignará un militar estadounidense para que les sirva de representante personal a fin de tener la posibilidad de presentarse ante una Junta de Revisión de Detenidos a fin de que estudie sus casos, dijo un funcionario bajo condición de no ser identificado.

El programa concede a los prisioneros por primera vez la oportunidad de llamar a testigos y de presentar evidencia en su defensa. Hay 600 detenidos en la prisión, algunos de los cuales llevan presos hasta seis años.

El subsecretario de Defensa, William Lynn, emitió una orden en julio para la creación de las juntas de revisión.

Algunos de los militares que cumplen servicio en Afganistán ya han sido asignados a las juntas y ya han sido identificados algunos de los que participarán como representantes personales, dijo el funcionario. No dijo si ya se había realizado parte del programa.

Las normas han sido divulgadas mientras el gobierno del presidente Barack Obama revisa la política de detención impuesta por su predecesor George W. Bush y determinará qué cambios realizará.

La normas fueron expuestas al Congreso a mediados de julio para su revisión en un plazo de 60 días, informaron los diarios The Washington Post y New York Times.

Según las nuevas normas, serán los militares representantes, y no abogados, quienes se encargarán de reunir evidencia y llamar a testigos en nombre de los prisioneros.

El proceso es similar al que usan los detenidos en la prisión de Guantánamo.