El origen de unas 68 mil armas decomisadas por las autoridades mexicanas en los últimos cinco años fue rastreado a Estados Unidos, dijo el jueves el gobierno estadounidense.

El flujo de decenas de miles de armas acentúa las quejas de México de que Estados Unidos es responsable de armar a los cárteles de drogas que fastidian a su vecino del sur. Seis años de violencia entre cárteles adversarios han costado más de 47 mil vidas en México.

La Oficina para el Control de Bebidas Alcohólicas, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF por sus iniciales en inglés) publicó sus cifras más recientes, que cubren de 2007 a 2011.

Según la ATF, muchas de las armas decomisadas en México y entregadas a la agencia para determinar su procedencia fueron recuperadas en escenarios de tiroteos de narcotraficantes y otras fueron confiscadas en redadas a almacenes de armas ilegales. Se sospecha que todas las armas recuperadas fueron utilizadas en delitos en México.

Durante una reunión de mandatarios el 2 de abril en Washington, el presidente mexicano Felipe Calderón dijo que el gobierno estadounidense no ha hecho lo suficiente para detener el flujo de armas de asalto y otras armas de Estados Unidos a México.

Calderón atribuyó al presidente Barack Obama el mérito de haber realizado un esfuerzo para reducir el tráfico de armas, pero afirmó que el mandatario estadounidense enfrenta "problemas internos ... desde un punto de vista político".

Existe oposición republicana en el Congreso y una amplia oposición de republicanos y defensores de los derechos de portación de armas en otros sitios hacia un nuevo intento de prohibición contra las armas de asalto u otros controles sobre la venta de armas.

El gobierno de Obama dice que está trabajando para fortalecer las inspecciones en los puntos de revisión fronterizos ante la falta de una prohibición a los fusiles de asalto que expiró antes de que Obama tomara el cargo.

Durante más de un año, la ATF se ha estado recuperando de acusaciones de que algunos de sus agentes en Arizona recibieron órdenes de sus superiores para permitir en lugar de interceptar montones de armas con destino a México.

El inspector general del Departamento de Justicia y el Congreso han estado examinando la investigación sobre el caso de tráfico de armas de Arizona: la Operación Rápido y Furioso.

El tema de una legislación de control de armas no ha sido parte de la investigación Rápido y Furioso del comité congresional encargado, encabezado por los republicanos.

La cifra de armas de fuego de todos los tipos rastreadas por la ATF que fueron fabricadas en Estados Unidos o importadas a Estados Unidos y después recuperadas en México aumentó de 11.842 en 2007 a 14.504 en 2011, según la ATF.