Inteligencia y Seguridad Frente Externo En Profundidad Economia y Finanzas Transparencia
  En Parrilla Medio Ambiente Sociedad High Tech Contacto
En Parrilla  
 
22/11/2009 | ¿Novedad en el Medio Oriente?

Jean Meyer

“Este 4 de junio (de 2009) es uno de estos escasos acontecimientos que cambian de repente el curso de las cosas, un acontecimiento inesperado hace solamente seis meses, impensable antes de la elección de Barack Obama”. Así empieza el manifiesto “Una oportunidad histórica en el Medio Oriente. El mundo árabe cuenta con Barack Obama”, manifiesto firmado por cuatro célebres escritores árabes, cristianos y musulmanes, Adonis, Tahar Ben Jelloun, Majmud Hussain y Amin Maaluf. El discurso pronunciado por el presidente de Estados Unidos, aquel 4 de junio, en Egipto, discurso de reconciliación con el mundo árabe, debe haber pesado mucho en la decisión del jurado que le dio el Premio Nobel de la Paz.

 

Obama borró los ocho años de su predecesor al afirmar su voluntad de buscar relaciones fundadas sobre el respecto y el interés mutuales, sobre el principio de que el islam y Estados Unidos no se excluyen, dado que existe un islam estadounidense. ¿Tendrán las palabras de Obama el mismo efecto positivo que la declaración de F.D. Roosevelt sobre su deseo de cambiar la política del big stick por la del “buen vecindario” con América Latina?

En el Medio Oriente, zona sísmica de riesgos mayores, se juntan tres grandes fracturas, la del conflicto israelí-palestino con sus ramificaciones en Líbano y Siria, la del golfo que incluye Irak, la península arábica e Irán, o sea, la del petróleo, y finalmente la zona Af-Pak (Afganistán-Pakistán), teatro de la poderosa ofensiva de los talibanes.

Obama sabe que las tres fracturas han terminado por juntarse y formar un sistema sísmico potencialmente devastador. Sus enemigos en Estados Unidos gritan al abandono de los intereses nacionales, cuando al estilo Roosevelt, piensa que un poderío blando y amistoso devolverá a su país la influencia sobre el tercer mundo y las potencias emergentes.

Sus prioridades son por lo tanto el arreglo de la cuestión palestina para desconectar a Siria y a Líbano de Irán, la solución de la interminable crisis nuclear iraní; para poder resolver la cuestión anterior, la retirada honrosa de Irak (la apuesta más peligrosa de su presidencia, en la cual se jugará su reelección) y, finalmente, la estabilización de la guerra en la zona Af-Pak: estabilización para pasar a la retirada de las tropas estadounidenses y de la OTAN durante su eventual segundo periodo… ¡Ufff! ¡Qué programa!

Obama ha tendido la mano a Siria y a Irán, lo que implica impedir que Israel bombardee a Irán. A la vez ejerce presiones, no muy exitosas, sobre un gobierno israelí para nada acostumbrado a recibir presiones de Washington: las de Eisenhower en 1956, cuando durante la crisis de Suez obligó a Israel, Francia e Inglaterra a poner fin a su invasión de Egipto, o las del secretario de Estado James Baker fueron excepciones que confirman la regla de la indulgencia estadounidense para con Israel. Ese cambio ha enfurecido al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, hombre que encabeza el gobierno más a la derecha de toda la historia de su país.

Netanyahu no acepta el principio de dos estados, Israel y Palestina, mantiene la ocupación de Cisjordania y el bloqueo de Gaza, agrava la política de expulsión de los palestinos de Jerusalén oriental y de construcción en los territorios ocupados, todo en franca oposición a las demandas de Washington.

¿Qué puede hacer Obama frente a este aliado incómodo y recalcitrante? Poco, un poco que es demasiado para los halcones israelíes que cuentan con el apoyo del American Israel Public Affaire Comité (AIPAC). Obama ha mandado el mensaje de que “los intereses estratégicos de Estados Unidos no convergen forzosamente con los de Israel”, que el gobierno israelí ya debe respetar la hoja de ruta de Anápolis, si quiere conservar el apoyo de Washington.

Pero el autismo de Jerusalén es muy grande, si uno piensa que se atreve a denunciar la política de Barack Obama como un peligro para Israel; ciertamente, un sondeo serio indica que 63% de los israelíes desconfía de Obama y piensa que su política podría amenazar los intereses israelíes. Otro sondeo señala que uno de cada cuatro israelíes piensa emigrar si Irán logra fabricar su arma nuclear.

La reacción de Obama ha sido de declarar que ser “el amigo de Israel no implica pertenecer al Likud (la derecha nacional) ni defender las tesis de este partido”. Su voluntad de negociar con Damasco y Teherán, de utilizar los buenos oficios de una Turquía que deja, poco a poco, de ser el aliado de Israel, sus objetivos en Irak y la zona Af-Pak, todo condena Obama a lograr algo en el conflicto israelí-palestino. ¿Se puede?

jean.meyer@cide.edu

**Profesor investigador del CIDE

El Universal (Mexico)

 


Otras Notas Relacionadas... ( Records 931 to 939 of 939 )
fecha titulo
14/11/2008 El equipo de Obama para América Latina
14/11/2008 What can Latin America expect from the next US President, and what can the next US President expect from Latin America?
14/11/2008 It’s All Over But the Shouting
14/11/2008 Acabó todo, menos el griterío
14/11/2008 Los hispanos en las urnas
14/11/2008 El equipo de Obama para América Latina
13/11/2008 Renewing American Leadership
06/09/2008 Barack Hussein Obama (esp)
06/09/2008 Barack Obama (eng)


Otras Notas del Autor
fecha
Título
28/02/2011|
13/12/2010|
21/11/2010|
20/09/2010|
05/09/2010|
19/07/2010|
12/07/2010|
14/06/2010|
17/05/2010|
29/03/2010|
11/01/2010|
01/11/2009|
28/09/2009|
14/09/2009|
31/08/2009|
10/08/2009|
10/08/2009|
22/03/2009|
30/11/2008|
30/11/2008|
09/09/2008|
09/09/2008|
10/08/2008|
10/08/2008|
16/03/2008|
04/03/2008|
20/11/2007|
17/10/2007|
09/10/2007|
28/08/2007|
19/08/2007|
26/06/2007|
25/03/2007|
28/01/2007|
28/01/2007|
22/01/2007|
22/01/2007|
18/12/2006|
18/12/2006|
26/10/2006|
01/10/2006|
03/09/2006|
04/06/2006|
09/04/2006|
19/03/2006|
29/01/2006|
18/07/2005|
09/05/2005|

ver + notas
 
Center for the Study of the Presidency
Freedom House